miércoles, 30 de agosto de 2017

Fallece en Cartagena a los 93 años Juan Carrión, el célebre profesor de inglés que se reunió con John Lennon en 1966


CARTAGENA/ALMERÍA.- El docente madrileño Juan Carrión Gañán falleció este miércoles en Cartagena. El profesor enseñaba inglés en los Maristas, la Universidad y su academia privada utilizando canciones de The Beatles. El docente se reunió en Almería con John Lennon, en 1966, y logró que la banda inglesa incluyera un libreto con las letras de las canciones en el álbum 'Sergeant Pepper'. Veraneaba en Ibiza y tenía casa en Santa Eulalia desde hace más de medio siglo. El veterano profesor de inglés ha fallecido a primeras horas de esta tarde en el Hospital Vírgen del Rosell, donde se encontraba ingresado desde hace unos días y en donde minutos antes de su fallecimiento ha dado su última clase de inglés, repasando frases con dos de sus antiguos alumnos más allegados.

Carrión acudió hasta la ciudad andaluza para que el compositor británico le aclarara las palabras de las canciones que no terminaba de entender y así poder enseñárselas él a sus alumnos. 
A raíz de esa anécdota, Carrión inspiró la película 'Vivir es fácil con los ojos cerrados', de Juanma Trueba. La cinta consiguió seis premios Goya. Además, en diciembre de 2014, el docente recibió el título de Hijo Predilecto de Cartagena, en reconocimiento a su labor de divulgación del inglés a partir de letras de los Beatles.
Fue en la Navidad de 1962 cuando decidió ir a la isla de Ibiza junto a un alumno norteamericano, Bob Lawrence: «Recorrimos Ibiza en moto y decidí comprar dos terrenos en la carretera de es Canar. Desde entonces he ido allí cada verano», explicó en su día.
Aunque tardaron un par de años en construirle el chalé –al que llamó Santa Teresa, situado al fondo del Camí des Rei– cada verano iba a principios de julio y no se iba hasta finales de agosto
A sus amigos no les extrañaba lo más mínimo que Carrión se liara la manta a la cabeza y decidiera plantarse por las buenas en Almería. Hasta hace poco le veían navegar por la costa de Santa Eulalia en kayak, o pedalear cada mañana hasta la villa. Hasta los 80 hizo hasta siete veces la ruta del Camino de Santiago en bicicleta, una de ellas con un velocípedo sin marchas. Incluso se subió a un ultraligero: «No soy un aventurero, soy a veces un inconsciente», confesaba.
Madrileño nacido en el barrio de Argüelles en 1924 pero que se crió en la plaza de Cascorro y estudió en el colegio de los Escolapios, tras estudiar inglés y trabajar en Oxford (Reino Unido) y París comenzó a trabajar como profesor de español en varias provincias españolas hasta que emigró a Cartagena a principios de los 60 para enseñar en una base norteamericana la lenguas y las costumbres de nuestro país. 
Carrión fue docente durante más de dos décadas en la en la Escuela de  Empresariales de Cartagena, precursora de la actual Facultad de  Ciencias de la Empresa de la Universidad Politécnica de Cartagena  (UPCT).
Su vinculación con la UPCT se mantuvo  hasta el punto de que decidió donar a la Politécnica, en  agradecimiento a la UPCT y por su afecto hacia la institución, uno de  los Goya que el director David Trueba le regaló.
Juan Carrión fue nombrado profesor honorario de la UPCT y homenajeado en el acto academico de celebración de Santo Tomás de  Aquino de 2015.
Además, el Aula Multimedia de Idiomas de la Facultad  de Ciencias de la Empresa lleva su nombre.
Carrión fue nombrado hijo adoptivo predilecto de la ciudad de Cartagena, en la que vivió 60 años, en diciembre de 2015. 
El excalcalde de Cartagena y actual vicealcalde, José López, que presidió aquel acto en el Palacio Consistorial, informó de la muerte de Carrión esta tarde en las redes sociales. «Triste noticia el fallecimiento de Juan Carrión, nuestro hijo adoptivo. Un docente pionero que deja su huella eterna en Cartagena. Descanse en paz», escribió. 
Carrión falleció en el hospital Santa María del Rosell y su cuerpo se encuentra ya en el tanatorio Estavesa. Como reconocimiento a este profundo amor, la alcaldesa, Ana Belén Castejón, ha ofrecido a la familia cubrir el féretro con un sudario con el escudo de Cartagena, que portará durante el velatorio y el sepelio.
El sepelio tendrá lugar mañana jueves, día 31 de agosto, a las 18:30 horas en la capilla del tanatorio. Posteriormente será trasladado al cementerio de Nuestra Señora de Los Remedios, donde recibirá sepultura, como manifestó que fuera, en vida.

