MADRID.- El PSOE ve asumible que el Estado pueda transferir hasta
6.000 millones de euros al año en ayudas a ciudadanos cuyas rentas no
llegan al umbral de la pobreza severa, marcado actualmente en unos 5.300
euros.
"Es un esfuerzo presupuestario asumible y que
la sociedad española podría y debería hacer", señala el
responsable económico del PSOE, Manuel Escudero, uno de los artífices
del nuevo proyecto socialista de Pedro Sánchez y que fue asesor de la
ONU.
Escudero ha
recalcado la necesidad de que el Parlamento empiece a tramitar ya el
ingreso mínimo vital de 426 euros planteado por los sindicatos y
considera que se podría perfeccionar con transferencias del Estado
ligadas a los umbrales de pobreza en España.
En este
sentido, indica que el instrumento para implementarse sería el IRPF, con
un impuesto negativo para aquellos que no lleguen a los 5.300 euros
anuales, aún sumando trabajos, subvenciones u otro tipo de ayudas.
El planteamiento es que estas personas declaren sus rentas y el Estado
les compense hasta el importe que marca el umbral de la pobreza, que
"hoy está en 5.300 pero que mañana puede ser de 7.000", señala Escudero
tras puntualizar que el objetivo es "eliminar la pobreza severa".
Un colectivo "olvidado" en la rebaja fiscal que ha pactado Ciudadanos
con el Gobierno, recrimina el economista a la formación naranja -que en
su opinión- ha preferido bajar el IRPF a las rentas de 14.000 a 17.500
euros anuales antes que destinar ese dinero a familias que no llegan ni a
los 5.000 euros.
"No puede haber nadie que con la
suma de trabajos a tiempo parcial, chapucillas y subvenciones no llegue
al umbral de la pobreza severa, y quien no llegue a eso tiene derecho a
una transferencia por parte del Estado", incide al tiempo que estima el
coste presupuestario de estas transferencias rondaría los 6.000 millones
de euros anuales.
Esta medida se enmarca dentro del
nuevo planteamiento fiscal que el PSOE está diseñando y en el que no
caben subidas de impuestos para el 70 % u 80 % de los contribuyentes,
que son rentas medias.
Aboga por la homogeneización
gradual de rendimientos de rentas de capital y de trabajo, por la
introducción de nuevos impuestos "verdes", por recuperación del Impuesto
al Patrimonio y por subir el tipo mínimo del Impuesto de Sociedades al
15 %.
Y es que Escudero alerta de que en el techo de
gasto para 2018 no contempla planes de ingresos suficientes y fía la
recaudación al crecimiento económico al tiempo que recuerda que la base
media de cotización de los trabajadores también se ha reducido por el
"bajo" nivel de los salarios.
Aquí hace también
hincapié en la subida del Salario Mínimo Interprofesional (SMI) para que
llegue a los 1.000 euros en 2020 y apuntale un crecimiento económico
que no ve sólido.
"Cualquier shock externo puede poner al traste el tan cacareado nuevo crecimiento económico", comenta.
En este aspecto, Escudero deja claro que el PSOE buscará siempre el
acuerdo con los sindicatos y considera que en alza del SMI "la
productividad y la inflación también deben entrar en una parte de la
ecuación".
Ironiza con que los salarios "no van a
subir por la invocación pía de la ministra de Trabajo y porque exhorte a
las empresas" y recalca que la solución pasa por "derogar" la reforma
laboral de 2012 que otorgó más poder a los empresarios en la negociación
colectiva.
"Superar la reforma de 2012 que subsume la de 2011, con toda su letra y con todo lo que supone", reafirma.
Escudero también advierte de que los bajos salarios, unido a la entrada
de la economía digital que conllevará menores cotizaciones de los
trabajadores está provocando una falta de confianza de los jóvenes en el
sistema de pensiones.
Señala que el Estado debe
encontrar una solución para aquellos jóvenes que no han cotizado durante
la crisis económica y se enfrentan a una baja pensión.
"La irregularidad en las carreras de cotización es cada vez más
habitual", dice al tiempo que critica el inmovilismo del PP en la mesa
parlamentaria del Pacto de Toledo, donde "hay un comensal que está
ausente".
Escudero insiste en que hay que volver a
ligar las pensiones al IPC y defiende vías de financiación vinculadas a
la imposición general.
Ante esta falta de ingresos,
el coordinador de Economía del PSOE cree que la meta de déficit público
del 2,2 % del PIB para 2018 es "peligrosamente aventurada", mientras
afirma que la reducción del déficit de la Seguridad Social del 1,6 %
este año al 1,1 % el que viene "no cabe en la cabeza".