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viernes, 6 de diciembre de 2019

Alarma en la Seguridad Social: 150 euros de cada pensión se pagan a través de emisiones de deuda


MADRID.- Un informe publicado recientemente por el Instituto de Estudios Económicos (IEE) titulado «La deuda pública en España» aborda también el «agujero de las pensiones«. Y avisa de la situación «alarmante» que se puede observar en este pilar del Estado del Bienestar en España. según recoge OkDiario

Por ejemplo, uno de los datos más preocupante que muestra es que 150 euros de cada pensión se están pagando con emisiones de deuda, lo que indica que las cotizaciones sociales no son suficientes para soportar el gasto que generan mes a mes las jubilaciones.
Según el informe que ha sido elaborado en base a la información del «Institut Économique Molinari», «desde 2016, el déficit anual del sistema se sitúa por encima de los 16.000 millones de euros, lo que significa que, en promedio, 150 euros de cada pensión se están pagando a través de emisiones de deuda».
El IEE también advierte que «la precaria situación de la Seguridad Social queda también de manifiesto si se estudia la deuda asumida por el sistema, que hasta mediados de 2017 se mantuvo estabilizada en torno a 17.000 millones de euros, pero desde entonces se ha disparado hasta situarse por encima de los 50.000 millones de euros».
El documento es taxativo: «Si analizamos la salud de la Seguridad Social en los distintos países de la Unión, llegamos a una conclusión alarmante: la caja de las pensiones española presenta el peor resultado, puesto que los ingresos logrados por cotizaciones en 2018 fueron insuficientes para cubrir 37 días de gasto en pensiones«. 
Es decir, que más de un mes de las nóminas que abona el Estado a más de diez millones de pensionistas no se pueden pagar con las cotizaciones, lo que indica que el sistema actual no es sostenible.
De hecho, el think tank del organismo que preside el exsecretario de Estado de Economía, Íñigo Fernández de Mesa, y que dirige el expresidente del INE, Gregorio Izquierdo, «al margen de España, solo Italia y Dinamarca tienen la caja de la Seguridad Social en números rojos, aunque el descuadre del país nórdico es de apenas una jornada, mientras que la república transalpina sí cosecha un resultado preocupante que se acerca al de España, con 31 días de saldo negativo». 
Por el contrario, todos los países restantes presentan un saldo positivo en su pilar del Estado del Bienestar. De hecho, la media europea es de 12 días extra de pago de las pensiones.

jueves, 28 de noviembre de 2019

Así resolverá el Gobierno español el problema de las jubilaciones, según Niño Becerra


BARCELONA/MADRID.- El economista Santiago Niño Becerra ha manifestado en una entrevista en el programa Versió RAC1, que el sistema de pensiones español "no es sostenible". En su opinión, el Gobierno recurrirá de nuevo al fondo de reserva en diciembre para poder abonar la paga extraordinaria de Navidad. Se hará uso de 3.000 millones de euros, ha indicado.

Niño Becerra ha apuntado que no se puede resolver el problema alargando la edad de jubilación. "¿Cómo se puede plantear alargar la edad de jubilación si las empresas están echando a la gente más mayor porque les salen más caros? Tal como está diseñado el modelo, las pensiones no son sostenibles. Ahora quedan 1.500 millones de euros en el fondo de reserva", ha advertido.
El economista ha apuntado que la solución vendrá de la UE, porque obligará al gobierno español. "Este problema se empezará a resolver con el nuevo gobierno porque Bruselas no los dejará continuar con este sistema. De entrada, quizás subirán un impuesto para pagar las pensiones", ha pronosticado.
Y ha apuntado que el modelo final será de pensiones más bajas. "Si no hay dinero para las pensiones, no hay para nadie. Están funcionando con préstamos. Mucha gente piensa que habrá pensionistas de clase A, los antiguos, y los de clase B, con recortes. Yo creo que no será así: se recortarán para todo el mundo por igual", ha apuntado.
Niño Becerra ha asegurado que el modelo actualmente es del todo disfuncional. "La pensión media para los que se jubilan ahora es un 20% más alta que el salario medio que cobran los jóvenes. El problema es que el sistema no ingresa suficiente dinero", ha resumido.

La Seguridad Social ingresó un 8% más hasta septiembre

La Seguridad Social ingresó hasta septiembre 103.202,68 millones de euros por cotizaciones sociales, cifra que supera en más de un 8% la registrada en el mismo periodo de 2018.
A este concepto se suman el resto de los ingresos como transferencias corrientes y de capital, patrimoniales, enajenación de inversiones y otros, hasta totalizar unos derechos reconocidos en términos homogéneos de 121.227,50 millones.
El gasto en términos homogéneos, por su parte, fue de 126.473,96 millones de euros, de los cuáles, 118.454,90 millones se destinaron a ayudas económicas a familias, 5,50% más que en 2018. El gasto en pensiones (invalidez, jubilación, viudedad, orfandad y en favor de familiares) es de 106.198,50 millones de euros (de los cuales, 5.599,91 corresponden a complementos a mínimos). El incremento de esta partida en el último año ha sido de un 5,30%.
Como resultado de la diferencia entre unos derechos reconocidos netos por operaciones no financieras de 121.566,63 millones de euros y unas obligaciones reconocidas de 126.473,96 millones de euros, a 31 octubre, las cuentas de la Seguridad Social presentan, en términos homogéneos un saldo negativo de 4.907,33 millones de euros.
En 2019 se ha producido un cambio de criterio de la imputación presupuestaria de determinados gastos de 2018 asociados a la recaudación. Por este motivo, hasta octubre de 2019 se han imputado 1.324,36 millones de euros de gastos devengados en noviembre y diciembre del pasado año que corresponden fundamentalmente al pago delegado de la incapacidad temporal y a la aportación por parte de las mutuas colaboradoras al sostenimiento de los servicios comunes. Lo que arroja un saldo negativo en el ejercicio de 2019 de 6.231,69 millones de euros, que corresponden a la diferencia entre unos derechos reconocidos por operaciones no financieras de 121.566,63 millones de euros y unas obligaciones reconocidas de 127.798,32 millones de euros (126.473,96+1.324,36).
Del volumen total de derechos reconocidos, el 90,77% corresponde a las entidades gestoras y servicios comunes de la Seguridad Social y el 9,23% restante a las mutuas colaboradoras con la Seguridad Social. En cuanto a las obligaciones, el 91,60% ha sido reconocido por las entidades gestoras y el 8,40% por las mutuas colaboradoras.