Lo que hoy cuenta La Voz de Almería

Muy apreciado por toda la comunidad beatlemana, que le conocía con el apodo de 'Profesor Pepper', Carrión era especialmente querido en Almería, donde participaba activamente en los actos y conciertos promovidos por la Asociación Lennon Almería Forever. Además, estuvo presente en la inauguración de la estatua dedicada al cantante y en la apertura de la Casa del Cine.
La historia de Juan Carrión fue descubierta por el escritor y periodista Javier Adolfo Iglesias, quien la publicó en La Voz de Almería y después la dio a conocer en un curso de verano de la Universidad de Almería celebrado en 2006, donde el profesor coincidió con Cynthia Lennon.
Durante los años sesenta, Carrión enseñaba inglés en Cartagena utilizando canciones de los Beatles. Cogía las letras de oído, tal y como las ‘cazaba’ en Radio Luxemburgo, con errores, vacíos y términos que no llegaba a entender.
Cuando en 1966 se enteró de que John Lennon estaba rodando en Almería la película 'Como gané la guerra' a las órdenes de Richard Lester decidió visitarle. Tras dar con él, le mostró sus libretas y anotaciones y le dijo que sus alumnos agradecerían tener las letras impresas cuando se editaran los discos.
Lennon escuchó atento y se despidió con una dedicatoria manuscrita en un cuaderno: “Good luck with the English!”. También le prometió que iría a verle a Cartagena. Nunca lo hizo pero desde entonces Juan Carrión fue recibiendo en su academia los discos de los Beatles.
El primer paquete contenía las letras y el sencillo, antes de salir a la venta, de ‘Strawberry Fields Forever’ (que Lennon compuso durante su estancia en Almería) y ‘Penny Lane’. Después llegaría el mítico álbum ‘Sgt. Pepper’s Lonely Hearts Club Band’. En su contraportada, las letras de todas las canciones. Nadie en la historia de la música había hecho algo así antes.
Esta anécdota fue llevada al terreno de la ficción por David Trueba en 'Vivir es fácil con los ojos cerrados', ganadora de seis Premios Goya. La historia real la recoge Javier Adolfo Iglesias en su libro 'Juan & John. El profesor y Lennon en Almería para siempre' (Círculo Rojo), donde traza además una amplia biografía del docente.

