miércoles, 30 de agosto de 2017

El euro pone en riesgo el optimismo de Guindos sobre la recuperación española / José Hervás *

La re­va­lo­ri­za­ción del euro -que este martes se ha si­tuado por en­cima de 1,20 dó­la­res- es una preo­cu­pante no­ticia para el Gobierno y los es­paño­les, de cara a la con­so­li­da­ción del cre­ci­miento de la eco­nomía es­pañola, ya que pone en riesgo las pre­vi­siones op­ti­mistas de una mayor re­cu­pe­ra­ción del mi­nistro Luis de Guindos. 

Este cambio euro/dólar también supone un riesgo para la creación de empleo, cuyo ritmo positivo se vio reducido, según los datos del Ministerio de Empleo del pasado mes de julio, aunque la ministra Fátima Báñez ha ofrecido este martes un aspecto esperanzador sobre las contrataciones.

Las cotizaciones a la Seguridad Social superarán en el mes de agosto los 10.000 millones de euros lo que supondrá un récord en este ámbito. Pero la subida del 4,5 % de los ingresos de la Seguridad Social en lo que va de año sigue sin compensar el incremento de los gastos en pensiones, cuyo sistema se ve más en riesgo si no se adoptan nuevas medidas.

Hasta el presidente del Banco Central Europeo ha alertado sobre la situación del futuro de las pensiones. Aunque no ha dado la menor pista sobre lo que tiene previsto hacer sobre los tipos de interés y sobre el ritmo de disminución y el final de la compra de activos de los bancos y grandes empresas europeas, sí que ha aprovechado su presencia en Jackson Hole (Wyoming) para alertar de que el sistema no se puede sostener en las condiciones actuales.

Sabedor de la sensibilidad social que existe ante las declaraciones de los banqueros en materia de pensiones, ha recurrido a los datos para dejar claro que se tienen que adoptar medidas a nivel mundial. En ocho años, en el ámbito de los países de la OCDE, por cada 100 personas en edad de trabajar habrá 35 pensionistas. Cuando se generalizó el sistema de las pensiones en Europa, en los años 50 del siglo pasado esta relación era de 10 a 100.

Aunque el consejo de gobierno del BCE se reunirá el jueves de la próxima semana, los expertos no se ponen de acuerdo sobre si Draghi anunciará una modificación de la política monetaria europea. Los tipos de interés, junto con el crecimiento económico y la creación de empleo, son los tres elementos fundamentales para la generación de ingresos y de beneficios del sector financiero.

Los expertos que defienden la posibilidad de una subida, recuerdan que Mario Draghi ya lo había sugerido hace unos meses. Por el contrario, quienes defienden la posibilidad de mantener el actual estatus quo, recuerdan que la política del BCE ha ido unos dos años por detrás de las medidas adoptadas por la Reserva Federal. Como la reunión de la FED para decidir sobre los tipos no se producirá hasta los días 20 y 21 de septiembre, la decisión en Europa previsiblemente deberá esperar todavía un tiempo.

Con esta posibilidad de un nuevo retraso en el anuncio del cambio de política monetaria en la eurozona, la banca ha sido el sector que más ha sufrido la desconfianza de los inversores. A ello debe sumarse la incertidumbre política que genera la cuestión catalana en los inversores internacionales.

El riesgo de ruptura es considerado como una cuestión de máxima gravedad. Pese a que se rechaza la sola idea de comparar a España con la antigua Yugoslavia, cada vez son más los medios y los analistas que alertan a Europa de la necesidad de evitar una situación similar.

Con la revalorización de euro poniendo en riesgo una parte de la recuperación de la economía y del empleo, y con la prevista subida de tipos haciéndose esperar, quizás retrasándose entre uno y dos años, las proyecciones para lo que queda de año no son nada halagüeñas. La única señal esperanzadora es la mejora de la confianza de los alemanes, así como la pujanza de su economía.

Además, los 15 puntos con los que aventaja Angela Merkel al candidato social demócrata, Martin Schultz, parecen transmitir tranquilidad a los consumidores alemanes que, de acuerdo con los sondeos, muestran querer mantener el actual status quo. En las relaciones bilaterales, España ha conseguido saldos más positivos con los conservadores que con los socialdemócratas. Al menos desde este flanco nada apunta a que haya que añadir otra incertidumbre más en un panorama que se muestra angustioso.


(*) Periodista

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