Ingresos no financieros
Las cotizaciones sociales han ascendido a 103.202,68 millones de euros lo que representa, respecto al mismo período del año anterior, un aumento de 7.651,14 millones de euros en términos absolutos y de 8,01 puntos porcentuales en términos relativos, que viene originado por el aumento de la cotización de ocupados en un 7,67%, mientras que la cotización de desempleados registra un aumento del 13,93%.
Las transferencias corrientes totalizaron 16.934,07 millones de euros, con un decremento del 0,39% sobre el importe a la misma fecha del ejercicio 2018.
Los ingresos patrimoniales registran 99,95 millones de euros, con un decremento interanual del 58,26%, y las tasas y otros ingresos reflejan la cantidad de 990,80 millones de euros, con un aumento interanual del 19,16%.

Gastos no financieros
Las prestaciones económicas destinadas a familias e instituciones totalizaron 118.454,90 millones de euros, descontados los gastos devengados el pasado año e imputados en el presente, lo que supone un crecimiento en términos homogéneos del 5.50% respecto al ejercicio anterior.
De estas prestaciones las pensiones son las más importantes, alcanzando una cifra de 106.198,50 millones de euros, de los cuales 5.599,91 millones son complementos a mínimo de pensión, abonados por el Estado a la Seguridad Social. Supone un incremento en tasa interanual del 5,30%.
Las pensiones no contributivas alcanzaron los 1.919,87 millones de euros, con un crecimiento del 3,6%. En cuanto a las ayudas familiares alcanzaron los 1.472,47 millones, con un crecimiento del 6,30%.
Las ayudas por cuidado de hijo (antes maternidad y paternidad) y riesgo para el embarazo alcanzaron 2.173,37 millones, con un crecimiento del 10,46%.
Las prestaciones por incapacidad temporal, descontada la referida imputación de gastos de 2018, supusieron 6.591,05 millones de euros, con un incremento del 12,96% respecto del mismo periodo del ejercicio anterior.
Los gastos de gestión realizados por la Administración de Seguridad Social han experimentado un aumento del 2,01% en gastos de personas, uno del 1,77% en gastos corrientes de bienes y servicios, y una disminución del 15,23% en inversiones. Todo ello, con un aumento global del 1,38% interanual.

lunes, 25 de noviembre de 2019

Casi 2 de cada 10 murcianos sabe lo que cobrará cuando se jubile

MURCIA.- Solo un 18% de los murcianos sabe lo que cobrará de pensión cuando se jubile, según se desprende de la VII Encuesta sobre el Ahorro de la Población Española elaborada por el Instituto BBVA de Pensiones-Mi Jubilación. Según este sondeo, tres de cada cuatro personas entrevistadas consideran que tiene sentido ahorrar para la jubilación.