La verdadera historia del encuentro con Lennon

A principios de agosto de 1966 aparecía el nuevo álbum de los Beatles, ´Revolver´, de nuevo sin letras. Entonces Carrión tomó una decisión: tenía que decir en persona a Lennon que esto no podía seguir así, que estaba harto de oír una y mil veces sus canciones a través de Radio Luxemburgo o de pinchar sus discos para adivinar qué demonios decían en sus temas: «Me suponía un esfuerzo titánico, dedicaba a esa tarea mucho tiempo. Cuando empezaron a llegar más discos de los Beatles a España, los pinchaba y a toda prisa escribía la letra. Pero tenía que poner cada disco montones de veces para lograr una letra entera. Y había partes que no entendía», rememora. ´Yellow Submarine´, de aquel ´Revolver´, era la que más lata le daba: «Era muy difícil porque tiene un intermedio musical en el que hacen un montón de ruidos. No lograba saber lo que decían», declaró Carrión a Diario de Ibiza.
Así que decidió hacer la maleta, meter en ella los cuadernos en los que sus alumnos de los Maristas y de su academia particular escribían las letras de los Beatles, y se subió en Cartagena (no en Albacete, como aparece en la peli) a un autobús con destino a Almería (tardó un par de horas en llegar), donde sabía que desde principios de septiembre John Lennon rodaba ´Cómo gané la guerra´.
«Llevaba poco dinero. En Almería me alojé en la Fonda Comercio. Allí me di cuenta de que no iba a ser tan fácil. No me podía trasladar al desierto, donde rodaban la película. Pero tuve suerte. Fui a un mesón, El Pesebre, y allí pregunté si sabían dónde podía encontrarles. El dueño me dijo que tenía suerte, pues al día siguiente iban a ir allí mismo a comer», recuerda.
Pero quienes llegaron al día siguiente trabajaban en una película distinta, y para televisión: «Todos eran norteamericanos muy amables. Pero la protagonista –detalla Carrión– me dijo que ella vivía al lado de John Lennon, que le escribiera una nota para pasársela. Al mismo tiempo me enteré dónde paraba un señor que hacía de secretario de Lennon. Le localicé y le di varios cuadernos para que viera cómo mis alumnos más pequeños estudiaban inglés con las canciones de los Beatles. También le enseñé un montón de papeles de las canciones del disco ´Revolver´, que acababa de salir, que contenían muchos espacios en blanco: las palabras o frases que no entendía al oír ese disco».
Lennon se ponía en contacto con Juan Carrión a través del conductor de su Rolls-Royce: «Durante una semana recorrí la ciudad de Almería a bordo de ese coche junto al chófer, Antonio, del que me hice amigo. Íbamos a comprar cosas para Lennon y su familia. En las tiendas le hacía de intérprete pues Antonio solo hablaba inglés». De aquel Rolls-Royce, la primera vez que entró le causó impresión cómo olía: «Igual que el Chevrolet que mi padre tuvo antes de la guerra. Olía intensamente a los asientos tapizados de piel», explica. Nunca estuvo dentro con Lennon.
Aún conserva en su casa aquellos cuadernos que Lennon le corrigió con rotuladores (que fue a comprar junto al chófer del Rolls-Royce) de colores: «Los voy a llevar al banco, no sea que un día me den un disgusto», asegura. Su propósito inicial no era que Lennon rellenara los huecos de las canciones que los alumnos de Carrión habían copiado en sus respectivos cuadernos: «Se los mostré para que se diera cuenta de lo difícil que me resultaba completar las letras con las que mis alumnos estudiaban».
El de Liverpool los retuvo durante una semana, pero no le devolvió ni rellenó todos los cuadernos, de tapas duras y a rayas y cuyas hojas no se pueden arrancar, los que lleva usando toda la vida para aplicar su particular método. Lennon completó la letra de ´Yellow submarine´ con el rotulador amarillo y en uno de los cuadernos le escribió ´Good luck for your english´.
Al final, al cabo de una semana, obtuvo lo que califica como «el gran premio», nada menos que poder ver a Lennon en persona. «Tardó una semana en verme, no porque no quisiera recibirme, sino porque se empeñó en rellenar los blancos de aquellos cuadernos. Luego lo dejó... Se cansó».
El encuentro no se produjo en el desierto de Tabernas, sino en el Cortijo Romero: «Solo le vi media hora. Eran las cuatro de la tarde. Me recibió en el rellano de la escalera. Llevaba un balón en las manos porque se iba a la playa con Michael Crawford, el protagonista de la película. Me estaban esperando. Llegué tarde porque no encontraba aquel sitio. Yo había ido a la casa donde en teoría residía con Cynthia [la primera esposa del Beatle], pero ella me dijo que fuera a otra que había justo al lado. Y me perdí».
«¿Llegas tarde!», le gritó Lennon desde la escalera. «Parece mentira, pero eso me tranquilizó. Fue una entrevista muy cordial», comenta. «Primero –recuerda– le di las gracias porque en la escuela usábamos sus canciones sin pagar nada a los Beatles. Le pedí además que me mandara las letras cuando salieran los discos. Me prometió eso y que iba a venir a Cartagena. Creo firmemente que iba a hacerlo, pues todo lo que me prometió, lo cumplió. En cuanto llegó a Londres, me mandaron desde allí todas las partituras. Y desde entonces, los discos empezaron a salir con la letra». El siguiente álbum, ´Sgt. Pepper´s Lonely Hearts Club Band´, ya las incluía: «Aquella entrevista con Lennon la hice pensando solo en mis alumnos y en el problema que suponía averiguar toda la letra. Nunca pensé que pudiera tener tanta trascendencia». Cuando al poco tiempo apareció ´Magical Mistery Tour,´ le mandó dinero para que le enviara el disco: «Pero me lo devolvió junto al disco, en el que ponía ´Not for sale´».
Cree que en aquellas fechas Lennon atravesaba un momento difícil: «En Almería se aburría. Mi visita fue para él un alivio: ver sus letras en aquellos cuadernos de los niños le sirvió para regresar a su verdadero mundo. Le llevé un montón de trabajo de su propio mundo. Me consta, porque me lo dijo su chófer, que mi visita le influyó. Se ve que en Almería apenas habló con gente».

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