Apunte de Argárico/Los saurios jalean al caracol

El pobre Valcárcel está deseando que llegue el 27-M y todo acabe. Mira de reojo al Senado ya que no sabe idiomas y, por tanto, no pinta nada en Estrasburgo. Lo único cierto es que necesita una buena inmunidad parlamentaria para afrontar, con más y mejor fuero, la que se le avecina desde la Fiscalía Anticorrupción y la Fiscalía del Tribunal de Cuentas de la Unión Europa por el viaje a California, con fondos europeos para otra cosa, para ver trasvases de la mano de Chencho Arias, patrono de la Fundación "Caja Murcia", y cónsul general de España en Los Ángeles. ¿Malversación de fondos además?

Sabe que quienes le obligan ahora a este sobreesfuerzo percibido, lo dejarán tirado a la vuelta del verano si no gana las elecciones, y si gana, también. Durante el día se encierra cabizbajo en su despacho oficial y ordena que no le molesten, ni con teléfono ni con visitas. Los funcionarios de San Esteban lo notan políticamente acabado y en fuga a plazo para evitar la inhabilitación desde instancia judicial. El sistema valcarceliano no funciona y a la sociedad civil murciana, que ha enterrado el miedo y ya no tiene pánico escénico, le urge mutarlo pese a saberlo rehén de un determinado poder financiero más que de grupos de presión, también en presencia entre nosotros.

El presidente sabe que está pillado en el burdo fraude de la balsa Jenny y también en la venta con truco de los recalificados terrenos cartageneros de Zincsa. Pero habrá nuevas revelaciones sobre temas susceptibles de ser penales (¿algo de la República Dominicana?) antes de la jornada electoral porque la impunidad, suya y del clan, ha sido larga y relajada. Y con nasales cómplices en ese ladrillo que todo lo polariza ahora. Atentos a la Cadena SER y a "El País" de aquí al día 25.

Los saurios que lo tienen de mascarón de proa todavía jalean mucho a este caracol, que no ve el momento de refugiarse en su caparazón. Y son ellos quienes lo obligan a tanto bolo electoral por los más recónditos rincones de la Región. También a la ristra de promesas que no piensa cumplir porque tiempo ha tenido de sobra para hacer diez veces más y no ha hecho prácticamente nada en doce años en San Esteban. Valcárcel se ha convertido por dinero, que no poder real, en un mentiroso compulsivo. Los 700.000 millones de pesetas del presupuesto regional no los maneja él porque pasan antes por "Caja Murcia".

Es patético verlo de actor malo, de mitin en mitin, sólo para decir mentiras o cosas en las que no cree y hasta detesta. Sus amos lo están poniendo al borde de sus fuerzas por miedo a la gente de Zapatero y a un emergente Diego de Ramón, que viene libre de hipotecas y con tal aura de hombre honesto, que nadie en el PP-CDL se atreve al más mínimo pulso en directo con él para evitar el K.O. electoral y que trascienda su ventaja comparativa al tiempo que su diferencia cualitativa. Por algo a Calero tampoco le gusta nada Diego de Ramón y su UDeRM. La visita a Artur Mas ha demostrado que tiene buenos resortes y mejores contactos sin necesidad de profesar en la masonería murciana.

No es sólo Valcárcel quien ningunea a Saura y Pujante, y boicotea mediáticamente a De Ramón. (El presidente ha visitado de incógnito Televisión Murciana para pedirle a Zambudio que no vuelva a invitar más al aspirante franciscano porque los murcianos lo descubren y le votan). Es Carlos Egea quien ha cogido verdadero pánico al impoluto abogado y recela de, las no expresadas todavía, intenciones socialistas sobre su continuidad al frente de "Caja Murcia".

Y es que los ademócratas murcianos intentan por todos los medios condicionar la siguiente expresión de la voluntad popular, subvirtiendo las reglas no escritas del sistema y no ver peligrar así sus minoritarios intereses. El candidato de la Coalición Ciudadana Regional tiene ocho objetivos irrenunciables, necesarios de alcanzar si se quiere regenerar en profundidad la democracia murciana. Es más inquietante fuera que dentro de la Asamblea Regional.

Porque hoy no resiste el más mínimo análisis científico el estado de verdadero caos democrático en que está sumida la Región. La "mani" del próximo sábado, del "Murcia no se vende, gobierne quien gobierne", es consecuencia de la verdadera radiografía, a manera de síntesis, de lo que concluye el Informe 2006 del Foro Ciudadano, realizado por los mejores y más independientes especialistas universitarios progresistas. El drama es que el neoliberalismo más inculto y cerril se ha apoderado de los medios de producción murcianos con la total complicidad, complacencia y reciprocidad del corrupto gobierno autónomo que, como siempre, intenta perpetuarse a base de más trampas.

La última maniobra es que el órgano de dirección de la CAM se reúna en Murcia el día 25, 48 horas antes de las elecciones de mayo, para anunciar un balón de oxígeno a un Valcárcel atemorizado sólo por pensar en la posibilidad de perder la mayoría absoluta y quedar al albur de un presidente de izquierdas en la Asamblea Regional; una cámara ante la que no quiere dar explicaciones sobre las últimas fechorías que se le imputan, la no menos grave tener a los murcianos dentro de un 50% de precariedad en el empleo por un modelo laboral caduco.

La gente, por eso, hace chanzas con el eslogan electoral de los candidatos del PP al convertir su desacertada idea de publicidad de marketing, confianza, en una síntesis del trance judicial por el que pasan algunos candidatos de este partido en la Región de Murcia: mejor, con fianza. Es lo propio de la sabiduría popular que barrunta el cambio. Y eso es lo que vale más que todas las encuestas juntas. El caracol tiene un grave problema de baba y se está quedando seco.