Asimismo, el 52% de los murcianos de la generación del 'baby boom', nacidos entre 1957 y 1977, no creen que sus ingresos les permitirán vivir sin aprietos durante su vejez.
La séptima encuesta del Instituto BBVA de Pensiones-Mi Jubilación se realizó entre el 10 de septiembre y el 6 de octubre de 2019, con una muestra de 4.019 entrevistas. Como novedad, este año los entrevistados han sido exclusivamente miembros de la generación del 'baby boom', nacidos entre 1957 y 1977.
Los 'baby boomers' españoles reconocen mayoritariamente que la vida que han tenido hasta ahora ha sido mejor que la de sus padres: así lo piensa el 75% de los murcianos (porcentaje que aumenta a medida que lo hace la edad de los entrevistados), mientras que solo el 6% cree que ha sido peor (el 19% la considera más o menos igual).
No obstante, el 27% declara que le resulta difícil llegar a fin de mes (frente al 20% de la media nacional), y el 40% que llega justo. Sí manifiesta capacidad de ahorro un 32% (frente al 41% de la media nacional). De ellos, 12% afirman ahorrar, como mínimo, 300 euros al mes. La media del ahorro mensual asciende a 463 euros.
Por otra parte, hasta un 73% de los entrevistados de la Región de Murcia consideran que tiene sentido ahorrar para la vejez. Ante la pregunta de si creen que con sus ingresos vivirán sin aprietos durante su vejez, (52%) contesta negativamente. Este porcentaje se eleva hasta el 62% entre las mujeres y los 'baby boomers' más jóvenes (42-47 años).
Poco optimismo reflejan también las respuestas de los entrevistados a la pregunta sobre si podrían afrontar por su cuenta los gastos para su cuidado si durante algún periodo de la vejez no pudieran valerse por sí mismos: tres de cada diez dudan de ello (39%), e incluso uno de cada cinco da por seguro que no podrá (18%).
La mayoría de los 'baby boomers' murcianos (75% frente a un 69% de la media nacional) se muestran muy o bastante de acuerdo con que cada persona pueda elegir libremente hasta cuándo trabaja, aun a costa de perder parte de su pensión de jubilarse antes.
Ahora bien, puestos a elegir, a la mayor parte de los entrevistados activos de la Región de Murcia (62% frente) les gustaría jubilarse antes de los 65 años, y solo al 8%, más allá de esa edad. La edad media deseada para la jubilación se sitúa en torno a los 62 años.
Sin embargo, la media de edad a la que los entrevistados activos de la Región de Murcia creen que podrán jubilarse efectivamente es 65,8 años. Se observa que esa edad media aumenta a medida que desciende la edad de los entrevistados.
Así, la edad media a la que creen que podrán jubilarse los que tienen de 56 a 62 años es 65 años, mientras que la de los que tienen de 48 a 55 años se sitúa en 65,6 años, un año más que la de los que tienen de 42 a 47 años (66, 6). Téngase en cuenta que, de acuerdo con la reforma de las pensiones de 2011, estos dos últimos grupos se jubilarán cuando ya se haya cumplido el periodo de transición de la edad ordinaria de jubilación en España de 65 a 67 años (2027).
La preferencia mayoritaria de la población de la Región de Murcia es, por tanto, jubilarse pronto, y "del todo": un 74% de los encuestados activos declaran que, llegado el momento, prefieren jubilarse totalmente, frente a un 26% (frente al 21% de la media nacional) que preferiría seguir trabajando parcialmente, cobrando una parte del salario y una parte de la pensión.
Estas preferencias no van acompañadas de una gran confianza en la capacidad del sistema de la Seguridad Social de proveer pensiones suficientes (o adecuadas). De hecho, a la pregunta '¿Cree que cobrará una pensión desde que se jubile hasta el final de sus días?', un tercio de los entrevistados murcianos activos contestan negativamente (y un 10% adicional no da una respuesta concreta).
En cambio, el 64% de los entrevistados activos sí confían en que cobrarán una pensión desde que se jubilen hasta el final de sus días, aunque esta opinión varía significativamente en función de la edad: está más extendida entre los entrevistados mayores que entre los más jóvenes (56-62 años: 78%; 48-55 años: 62%; 42-47 años: 49%).
Y si bien el 80% de todos los que confían en que el sistema de la Seguridad Social les ofrecerá pensiones vitalicias piensan que esas pensiones alcanzarán para cubrir gastos de alimentación y vivienda, muchos menos creen que les permitirán cubrir gastos de ocio (35%), de cuidado personal doméstico (33%) o de residencia en caso de necesidad (32% frente a 24% de la media nacional).
El 60% de los futuros 'baby boomers' pensionistas creen que su pensión será su único ingreso cuando se jubilen. No obstante, solo uno de cada cuatro de los murcianos tiene una idea aproximada de lo que cobrará de pensión cuando se jubile (18% frente a un 27 % de la media nacional).
De ellos, el 18% de los murcianos se ha informado a través de consultas a la Seguridad Social (frente al 42% de la media nacional) y el 30% (frente al 39% de la media nacional) ha empleado cálculos propios.
En cuanto a la cuantía de la pensión, una amplia mayoría del 72% de los encuestados murcianos afirma que el total de la pensión que cobrarán a lo largo de su vida de jubilado será menor a todo lo cotizado durante su etapa laboral.
Esta percepción puede tener que ver con su confianza moderada en que el sistema de la Seguridad Social sea capaz de pagar pensiones adecuadas hasta el final de sus días, pero también puede obedecer al desconocimiento sobre la relación actual entre cotizaciones realizadas y pensiones percibidas.

jueves, 31 de octubre de 2019

UGT anima a 3.400 pensionistas a reclamar una subida de 80 euros al mes

MURCIA.- UGT pone en marcha una campaña para conseguir que los fijos discontinuos que han empezado a cobrar la pensión de jubilación en los últimos cuatro años reclamen el derecho a que la Seguridad Social no los penalice por haber tenido contratos a tiempo parcial y puedan cobrar unos 80 euros más al mes, que suponen el 22% de subida.

El Tribunal Constitucional ha eliminado esta penalización en una sentencia y la Seguridad Social ha dejado de aplicarla partir del 12 de agosto, pero el sindicato sostiene que un fallo del Tribunal de Justicia Europeo permite su aplicación con efecto retroactivo, lo que permitiría revisar la paga a unos 3.400 pensionistas de la Región, en su mayoría mujeres, que se han jubilado en los últimos cuatro años.
Según han informado en rueda de prensa la vicesecretaria general de UGT, Matilde Candel, y la secretaria de Política Social, Eugenia Pérez, la desaparición del coeficiente corrector del 1,5% que se aplicaba hasta ahora en el cálculo de la pensión de los trabajadores con contrato a tiempo parcial supone una diferencia de casi 80 euros mensuales para una paga de 350 euros.
Los 3.400 pensionistas de la Región podrían beneficiarse proceden sobre todo del sector agroalimentario, la hostelería y el comercio.
Al no haberse recogido la retroactividad, que permitiría reclamar a los pensionistas que han empezado a cobrar la paga a partir de 2015, UGT anima a los jubilados a reclamar de forma individual con el propósito de conseguir que «el Gobierno tenga que acabar modificando la legislación».
El problema en este momento es que «no hay un gobierno que pueda tomar esta decisión», indicó Matilde Candel.
A su juicio, es la misma situación que se planteó con «las cláusulas suelo», cuando la Justicia europea obligó a aplicar con efecto retroactivo la revisión de las hipotecas, a pesar de que el Supremo era partidario de que se aplicara solo a los nuevos contratos hipotecarios.
Ante la complejidad del procedimiento, el sindicato va a encargarse de tramitar las reclamaciones a través de la Federación de Pensionistas con el fin de alcanzar el mayor número posible.
El Tribunal Constitucional considera que el coeficiente corrector del 1,5% aplicado hasta ahora por la Seguridad Social, que penalizaba la forma de computar los períodos trabajados a tiempo parcial, establecía una doble discriminación, ya que las bases de cotización que se toman para calcular la pensión son inferiores a las que corresponden a las jornadas a tiempo completo, puesto que se calculan proporcionalmente.
También reconocía que esta norma perjudica especialmente a la mujer, dado que más del 60% de los contratos a tiempo parcial van destinados a trabajadoras de los sectores con mayor presencia femenina.
Sin embargo, Matilde Candel y Eugenia Pérez entienden que «el Constitucional va en contra de la doctrina de la Unión Europea», dado que el Tribunal de Justicia de la UE reconoce la posibilidad de que la desaparición del coeficiente corrector se aplique también a los pensionistas que han jubilado desde el año 2015.

