MADRID.- El Ministerio de Fomento licitará «en los próximos meses» unos 17 contratos de obras de construcción de distintos tramos del Corredor Ferroviario Mediterráneo por un importe total de 2.100 millones de euros, según informó el secretario de Estado de Infraestructuras, Julio Gómez-Pomar.
El grueso de estas obras corresponderá a los trazados de esta línea ferroviaria correspondientes a las conexiones con Almería y Murcia, donde el proyecto acumula un mayor retraso, según reconoció el coordinador del Corredor, Juan Barios.
Por
contra, en Cataluña el Corredor presenta ya un grado de ejecución
superior al 90%, y entre los trabajos que resta destaca la construcción
tramo comprendido entre Castellbisbal y Martorell (Barcelona), que
volverá a salir a concurso tras resolverse el contrato anterior.
En
cuanto al resto de tramos, el que conecta Vandellòs y Tarragona está
actualmente en pruebas de seguridad y, una vez estén comprobados todos
los elementos, se pasará a su explotación comercial «lo antes posible».
En
una segunda fase se pasará del ancho ibérico al internacional, previsto
para finales de 2020. «Será cuando tengamos entre Valencia y Castellón
la segunda vía con tercer hilo y en ese momento también habrá ancho
internacional en el tramo Castellón-Vandellòs y luego en el
Vandellòs-Tarragona», explicó durante su intervención en el V Encuentro
de Corredor Ferroviario del Mediterráneo, organizado por 'Expansión'.
Respecto a la conexión con Murcia, indicó que en agosto estará lista la vía provisional instalada para que en septiembre empiecen las pruebas de la Alta Velocidad. «Antes de que termine el año habrá alta velocidad en pruebas a Murcia», aseveró.
De
esta forma, el Gobierno mantiene su previsión de que en el horizonte de
2023 esté listo el Corredor Mediterráneo, una infraestructura para la
que ya se han ejecutado 14.000 millones de euros de la inversión total
de 23.000 millones que supondrá. Asimismo, se prevé que las obras de
este eje en el conjunto europeo, que discurre desde España hasta
Hungría, terminen en 2030.
Durante
su intervención en el foro, el 'número dos' de Fomento señaló la
necesidad de que Europa «presione» a Francia para que dé continuidad a
la red AVE y no suponga un 'cuello de botella' en las conexiones
ferroviarias de España con el resto del Continente.
«Llegaremos a
la frontera con Francia y habrá tramos que no serán de Alta Velocidad, y
si no se solucionan los 'cuellos de botella', tendremos problemas»,
indicó Gómez-Pomar.
«Europa tiene que presionar a Francia, porque
estamos hablando de países conectados por el Corredor Mediterráneo»,
reivindicó el secretario de Estado.
En este sentido, la
representante de la Comisión Europea en la jornada reconoció la
importancia de la conexión entre España y Francia.
«La conexión
entre Perpignan y Barcelona debe estar resuelta, no estamos contentos
con esta situación», indicó la 'policy officer' TEN-T Atlantic Corridor
de la Dirección General de Movilidad y Transporte de la Comisión
Europea, Isabelle Maës.
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