martes, 21 de noviembre de 2017

El aceite de oliva compensa en el extranjero la caída del 8,9% del consumo en España

MADRID.- El consumo de aceite de oliva ha caído en España a su nivel más bajo en los últimos cinco años, algo que sin embargo se ha logrado compensar con el fuerte avance de las exportaciones. Al cierre de la última campaña 2016/2017 el pasado 30 de septiembre, con una cosecha corta, las ventas del oro líquido en el mercado interior se han reducido a 457.200 toneladas, lo que supone un 8,9% menos que en la anterior, revela hoy elEconomista

La razón, según explican en el sector, está en la fuerte subida que han experimentado los precios a lo largo del ejercicio.
El precio en el campo del aceite de oliva virgen extra llegó a batir la pasada primavera el récord de la última década, y tras subir un 37% se llegó a situar en mayo en 3,84 euros por litro, respecto a los 2,8 euros que marcaba un año antes. El virgen subió, en la misma línea, un 38%, hasta 3,75 euros; y el lampante, que necesita ser refinado para su consumo, un 41,5%, desde 2,6 hasta 3,68 euros.
"La subida es consecuencia de la poca disponibilidad de producto a nivel mundial", explicaba ya entonces el sindicato agrario Asaja, recordando que está pasando algo similar en otros países productores como Italia, Grecia, Portugal o Túnez.
Con la pertinaz sequía de fondo y frente a las razones climatológicas, organizaciones de consumidores como la OCU han mantenido sin embargo también en varias ocasiones que "estas subidas se explican más por la especulación que por una escasez de aceituna". 
El aumento de los costes de la materia prima, que ha llevado a que el litro de aceite de oliva virgen extra haya llegado a rondar en algún momento hasta los 6 euros en el lineal de los supermercados, ha provocado un desvío del consumo por parte de los españoles hacia productos mucho más económicos, como el de girasol.
Aunque el consumo nacional experimenta habitualmente fuertes oscilaciones, dependiendo precisamente de los precios, lo cierto es que está así actualmente muy lejos de las cifras históricas alcanzadas en la campaña 2013/2014, cuando las ventas a escala nacional superaron las 536.000 toneladas.
Ante esta situación, el descenso en la venta de aceite de oliva a nivel nacional, que en el mercado no dudan de calificar como "preocupante", se ha podido compensar sin embargo con un fuerte aumento en el ámbito de las exportaciones.
Y es que España sigue avanzando con paso firme y ha cerrado la campaña en el exterior con un total de 949.300 toneladas, lo que supone no sólo un incremento del 9,3% respecto a las 868.100 toneladas de la campaña anterior, sino cerrar la segunda mejor de la historia, por detrás tan sólo de la histórica de 2013/2014, cuando se superaron los 1,1 millones de toneladas.
El pasado 2 de noviembre, el presidente de la Interprofesional del Aceite de Oliva Español, Pedro Barato, aseguraba en este sentido que "si las exportaciones han sido el motor de la recuperación, nosotros hemos sido la bomba de inyección y el año pasado exportamos aceites de oliva por valor de 3.365 millones de euros, lo que colocó nuestro producto como el más importante de la agroalimentación española, por delante de la carne de porcino, cítricos y vino".
Barato, que hizo estas declaraciones durante una gala de entrega de premios de la Interprofesional a los Aceites de Oliva, en colaboración con elEconomista, aseguró además, que vamos camino de pulverizar otra vez ese récord, ya que entre enero y marzo de este mismo año hemos superado, por primera vez en la historia, los 1.000 millones de euros exportados en tan solo un trimestre.
Para la Interprofesional, la positiva evolución del mercado exterior contribuye a la creación de la marca España. "No sólo mostramos en nuestra botella el nombre de España, lo estamos convirtiendo en un reclamo para los consumidores de todo el mundo; nuestros aceites son de la más alta calidad, saludables y enriquecen las cocinas de los cinco continentes, porque son españoles", aseguró Barato.

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