viernes, 25 de octubre de 2019

El gasto en pensiones se eleva hasta la cifra récord de 9.710 millones, casi un 5% más

MADRID.- La Seguridad Social destinó en el presente mes de octubre la cifra récord de 9.710,3 millones de euros al pago de las pensiones contributivas, un 4,9% más que en el mismo mes de 2018, según datos publicados este viernes por el Ministerio de Trabajo, Migraciones y Seguridad Social, que ha destacado que el crecimiento del gasto “se ha ido moderando” desde el inicio del año.

El número de pensiones avanzó en octubre un 1,16% respecto al mismo mes de 2018, hasta 9.768.801 pensiones, nuevo récord del sistema. El Ministerio ha resaltado, no obstante, que este incremento interanual es el menor desde noviembre del año pasado.
Aunque la tasa de crecimiento interanual del número de pensiones no es de las más altas dentro en la serie histórica de la última década, con ella ya se acumulan 45 meses consecutivos de crecimientos superiores al 1%.
La pensión media de jubilación se situó al inicio del presente mes en 1.141,63 euros mensuales, un 3,3% más que en igual mes de 2018.
Por su parte, la pensión media del sistema, que comprende las distintas clases de pensión (jubilación, incapacidad permanente, viudedad, orfandad y a favor de familiares) se situó en octubre en 994,02 euros mensuales, lo que supone un aumento interanual del 3,7%.
La pensión media de viudedad, por su parte, ha registrado el mayor avance interanual en valores relativos, un 5%, hasta los 714 euros mensuales, tras la subida de la base reguladora sobre la que se calcula esta prestación desde el 56% al 60%.

martes, 22 de octubre de 2019

El Bundesbank alemán recomienda subir edad de jubilación hasta los 69,3 años

FRÁNCFORT.- La legislación actual en Alemania contempla ya un aumento paulatino de la edad de jubilación hasta llegar a los 67 años en 2031. Lleva tiempo pidiéndolo y ha vuelto a insistir en ello: el Bundesbank alemán recomienda, en su informe de octubre, subir la edad de jubilación en Alemania hasta los 69,3 años para adaptar la misma a la esperanza de vida de la población y a los cambios demográficos. 

De no tomarse medidas en esa dirección, según el informe, el sistema de jubilaciones alemán –que es un sistema de reparto en el que las pensiones de los jubilados se pagan con las cotizaciones que pagan los trabajadores– va camino a una situación comprometedora.
A mediados de la próxima década se jubilaría, de acuerdo con las reglas actuales, la generación del llamado baby boom, y la población alemana, además, se hace cada vez más vieja.
El Bundesbank propone un sistema en el que la edad de jubilación se haga dependiente de la esperanza de vida. Eso llevaría a que, a partir de 2032, la edad de jubilación empezaría a aumentar a un ritmo de tres cuartos de mes por año.
Con ello, los nacidos en 2001 se jubilarían a partir de mayo de 2070 con 69 años y cuatro meses.
En caso de que la esperanza de vida evolucione de manera distinta a lo esperado se pueden introducir las correcciones pertinentes en el sistema.
La legislación actual contempla ya un aumento paulatino de la edad de jubilación hasta llegar a los 67 años en 2031. Los aumentos de la edad de jubilación se iniciaron en 2012, de acuerdo con una reforma aprobada en 2007, durante el primer Gobierno de Angela Merkel.
Los cálculos oficiales sobre el sistema de jubilaciones llegan actualmente hasta 2032 y hay una comisión de expertos que deberá presentar, a más tardar en mayo del año próximo, una serie de recomendaciones sobre el futuro de las pensiones.
Por otra parte, el Bundesbank sostiene que para estabilizar el sistema de pensiones no bastará con un aumento de la edad de jubilación, sino que se necesitarán además recortes en las prestaciones de los jubilados y un aumento de la cotización del 18,6% al 24% del salario bruto. 

jueves, 17 de octubre de 2019

España costeará parte de la paga extra de jubilados con la hucha de las pensiones

MADRID.- El Gobierno en funciones de España tendrá que recurrir al fondo de reserva de la Seguridad Social en una cantidad de unos 3.500 millones de euros para poder costear la paga extraordinaria de Navidad de los pensionistas, dijo el jueves la ministra de Trabajo en funciones.

Magdalena Valerio estimó que esa sería la cifra que su departamento tiene previsto extraer de la popularmente conocida como “hucha” de las pensiones, que quedará así mermada hasta unos 1.500 millones de euros.  
“Como mucho podríamos sacar en torno a 3.500 millones de euros, eso es lo que en principio está previsto”, dijo Valerio. 
“Ojalá que vaya bien la recaudación en lo que vaya de año y pueda ser un poquito menos”, añadió.
Esta cantidad se sumará a los 6.330 millones de euros restantes del préstamo de 13.830 millones que concedió el Tesoro a la Seguridad Social.
El fondo de reserva llegó a acumular un saldo de 67.000 millones de euros en 2011, pero se fue vaciando a raíz de una fuerte crisis económica de para hacer frente a las pagas extraordinarias de verano y Navidad ante el desequilibrio entre los ingresos por cotizaciones sociales y el gasto en pensiones en un país de escasa natalidad y con una de las mayores esperanzas de vida del mundo.

miércoles, 16 de octubre de 2019

La Seguridad Social pone en marcha las jornadas informativas para cobrar su pensión si ha trabajado en Francia

MADRID.- La Seguridad Social organiza esta semana en la sede del INSS en Madrid el encuentro entre las autoridades españolas y francesas que se celebran cada año para informar a los nacionales de unos y otros países que, en muchos casos, desconocen los trámites a seguir para cobrar pensión en el caso de trabajar o haber trabajado en el país vecino.

