En las
próximas elecciones autonómicas catalanas del jueves 21 de
diciembre no habrá lista unitaria de los partidos pro
independistas, aunque ERC, PDCat, CUP coinciden en varios puntos:
seguir el proceso hacia la independencia, liberar a los
políticos encarcelados y anular la aplicación del artículo 155.
No se repetirá la coalición de Junts pel Si –a la que Carles
Puigdemont se ofreció liderar, desde Bruselas– y Esquerra Republicana
de Catalunya, a la que todas las encuestas dan por vencedora irá en
solitario.
Al
igual que la ex Convergencia reconvertida en PDCat, que se vislumbra
como el gran perdedor. Mientras la CUP seguirá su propio camino a la
espera de determinar el domingo día 12 si acuden, o no, a las elecciones
en función de lo que aprueben sus bases. Cada partido quiere guardar
sus manos libres para decidir las políticas el día después del 21-D.
“Ante la imposibilidad de formar una lista realmente unitaria, habrá
que crear un frente común desde candidaturas diferenciadas”, manifestó
el portavoz de ERC, Sergi Sabrià, dejando claro que la formación que
preside Oriol Junqueras, actualmente encarcelado en la prisión de
Extremera junto a otros siete miembros del ex Govern de la Generalitat,
en aplicación del artículo 155 de la Constitución. Según la normativa
electoral una persona encarcelada, pero no aún juzgada, puede ser
candidato.
Si habrá coalición entre Podem y Catalunya en Comú, que liderará el
diputado Xavier Domènech, tras el cese por parte de Podemos del
secretario general en Cataluña, Albano Dante Fachin, por su mayor
inclinación hacia las tesis proindependetistas.
Por su parte, tanto PSC como Ciutadans al igual que el PP, irán cada
uno con sus programas específicos, en un abanico que va desde tesis
federalistas (PSC), hasta mejora de la autonomía pero manteniendo
posturas constitucionales en un electorado que se disputan entre ambas
formaciones.
La campaña arrancó en Bruselas, donde unos 200 alcaldes se
manifestaron ante las sedes de la Comisión Europea y el Consejo,
acompañados de los eurodiputados de ERC y PDCat, solicitando la libertad
de los miembros del Govern encarcelados, así como de los líderes de la
ANC y Omnium.
A continuación, en una sala del Palais des Beaux Arts –cerca de la
histórica Grand Place, en el corazón de Bruselas– celebraron un acto
reivindicativo en el que tomaron la palabra Carles Puigdemont y los
cuatros consellers que se encuentran también en la capital belga,
pendientes de la citación ante un tribunal belga que determinará qué
curso da a la petición de la Justicia española para obligarles a
regresar a España.
Carles Puigdemont lanzó un llamamiento al presidente de la Comisión
Europea, el luxemburgués Claude Juncker, y al presidente del Parlamento
Europeo, el italiano Antonio Tajani -pero también a la canciller Merkel–
pidiendo su intervención para la liberación de los miembros
encarcelados de su gobierno y el cumplimiento del resultado de las
elecciones en Cataluña del día 21 de diciembre. Se interrogó por qué no
han reaccionado a lo que el consideró – la española – "una democracia
fallida", en un claro intento de europeizar la crisis política catalana.
(*) Periodista
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