MADRID.- El escándalo del jamón ibérico ha traspasado fronteras. La prensa
inglesa y alemana se han hecho eco de las malas prácticas en el sector
que intentan extender el sello de calidad del jamón ibérico a productos
más baratos y a cerdos que no cuentan con los controles genéticos
estrictos que garanticen la pureza de la raza, según recoge hoy Economía Digital.
El periódico alemán Süddeutsche Zeitung fue pionero en
extender el escándalo internacional con la publicación de un artículo
titulado “Escándalo del jamón ibérico” en el que se detallan algunas de
las prácticas más cuestionadas de la industria.
“En multitud de ocasiones, el jamón más caro vendido bajo la etiqueta
comercial de ‘ibérico’, no es más que un cruce con cerdos de la raza
duroc, que son mucho más baratos y mucho más vulgares”, explica el
diario alemán que siembra dudas sobre la rigurosidad en los controles de
calidad alimentaria en España.
El diario alemán señala a la industria española por destrozar la
buena imagen de sus productos gastronómicos con mayor reconocimiento
internacional
El periodico explica que cruzar cerdos ibéricos con la raza
estadounidense duroc “es como echar azúcar en un buen vino”.
El rotativo
también recoge las denuncias de los empresarios más tradicionales que
acusan al ministerio de Agricultura de “estar bajo la influencia de los
principales industriales cárnicos, diseñados para maximizar el
etiquetado engañoso y el fraude en los productos del cerdo”.
Repercusión en The Economist
Tras la publicación alemana, el escándalo saltó hasta Reino Unido. La
revista The Economist acaba de publicar un artículo titulado “De las
pequeñas bellotas” en el que explica cómo una de las exquisiteces
culinarias más preciadas de España ha terminado a la venta en versiones
baratas en supermercados y grandes superficies.
La revista explica que los ibéricos de bajo coste “no son
fraudulentos” cuando se ajustan a la regulación vigente, pero destaca
cómo los productores comprometidos con la pervivencia de la raza pura
están “muy enfadados” por la aplicación del término ibérico “a un
producto industrial que no merece ese nombre”.
“Una pieza del mejor jamón de bellota, con la profundidad y la
resonancia de su sabor, puede costar centenares de dólares”, asegura la
publicación. “Pero montones de cajas que contienen patas de jamón --más
un soporte y un cuchillo-- han empezado a aparecer en cadenas de
supermercados en toda Europa”, asegura la publicación al extender la
sospecha sobre el jamón barato que ha llegado a las grandes
superficies.
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