Según los datos que maneja la administración española, el año pasado 20.000 personas generaron prestaciones al encontrarse en esta situación. Los registros sumaron más de 11.000 jubilaciones, 7.200 prestaciones de viudedad u orfandad y otras 1.200 por incapacidad permanente. Solo en Madrid se han registrado más de 1000 solicitudes en 2018.
El Instituto Nacional de la Seguridad Social empezó los contactos con su institución homóloga del país vecino en 1998 para poner en marcha este proceso informativo dado los constantes movimientos de trabajadores migrantes que se desplazan entre ambos países a trabajar en distintos sectores y campañas. Solo en Madrid residen 25.000 ciudadanos franceses.

martes, 1 de octubre de 2019

La AIReF pide desviar el déficit de la Seguridad Social al Estado para poder atajarlo

MADRID.- La AIReF considera que es necesario desviar parte de los gastos no contributivos que asume la Seguridad Social y que computan en su déficit al del Estado, donde pueden ponerse en marcha soluciones para atajarlo.

Durante un acto sobre "La sostenibilidad del sistema de pensiones", el presidente de la Autoridad Independiente de Responsabilidad Fiscal (AIReF), José Luis Escrivá, ha considerado que el actual déficit de la Seguridad Social proviene de una "situación contable y discutible".


Ha explicado que la mayor parte del déficit público está visualizado en la Seguridad Social, por lo que ha defendido "desviar el centro del problema y llevarlo donde están las palancas de actuación".
El presidente de la AIReF ha calculado que podrían corregirse hasta dos puntos del déficit de la Seguridad Social si los ingresos por cotizaciones sociales solo se utilizaran para abonar prestaciones por contingencias comunes y no para otras políticas sociales, que deberían pagarse con Presupuestos.
Además, ha añadido Escrivá, hay "subsidios cruzados" que también deberían sufragarse vía impuestos, así como unos costes administrativos del propio funcionamiento de la Seguridad Social, por unos 4.000 millones de euros.
Por otro lado, el presidente de la AIReF ha propuesto profundizar en la reforma de las pensiones de 2011, llevando la "edad real" de jubilación de los 62 años actuales a los 67 años que establece la Ley, lo que corregiría más de la mitad del "problema de gasto".
Además, ha creído necesario ampliar a toda la vida laboral el tiempo requerido para el cálculo de la pensión, respecto a los últimos 25 años que estableció la reforma de 2011.
Para Escrivá, "es un problema" que falte un marco a futuro sobre cómo revalorizar las pensiones, ya que el vigente índice de revalorización (del 0,25 %) "es un instrumento diseñado con la mejor de las intenciones pero impracticable", por lo tanto, "con poco recorrido".
Para el presidente de la AIReF es necesario abordar la sostenibilidad de las pensiones, tomando decisiones con tiempo y abordando "el problema del déficit público, que no de la Seguridad Social".

Las pensiones solo subirán en enero 2,5 euros si el Gobierno no lo remedia

MADRID.-Los jubilados habían ganado la batalla, pero no la guerra. La oleada de movilizaciones de pensionistas que comenzó hace ahora un par de años hizo al Gobierno de Mariano Rajoy dar marcha atrás y subir las prestaciones en línea con la evolución de los precios. Pero se trataba solo de una victoria agridulce, puesto que se aprobó para dos ejercicios: 2018 y 2019, a la espera de esa ansiada reforma del sistema que no llega y que se retrasa por la inestabilidad política. 

Así, salvo medida en contra, el próximo 1 de enero las pensiones volverán a subir, aunque con un alza mínima del 0,25 % por estar la Seguridad Social en números rojos, tal y como estableció la reforma del 2012. No quiere el actual Ejecutivo socialista que esto sea así, pero no tendrá fácil cambiarlo antes de que termine el año porque tendría que aprobar un Real Decreto estando en funciones, algo que no estaría muy bien visto, aunque tampoco lo ha descartado.
Por ello, lo más probable es que los más de 8,8 millones de pensionistas comiencen el año con una subida de su nómina en enero que no llega a los 2,5 euros de media y que situaría la prestación media del sistema en los 995,5 euros mensuales. De mantenerse este incremento todo el año, serían 34,7 euros más de ingresos anuales.
Mayor sería el aumento para los más de seis millones de jubilados: ganarían 2,8 euros más al mes hasta superar los 1.143 euros, con lo que el incremento anual para este colectivo rozaría los 40 euros de media. Superarían los 50 euros anuales los nuevos jubilados del Régimen General, cuya nómina se elevaría hasta los 1.460 euros.
Precisamente esos 50 euros son el doble de lo que se incrementaría de media la pensión de las más de 2,3 millones de viudas (en femenino porque la inmensa mayoría son mujeres): 1,7 euros al mes o 24,9 euros al año.
Llama la atención que esta cantidad anual es menor incluso que la subida mensual que tuvieron en enero de este año algo más de 400.000 viudas, consecuencia de que se aprobó elevar la base reguladora que se utiliza para calcular su pensión del 56 al 60 %, por lo que tuvieron un extra al año de 464 euros de media.
Por su parte, cerca de un millón de personas que cobran una prestación por incapacidad permanente ingresarán 4,6 euros más cada mes (65 euros al año) hasta los 982,6 euros de media, mientras que la pensión de orfandad crecerá apenas un euro al mes hasta los 425,8 euros.
Todos ellos experimentarían una pérdida de capacidad de compra, puesto que la inflación para el año que viene superará el 1 %. No obstante, se trataría de una pérdida de poder adquisitivo puntual, ya que todo apunta a que cuando se forme el nuevo Gobierno y tenga plenos poderes, aprobará una nueva revalorización con efecto retroactivo.

