MADRID.- La intención de Banco Santander de que la práctica totalidad de salidas en los servicios centrales del Popular sean voluntarias lleva camino de cumplirse. Según fuentes conocedoras de la situación, más de 800 empleados de esta entidad se han apuntado ya voluntariamente al ERE (Expediente de Regulación de Empleo) acordado entre el Santander y los sindicatos
el 5 de diciembre. Dado que el número total de bajas será de 1.100 y
que el plazo de adscripción voluntaria llega hasta el 10 de enero, se
espera que los despidos forzosos sean mínimos, según El Confidencial.
Para conseguir su objetivo, el banco que preside Ana Botín ha ofrecido a los empleados del banco adquirido unas condiciones muy parecidas a las del ERE que acometió el Santander el año pasado y mucho mejores que las del expediente del propio Popular por el que salieron 2.592 personas en octubre de 2016. Estas condiciones contemplan grandes incentivos para los que se apunten voluntariamente. Asimismo, el Santander ha aceptado una rebaja del número de salidas a 1.100 frente a las 1.585 anunciadas en noviembre.
Según
la información transmitida por el banco a los representantes de los
trabajadores, la idea del banco es cerrar el proceso en menos de un mes
una vez que se haya cerrado el plazo y que prácticamente el 100% de las bajas sean voluntarias. Estos representantes destacan que el acuerdo firmado a principios de mes prima la voluntariedad y la fórmula de las prejubilaciones, para lo cual se ha reducido la edad mínima para acogerse a esta figura a los 50 años.
Los mayores de 55 que acepten prejubilarse seguirán cobrando el 80% del salario bruto hasta que se jubilen
definitivamente a los 63 años, más una prima para los que se apunten
voluntariamente de 14.000 euros, a la que se sumarán otros 2.000 por
trienio acumulado en el banco.
El colectivo de entre 50 y 54 años ya no
tendrá que apuntarse a las bajas incentivadas, sino que también podrá
retirarse con el 80% del sueldo durante ocho años y con un tope de
380.000 euros. Como en el caso de los mayores de 55, habrá una prima de
voluntariedad de entre 19.000 y 30.000 euros en función de la
antigüedad, más los 2.000 por trienio.
Santander paga el convenio de la Seg. Social
Además, los sindicatos destacan como un logro muy relevante que el banco se hará cargo del 100% del convenio especial de la Seguridad Social.
Este convenio permite cotizar a título individual a determinados
colectivos que necesiten seguir cotizando para evitar lagunas de
cotización en el cálculo de su pensión o bien para mejorar el cálculo de
la misma. Es el caso de los que prejubilados más jóvenes, que agotarán
el máximo de dos años de prestación de desempleo que incluye esta figura
y aún les quedarán algunos años para poder acceder a la jubilación. En
el caso del Popular, no tendrán que pagar ellos las cuotas sino que lo
hará el Santander.
Aparte de las prejubilaciones, el ERE contempla bajas incentivadas entre los menores de 50 años,
para las que las condiciones son una indemnización de 40 días por año
trabajado con un límite de 24 mensualidades —lo que supone el doble de
la indemnización legal vigente— y primas de 500 euros por año de
antigüedad con un máximo de 30.000 euros. Aquí también se aplicará el
plus de 2.000 euros por trienio, siempre que la baja sea voluntaria.
Hay que recordar que todavía está pendiente el grueso de la reducción de plantilla en el Popular,
la que corresponde a la red de oficinas.
Este segundo ERE se negociará
cuando se produzca la integración tecnológica de las dos redes, algo
previsto a lo largo de 2018 y que no tiene por qué replicar
necesariamente las condiciones del proceso actual.
Por otro lado, como
ha informado El Confidencial, el Santander estudia trasladar los servicios centrales de su filial en España a la nueva sede del Popular en la salida de Madrid por la A2, lo que le permitiría vender su actual ubicación de la calle Mesena.
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