MADRID.- Desde hace más de dos años el atún rojo, un producto tan
valorado en gastronomía como escaso, está en el punto de mira de los
productores tradicionales y de las autoridades sanitarias. ¿El motivo?
Otros peces de la misma familia se están comercializando como atún rojo
sin serlo. Para ello, la picaresca recurre a artimañas como teñir su
carne con zumo de vegetales como la remolacha.
Además, se venden como
frescas partidas destinadas a la conserva, para lo que se le inyectan
aditivos vegetales prohibidos para avivar el color, lo que ha causado
cientos de intoxicaciones -por lo general, de carácter leve- en Francia,
Italia, Alemania y Portugal, así como en España.
Hace ya
un año, la Unión Europea informó a las autoridades españolas del
posible engaño. Después, emitió dos alertas sanitarias por las
intoxicaciones detectadas. Ayer, Europa exigió medidas a España para
poner fin al fraude del atún.
La Comisión tiene conocimiento de casos de atún,
inicialmente destinados a la industria conservera, tratados de tal
manera que se modifica su color para sugerir que se trata de atún
fresco. «Ese producto se vende entonces como tal a un precio más alto.
Esta es una práctica fraudulenta. Además, engaña al consumidor y puede
llevar a intoxicación alimentaria grave», declaró el portavoz de la
cartera de Salud y Seguridad Alimentaria, Anca Paduraru.
Añadió que el Ejecutivo comunitario ha solicitado a las autoridades
españolas «que aclaren urgentemente las medidas adoptadas a nivel
nacional para poner fin a esta práctica». Es más, la Comisión Europea ha
informado a España de su intención de llevar a cabo una auditoría en
octubre «para evaluar la eficacia de los controles en vigor, así como de
las medidas correctoras y coercitivas adoptadas».
A la espera de la respuesta, el Ejecutivo comunitario está
considerando adoptar medidas restrictivas y la necesidad de detener la
circulación de estos productos en el mercado de la UE. «Entre las
acciones previstas -detalló Anca Paduraru- se podría incluir la
prohibición del atún fresco procedente de establecimientos en los que se
haya confirmado el fraude».
Siete personas denunciadas
El
ultimátum de Europa para atajar este nuevo fraude alimentario llega
solo cinco días después de que la Guardia Civil informase de que ha
denunciado a siete personas vinculadas a una empresa de Almería como
presuntos autores de un delito contra la salud pública con productos
alimenticios, además de por falsedad documental.
El
Instituto Armado señaló que la firma se dedica a la compra de atún para
enlatar que luego manipula y vende como fresco. La intoxicación de 105
personas en España fue por la contaminación del atún por histamina, una
sustancia presente en muchos organismos (incluido el cuerpo humano) que
no da problemas, salvo que el producto que se consuma no esté en buen
estado.
En el caso del atún comercializado como rojo sin
serlo, la Agencia Española de Consumo, Seguridad Alimentaria y Nutrición
(Aecosan) sostiene que se ha producido «una mala conservación del
pescado». Para disimularlo, le añadían aditivos que daban aspecto de
frescura. El envenenamiento por histamina produjo a los afectados picor
de garganta, rubor y sudor facial, náuseas y vómitos, cefaleas y
erupción cutánea.
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