sábado, 28 de septiembre de 2019

Todas las ayudas para jubilados: del alquiler a mitad de precio al 'Imserso'

MADRID.- En España el gasto en pensiones ascendió a 9.644 millones de euros el pasado mes de junio, una cifra que se ha incrementado en un 7% respecto al año pasado según datos de la Seguridad Social. De media, los casi 10 millones de pensionistas españoles cobran 1.140 euros al mes; sin embargo, este número varía según el tipo de pensión, ya que, por ejemplo,  más de la mitad de los jubilados no llegan a los 900 euros, según cálculos de lainformacion.com

Pese a que las pensiones por jubilación son las que más gasto suponen, más del 70% del total, muchas veces resultan insuficientes, especialmente tras las cargas familiares que estos perfiles asumieron con la crisis económica; por lo que muchos recurren a ayudas públicas para hacer que su pensión llegue a fin de mes. A continuación repasamos los principales programas en favor de los jubilados por parte de las Administraciones Públicas.

Plan de vivienda 2018-2021

El plan estatal de vivienda 2018-2021 recoge ayudas para los mayores de 65 años. En concreto, quienes superen esta edad pueden solicitar una ayuda para cubrir hasta el 50% de la renta mensual; eso sí, deberá ser del importe que deben pagar por su vivienda habitual y permanente. Para aquellas rentas que superen los 600 euros, con un límite de 900, la ayuda será de hasta el 30% en el tramo de la renta comprendido entre 601 y 900 euros.
Además, este mismo programa concibe ayudas para realizar obras de accesibilidad en la vivienda que cubren hasta el 75% de la inversión si una de las personas que reside es mayor de 65 años.

Prestaciones de atención a la dependencia

Aquellas personas en situación de dependencia pueden solicitar prestaciones, que serán tanto económicas como de servicios, para atender sus necesidades. La legislación establece que la prioridad es la atención mediante los servicios públicos, pero en caso de no ser posible podrán recibir una prestación económica y ser atendido por cuidadores no profesionales siempre que la vivienda cumpla las condiciones de habitabilidad.
Además, para aquellos dependientes que quieran continuar viviendo en su casa, se ofrecen ayudas como la teleasistencia, ayudas personales, servicios domésticos o comida a domicilio, entre otros, que buscan mejorar su calidad de vida sin que suponga un coste adicional para ellos

Bono social eléctrico

No es una ayuda dirigida directamente a los jubilados, pero aquellos con menos recursos podrán beneficiarse del bono social eléctrico. En concreto, esta ayuda se destina a los jubilados, entre otros colectivos, más vulnerables por su condición social o económica y concibe descuentos de entre un 25% o un 50% de la factura eléctrica.

Viajes del Imserso

Otra de las necesidades que también tienen las personas jubiladas es el ocio y la cultura. En ese sentido, el Estado, a través del Instituto de Mayores y Servicios Sociales (Imserso), desarrolla un programa de turismo para “proporcionar a las personas mayores estancias en zonas de costa y turismo de interior”. Más allá de los viajes turísticos más conocidos, el Imserso también incluye el programa termalismo, alojamiento y manutención junto con tratamientos termales básicos.

Hipoteca inversa

En el presupuesto mensual de muchos pensionistas uno de los principales gastos es el pago de una hipoteca. A este respecto, para conseguir reducir el desembolso total existe la opción de la hipoteca inversa. Como su nombre indica, invierte los roles del préstamo tradicional, ya que es el propietario de una vivienda quien recibe una cuota mensual del banco, a cambio del inmueble. 
El importe de la renta que se percibe depende del valor de la vivienda, de la edad de la persona que contrata la hipoteca y de la elección que se haga entre recibir la renta por un periodo determinado o de forma vitalicia. Con esta modalidad, el propietario no pierde su propiedad y puede seguir utilizándola hasta su fallecimiento. No obstante, hay que tener en cuenta que esta opción implica una deuda que recibirán los herederos. 
Estas son las principales ayudas que se ofrecen desde la Administración Estatal, no obstante las Comunidades Autónomas, en base a sus competencias, conceden otras prestaciones dirigidas a estos colectivos.

martes, 24 de septiembre de 2019

Ministra Valerio: “Este año las pensiones van a ganar poder adquisitivo”

SANTANDER.- La ministra de Trabajo en funciones, Magdalena Valerio, vaticinó ayer que los pensionistas van a ganar poder de compra este mismo año ante la debilidad de los precios: “Las pensiones no solamente van a mantener el poder adquisitivo sino que van a ganar porque el IPC va aproximadamente en un 0,3% y se dice que puede acabar año en 0,6%/0,8% y las pensiones han subido todas un 1,6% y las mínimas un 3%”.

Valerio incluso apuntó antes de inagurar el Global Youth Leadership Forum (GYLF) organizado en Santander que con lo que suceda este año “se puede decir que se ha recuperado el poder adquisitivo perdido en los años pasados”.
Sobre las movilizaciones de pensionistas, la máxima responsable de la Seguridad Social declaró: “Es legítimo que cada uno defienda lo suyo, ellos quieren defender sus pensiones y yo decirles que el Gobierno también, cuando no ha estado en funciones y ahora que está en funciones, tiene muy claro que va a seguir defendiendo un sistema público de pensiones”.
En este sentivo, Valerio subrayó que tratará de garantizar dos cosas. La primera, la sostenibilidad financiera del sistema, es decir que “el sistema deje de estar en déficit y a ser posible tenga superávit”. 
En este sentido, Valerio inicidió en que, para lograr eso, es necesario que el sistema tenga “recursos suficientes” y, para ello, se necesita “más empleo, empleo de más calidad, mejor retribuido, con cotizaciones más altas y acabar con el fraude laboral”.
Una vez que eso se consiga, la titular de la Seguridad Social en funciones ha indicado que si los recursos no fuesen suficientes, se podría completar con "ingresos tributarios". "Como están haciendo otros países de la UE y tiene previsto también nuestro país en su normativa, se puede completar esa financiación vía cotizaciones con ingresos tributarios".
"Ahí ya se podrá discutir si tienen que ser con tributos creados específicamente para las pensiones o una reforma fiscal justa que haga acopio de más recursos para poder completar los recursos de la Seguridad Social", ha añadido.
Y, por otro lado, ha destacado que el Gobierno también quiere garantizar la sostenibilidad social del sistema de pensiones cumpliendo lo que establece la Constitución, "que tiene que haber pensiones dignas, actualizadas y que mantengan el poder adquisitivo".

