martes, 9 de diciembre de 2008

El clima da a la campaña de la vendimia una calidad superior a otras añadas

MURCIA.- La uva ya está en las bodegas. a campaña de la vendimia en las tres zonas amparadas por una denominación de origen en la Región -Jumilla, Yecla y Bullas- se ha cerrado de forma satisfactoria pese a que las lluvias de las pasadas semanas hicieron temer por un retraso en la recogida, adelanta hoy "La Verdad".

Finalmente, más de 110 millones de kilos de uva esperan ya a ser procesadas, una cantidad similar a la del pasado año, pese a que en Bullas se ha reducido en un 20% la recolección. Más allá de lo cuantitativo, viticultores y bodegueros coinciden en declarar esta añada como una de las mejores de los últimos tiempos, gracias a que la sequía ha dado un respiro.

En Jumillla se han recogido casi 75 millones de kilos, según indicó Pascual Cruz, técnico del Consejo Regulador. «En lo climatológico, esta cosecha se caracteriza por haberse beneficiado de las lluvias caídas a finales de 2007, superiores a la media», explica. Estas lluvias permitieron que la vid quedase repleta de reservas para afrontar el ciclo de invierno y posteriormente los rigores del caluroso y seco verano.

«Esto hizo, además, que la brotación, floración y cuajado de la uva fueran perfectas», apunta desde Casa de la Ermita el enólogo y director técnico de la bodega, Marcial Martínez. «La cosecha del 2008 se recordará como una de las mejores», apunta, «ya que un verano de calor no extremo, y noches en las que refrescó bastante, contribuyeron de manera decisiva al procurar una maduración lenta y progresiva, factor de vital importancia para la calidad de la baya».

En Yecla se han recolectado más de 30 millones de kilos de uva, de las 14.000 hectáreas que se cultivan en su término municipal -la mitad en la zona de la Denominación de Origen-, lo que se considera una campaña normal pese a una ligera reducción por los efectos de la sequía. La campaña finalizó hace apenas una semana y la calidad de la uva ha sido muy buena, debido a las condiciones climatológicas, que en esta ocasión han sido muy favorables para el viñedo.

La satisfacción generalizada es la tónica entre los bodegueros de la zona. La variedad monastrell, de la que se cultiva el 90% de los viñedos y que es la variedad que identifica a esta zona, ha alcanzado entre los 12 y 13 grados de media. También ha sido muy buena en el resto de las tintas, con un color y un aroma excelente.

Aunque en menor cantidad, habrá también unos buenos vinos blancos, sin menospreciar los rosados, en donde en esta zona se consigue una muy buena calidad en todos los aspectos. Estos datos dan como resultado el que se pueda conseguir la elaboración de unos excelentes vinos.

Ahora se está a la espera de que sean los propios expertos de la Denominación de Origen (DO) de los Vinos de Yecla los que cataloguen los vinos de la campaña de 2008, pero todo hace presagiar que será una añada a tener en cuenta.

Los Servicios Técnicos del Consejo Regulador han dado por finalizada la vendimia 2008 en Bullas, con un balance provisional en cuanto al volumen total de producción en torno a los seis millones de kilos de uva, un 20% inferior a la vendimia del 2007, pero con una calidad similar a la campaña anterior.

Durante los próximos días se obtendrán los datos definitivos por variedades, una vez que los veedores del Consejo Regulador acaben con los trabajos de inspección en bodegas. Durante la campaña, hasta el inicio de la vendimia la evolución general de los viñedos ha sido buena, tanto desde el punto de vista vegetativo como sanitario, lo que resulta decisivo para la calidad de la uva.

150 infracciones

La Inspección Provincial de Trabajo y Seguridad Social ha finalizado también su propia campaña de vendimia con un total de 45 empresas inspeccionadas durante los dos últimos meses. Según su director, José Fuentes Conesa, el 80% de estas inspecciones se ha llevado a cabo en Jumilla, Yecla, Bullas y el Valle del Guadalentín y se han abierto 151 expedientes, una cifra que «dobla a la registrada el pasado año».

La mayoría de las infracciones -105, en concreto- corresponden a inmigrantes en situación irregular en nuestro país, sobre los que se ejecutarán las pertinentes demandas de expulsión. El caso de una nave en Alhama en la que la policía encontró a 40 mujeres procesando uva para Nochevieja en situación ilegal es sólo la punta del iceberg de un problema que este año «ha recibido un repunte importante, en parte también porque se ha sido más selectivo en las inspecciones», añade Fuentes.

Las infracciones se completan con 42 personas -todos españoles- que trabajaban sin estar dados de alta en la Seguridad Social y cuatro personas más que estaban cobrando la prestación por desempleo.

Cada trabajador inmigrante en situación irregular le puede salir al empresario que lo emplea por un mínimo de 6.000 euros y un máximo de 60.000; mientras que los trabajadores no dados de alta tienen un rango de sanciones de entre 625 y 6.000 euros, dependiendo de factores como la reincidencia o el volumen de facturación de las empresas.

El repunte en las infracciones también está provocado por un mayor esfuerzo por parte de la Inspección de Trabajo. Este año se ha creado por vez primera un equipo específico para la campaña de vendimia, formado por un inspector y seis subinspectores, prácticamente el doble de los que en el 2007 se hicieron cargo de estas labores.

Fuentes cree que el repunte de las infracciones tiene que ver también con la situación de crisis.

«Normalmente, los tres sectores en los que se concentran las inspecciones y los expedientes son la agricultura, la hostelería y la construcción. Tras el parón de estos dos últimos, se ha notado un aumento en la agricultura», explica Fuentes.

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