En 1949 Cecil B. Demille produjo la película Sansón y Dalila, adaptación de los Capítulos XIII a XVI del libro de los Jueces, y de la novela “Judge and fool” de Vladimir Jabotinsky.
La película, protagonizada por Víctor Mature y Hedy Lamarr, fue acreedora a dos Oscar.
Recuerdo las colas que se formaban frente al Cine Rex, en Murcia, el día del estreno. A la pegadiza música de fondo, obra de Víctor Young, el pueblo le puso, de inmediato, letra que hacía referencia al corte de pelo que la malvada y despechada Dalila le hizo al israelita Sansón; conocedora ella del origen de la fuerza con la que mantenía en jaque a los filisteos: su soberbia cabellera.
Con la mosca tras la oreja, asombrado de las trapisondas que nuestro Presidente del Gobierno anda urdiendo en compañía del veleta Sánchez, se me ha ocurrido cambiar el nombre de Dalila por el de Mariano y de esa guisa la popular letra figuraría así:
“Mariano no me tomes el pelo que por cuatro pesetas me lo toma el barbero”. Ya estoy viendo a más de uno de mis lectores, aquellos que han saltado la barrera de los sesenta, tarareando la cancioncilla.
Vamos a lo de la tomadura. Puede ser que don Mariano, abstraído por sus otras obligaciones, no fuera consciente de la aprobación en un Pleno torticero del Parlamento de Cataluña de dos leyes manifiestamente anticonstitucionales suspendidas por el Alto Tribunal.
La película, protagonizada por Víctor Mature y Hedy Lamarr, fue acreedora a dos Oscar.
Recuerdo las colas que se formaban frente al Cine Rex, en Murcia, el día del estreno. A la pegadiza música de fondo, obra de Víctor Young, el pueblo le puso, de inmediato, letra que hacía referencia al corte de pelo que la malvada y despechada Dalila le hizo al israelita Sansón; conocedora ella del origen de la fuerza con la que mantenía en jaque a los filisteos: su soberbia cabellera.
Con la mosca tras la oreja, asombrado de las trapisondas que nuestro Presidente del Gobierno anda urdiendo en compañía del veleta Sánchez, se me ha ocurrido cambiar el nombre de Dalila por el de Mariano y de esa guisa la popular letra figuraría así:
“Mariano no me tomes el pelo que por cuatro pesetas me lo toma el barbero”. Ya estoy viendo a más de uno de mis lectores, aquellos que han saltado la barrera de los sesenta, tarareando la cancioncilla.
Vamos a lo de la tomadura. Puede ser que don Mariano, abstraído por sus otras obligaciones, no fuera consciente de la aprobación en un Pleno torticero del Parlamento de Cataluña de dos leyes manifiestamente anticonstitucionales suspendidas por el Alto Tribunal.
Que no se hubiera enterado de la convocatoria de un referéndum ilegal, de la rebeldía del “Molt Honorable” Puigdemont, todo su gobierno, y la Presidenta del Parlamento votando en un acto prohibido. Del discurso del Rey denunciando la violación de la Constitución, la deslealtad del “Gobern” catalán, señalando a los culpables y exigiendo al Gobierno de España que reponga el orden constitucional..
De la comparecencia en sesión parlamentaria extraordinaria con discurso incendiario del Presidente Puigdemont asumiendo la decisión mayoritaria del pueblo catalán expresada en un referéndum ilegal, y lleno de irregularidades, para proclamar la República independiente en Cataluña y pedir, a continuación que se aplazara hasta que le diéramos la razón. No se enteró seguramente de la firma solemne de esa declaración de independencia por la mayoría de los diputados catalanes; claro que el “Marca” no se ocupa de estos temas menores.
Y ahora resulta que en connivencia con el banderola de Sánchez, gobernado por el bailarín Iceta, decide preguntarle al golpista Puigdemont si ha proclamado o no la República. Si no fuera por lo que nos estamos jugando, todavía me estaría riendo.
Están cociendo un pacto traidor para España que, a través de una modificación de la Constitución, reconozca a Cataluña como nacion independiente y soberana dentro de España. Puigdemont no ha dado todavía el plácet porque quiere que esa modificación constitucional sea aprobada por el Parlamento, no por todos los españoles en referéndum nacional, donde la derrota estaría asegurada.
Después de la respuesta del pasado lunes, vendrá el silencio del jueves, más apelaciones al dialogo, que doña Soraya acepta en sede parlamentaria, y así Puigdemont sin parar de tomarle el pelo a Mariano y Mariano a nosotros.
“Mariano no nos tomes el pelo”. Estás rodeado de una serie de incapaces palmeros que solo miran por mantener su puesto y por eso os dan a Soraya y a tí la razón que no tenéis, aunque parece que ese apoyo se está resquebrajando; y para colmo de tus cobardes maniobras te has buscado el sostén de unos socialistas que ahora te apuntalan, pero te están esperando para madrugarte la Presidencia, y entonces, cuando la pierdas, capaces son de declararte traidor, enemigo de España; y conseguir que des con tus huesos en esa cárcel oscura, en la ergástula en que estás metiendo a esta antigua y querida Nación.
Y ahora resulta que en connivencia con el banderola de Sánchez, gobernado por el bailarín Iceta, decide preguntarle al golpista Puigdemont si ha proclamado o no la República. Si no fuera por lo que nos estamos jugando, todavía me estaría riendo.
Están cociendo un pacto traidor para España que, a través de una modificación de la Constitución, reconozca a Cataluña como nacion independiente y soberana dentro de España. Puigdemont no ha dado todavía el plácet porque quiere que esa modificación constitucional sea aprobada por el Parlamento, no por todos los españoles en referéndum nacional, donde la derrota estaría asegurada.
Después de la respuesta del pasado lunes, vendrá el silencio del jueves, más apelaciones al dialogo, que doña Soraya acepta en sede parlamentaria, y así Puigdemont sin parar de tomarle el pelo a Mariano y Mariano a nosotros.
“Mariano no nos tomes el pelo”. Estás rodeado de una serie de incapaces palmeros que solo miran por mantener su puesto y por eso os dan a Soraya y a tí la razón que no tenéis, aunque parece que ese apoyo se está resquebrajando; y para colmo de tus cobardes maniobras te has buscado el sostén de unos socialistas que ahora te apuntalan, pero te están esperando para madrugarte la Presidencia, y entonces, cuando la pierdas, capaces son de declararte traidor, enemigo de España; y conseguir que des con tus huesos en esa cárcel oscura, en la ergástula en que estás metiendo a esta antigua y querida Nación.
(*) Ex presidente de la Autoridad Portuaria de Cartagena
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