lunes, 23 de septiembre de 2019

La Seguridad Social tendría superávit si sólo pagase las pensiones contributivas

MADRID.- Aunque en plena campaña electoral va a celebrarse en Madrid otra nueva manifestación a favor del sistema público de pensiones, el próximo 16 de octubre, los partidos políticos, enfrascados en su particular guerra por el poder, siguen sin aportar soluciones de futuro a las prestaciones de casi nueve millones de votantes directos más otros cuatro millones más que dependen también de la prestación principal. Lo que es evidente es que los partidos no concurrirán a las nuevas elecciones generales de noviembre sin al menos garantizar la revalorización de las pensiones con el IPC, a juicio de vozpopuli.com.

La novedad es que es que la recaudación por cotizaciones hasta julio supera con creces el gasto en pensiones contributivas, es decir, aquellas que causan derecho y que se corresponden con el pago de las cuotas correspondientes durante la vida laboral. La Seguridad Social consiguió recaudar en los siete primeros meses del año (últimos datos disponibles) 71.745 millones de euros por las cuotas de los trabajadores y de las empresas.  Supone un incremento del 7,87% respecto al año anterior, a la espera de la repercusión de la desaceleración económica en el empleo que ya se observa, y se debe al alza del Salario Mínimo Interprofesional para el régimen general y al leve repunte de los salarios, en particular el de los empleados públicos.
Mientras, gastó 72.866 millones en abonar el conjunto las pensiones (un 6% más), tanto contributivas como no contributivas, incluida la paga extra. A esta cifra de gasto hay que sumar también otros 6.819 millones (un 31% más) por el abono de una serie de subsidios, entre ellos la incapacidad temporal o las prestaciones por maternidad. Es decir, los ingresos van como un tiro, y también los gastos en las prestaciones, aunque en menor medida. Todo esto llevará a que, una vez computado el resto de gastos inherentes a la gestión del sistema público, las cuentas oficiales, tal como están estructuradas en la actualidad, arrojen a fin de año un nuevo déficit superior a los 16.000 millones (1,3% del PIB). Pero, si la Seguridad Social sólo tuviera que pagar las pensiones contributivas, es decir, las que se reciben por haber cotizado, las cuentas registrarían un superávit que a fin de año superaría los 16.000 millones.
Es el precio que supone para el sistema público que todos los gobiernos hayan utilizado la caja de las pensiones, financiada sólo por los cotizantes (sin aportaciones del Estado), para pagar otros pagos que, al tratarse de decisiones políticas, deberían abonarse con cargo a la recaudación que obtiene el Estado. En particular, con la caja de los impuestos satisfechos por el conjunto de los contribuyentes. El problema es que los partidos políticos han asignado al sistema el pago de pensiones no contributivas, como las de viudedad (19.401 millones en 2019), orfandad (1.571 millones) y a favor familiar (291 millones) o subsidios como la prestación por maternidad o paternidad (2.558 millones).
A lo que se añade otras partidas interesantes, por ejemplo, que los funcionarios adscritos cobran de la caja de las pensiones y no del Estado (2.400 millones anuales) o que el Gobierno no reintegre a la Seguridad Social los 3.700 millones anuales que deja de percibir la caja por las subvenciones a la contratación que han decidido los grupos políticos para reducir artificialmente la estadística del paro.

Peso muerto

Muchas de estas ayudas han sido calificadas de “peso muerto”, es decir, se trata de subvenciones que el empresario realizaría sin tener bonificación alguna. Pero, ninguna de las distintas reformas del sistema público realizadas hasta ahora se ha ocupado de cambiar de caja a estas asignaciones no contributivas reduciendo o suprimiendo incluso paulatinamente su gasto mientras que el Estado debería meter en cintura sus cuentas para afrontar estas partidas. Tan sólo se han ocupado de reducir el gasto en pensiones dificultando el acceso o minorando la prestación. Falta una reforma que dirima que el sistema público de pensiones sólo tenga que pagar las prestaciones de jubilación, incapacidad o de enfermedad de quienes han cotizado por ello, y que el Estado, con el dinero de todos los españoles, asuma las prestaciones no contributivas.
Por tanto, la caja de las pensiones se ha utilizado para atender pagos que no le corresponde. De esta forma, el Estado no ha puesto ni pone un solo euro para pagar las pensiones contributivas ni las no contributivas, que se han adjudicado al sistema, tal como hacen la mayoría de los países de nuestro entorno.

Partidas ajenas a la Seguridad Social

Al contrario, la Seguridad Social lleva más de 40 años abonando partidas que no le corresponden y que dilapidan su principal fuente de ingresos: las cotizaciones. Incluso, los gobiernos han añadido al sistema cohortes de regímenes deficitarios y mutualismos privados de grandes empresas. Es decir, los partidos políticos, en busca de réditos electorales, han montado con la caja de los cotizantes un sistema de protección social (gasto social) para el conjunto de ciudadanos sin la contribución económica del Estado, ni siquiera para abonar las prestaciones no contributivas y subsidios que le ha endosado.
De esta forma, la crisis económica y del empleo ha aumentado el déficit ‘trasvasado’ del sistema público de pensiones actual mientras que ha enmascarado el déficit real del Estado en términos presupuestarios.
Incluso, José Luis RodríguezZapatero estuvo a punto de que la Seguridad Social se hiciera cargo de la aplicación de la Ley de Dependencia. Años atrás, la caja de las pensiones se encargó también del coste durante varios años de la universalización de la sanidad o del complemento a mínimos de las pensionistas que no había cotizado lo suficiente para tener derecho a una prestación básica.

