miércoles, 8 de noviembre de 2017

21-D, cada uno por su lado pero con confluencia de bloques / Ramón Vilaró *

En las pró­ximas elec­ciones au­to­nó­micas ca­ta­lanas del jueves 21 de di­ciembre no habrá lista uni­taria de los par­tidos pro in­de­pen­dis­tas, aunque ERC, PDCat, CUP coin­ciden en va­rios pun­tos: se­guir el pro­ceso hacia la in­de­pen­den­cia, li­berar a los po­lí­ticos en­car­ce­lados y anular la apli­ca­ción del ar­tículo 155. No se re­pe­tirá la coa­li­ción de Junts pel Si –a la que Carles Puigdemont se ofreció li­de­rar, desde Bruselas– y Esquerra Republicana de Catalunya, a la que todas las en­cuestas dan por ven­ce­dora irá en so­li­ta­rio. 

Al igual que la ex Convergencia reconvertida en PDCat, que se vislumbra como el gran perdedor. Mientras la CUP seguirá su propio camino a la espera de determinar el domingo día 12 si acuden, o no, a las elecciones en función de lo que aprueben sus bases. Cada partido quiere guardar sus manos libres para decidir las políticas el día después del 21-D.

“Ante la imposibilidad de formar una lista realmente unitaria, habrá que crear un frente común desde candidaturas diferenciadas”, manifestó el portavoz de ERC, Sergi Sabrià, dejando claro que la formación que preside Oriol Junqueras, actualmente encarcelado en la prisión de Extremera junto a otros siete miembros del ex Govern de la Generalitat, en aplicación del artículo 155 de la Constitución. Según la normativa electoral una persona encarcelada, pero no aún juzgada, puede ser candidato.

Si habrá coalición entre Podem y Catalunya en Comú, que liderará el diputado Xavier Domènech, tras el cese por parte de Podemos del secretario general en Cataluña, Albano Dante Fachin, por su mayor inclinación hacia las tesis proindependetistas.

Por su parte, tanto PSC como Ciutadans al igual que el PP, irán cada uno con sus programas específicos, en un abanico que va desde tesis federalistas (PSC), hasta mejora de la autonomía pero manteniendo posturas constitucionales en un electorado que se disputan entre ambas formaciones.

La campaña arrancó en Bruselas, donde unos 200 alcaldes se manifestaron ante las sedes de la Comisión Europea y el Consejo, acompañados de los eurodiputados de ERC y PDCat, solicitando la libertad de los miembros del Govern encarcelados, así como de los líderes de la ANC y Omnium.

A continuación, en una sala del Palais des Beaux Arts –cerca de la histórica Grand Place, en el corazón de Bruselas– celebraron un acto reivindicativo en el que tomaron la palabra Carles Puigdemont y los cuatros consellers que se encuentran también en la capital belga, pendientes de la citación ante un tribunal belga que determinará qué curso da a la petición de la Justicia española para obligarles a regresar a España.

Carles Puigdemont lanzó un llamamiento al presidente de la Comisión Europea, el luxemburgués Claude Juncker, y al presidente del Parlamento Europeo, el italiano Antonio Tajani -pero también a la canciller Merkel– pidiendo su intervención para la liberación de los miembros encarcelados de su gobierno y el cumplimiento del resultado de las elecciones en Cataluña del día 21 de diciembre. Se interrogó por qué no han reaccionado a lo que el consideró – la española – "una democracia fallida", en un claro intento de europeizar la crisis política catalana.


(*) Periodista


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