Fondo de reserva

Según un estudio realizado por CCOO, si el Estado no hubiera utilizado la caja de los cotizantes a lo largo de su Historia, ahora mismo habría un Fondo de Reserva superior al medio billón de euros y no habría que preocuparse de los efectos demográficos ni del denominado ‘baby boom’ (generaciones plagadas de familias numerosas de finales de los años 60 que llegarán a partir de 2020 a la prestación).
Que el Estado asuma con la caja de impuestos de todos los españoles los gastos no contributivos de protección social, que ahora paga la Seguridad Social, ha sido planteado directamente por los sindicatos y algunos grupos políticos en la Comisión de Pacto de Toledo para incluir en la reforma siempre pendiente. Incluso, la Autoridad Independiente de Responsabilidad Fiscal (Airef) y el Banco de España han recomendado al Gobierno que actúe en esta línea o que incremente los ingresos del sistema público.
Los gobiernos de turno se resisten porque los impuestos no dan mucho más de sí y se verían obligados a realizar un drástico ajuste del gasto en el conjunto de las administraciones públicas para obtener recursos. Esta solución no figuraba en ninguna propuesta de los programas de los partidos políticos en las últimas elecciones ni tampoco aparecerán en las que tendrán lugar en noviembre. Ni siquiera constaba entre las 370 propuestas de Sánchez a Iglesias para su apoyo en la fallida investidura.
Por tanto, las pensiones contributivas actuales no tienen problema alguno para financiarse con las cotizaciones recaudadas. Registran un potente superávit. No ha habido problemas ni en los peores años de la crisis económica Incluso podría haber margen para reducir las cuotas a los empresarios.

Ingresos por cotizaciones

Por primera vez desde 2008, si no se deteriora gravemente el mercado laboral en los próximos meses, el Gobierno de turno va a cumplir el objetivo de ingresos por cotizaciones. Incluso lo va a superar. Esos 71.745 millones de ingresos (derechos reconocidos) hasta julio equivalen a una media mensual de 10.249 millones. Por tanto, si la situación no empeora mucho, la caja de ingresos por cotizaciones a finales de año podría sumar casi 123.000 millones, 8.000 millones más (7%) sobre la cifra prevista en los presupuestos (115.000 millones).
Esos 123.000 millones son de largo suficientes para abonar las verdaderas prestaciones contributivas: pensiones de jubilación (86.146 millones); pensiones de invalidez de los trabajadores (12.382 millones), así como los subsidios por incapacidad temporal de los cotizantes (7.979 millones). En total, estas prestaciones previstas suman 106.507 millones. Es decir, las cuentas del sistema público tendrían un superávit en 2019 de unos 16.500 millones, más del doble que el registrado en 2017 (7.718 millones) si se detraen las pensiones no contributivas colgadas al sistema.
Esa cifra sería superior si el Estado abonara también, como le corresponde, los sueldos de los funcionarios adscritos a la Seguridad Social y, por ejemplo, las bonificaciones a la contratación. Las pensiones contributivas nunca han registrado déficit real alguno a tenor de las cotizaciones recaudadas. Ni siquiera en los peores años de la crisis. Por ejemplo, el peor ejercicio fue en 2016, con un superávit de sólo 5.068 millones, muy lejos del mejor año, 2008, con una diferencia favorable entre ingresos de los cotizantes y gasto en estas pensiones de 34.142 millones. 
En los siete primeros meses del año, es decir, hasta julio el superávit es de 7.000 millones como consecuencia de haber ingresado la Seguridad Social 71.745 millones por cotizaciones y haber gastado 64.774 millones en pensiones causadas por derecho por haber satisfecho las cuotas correspondientes para la jubilación, invalidez e incapacidad temporal.

domingo, 22 de septiembre de 2019

El artículo 21 de la Ley de Gobierno, la llave de Pedro Sánchez para subir el SMI y las pensiones

MADRID.- La inminente disolución de las Cortes Generales este próximo martes 24 y la convocatoria de la repetición electoral del 10 de noviembre harán que el Gobierno en funciones dirigido por Pedro Sánchez se prolongue al menos unos meses más, lo que, ante la cercanía de 2020, ha activado el debate sobre la capacidad de un Ejecutivo en funciones para aprobar medidas de calado como las subidas de las pensiones con el IPC, el Salario Mínimo Interprofesional (SMI) o el salario de los funcionarios.


El Gobierno socialista ha manifestado en las últimas semanas su intención de llevar a cabo estas medidas, suscitando dudas sobre si un Ejecutivo en funciones puede y debe tomar decisiones como éstas que conllevan un fuerte impacto en las cuentas públicas. En este sentido, según han manifestado fuentes gubernamentales, en el Gobierno consideran que tienen capacidad para aprobarlas, amparándose en el artículo 21 de la Ley de Gobierno, que tiene como título 'Del Gobierno en funciones'.
Dicho artículo, en su punto número tres, establece que "el Gobierno en funciones facilitará el normal desarrollo del proceso de formación del nuevo Gobierno y el traspaso de poderes al mismo y limitará su gestión al despacho ordinario de los asuntos públicos, absteniéndose de adoptar, salvo casos de urgencia debidamente acreditados o por razones de interés general cuya acreditación expresa así lo justifique, cualesquiera otras medidas".
Así, desde el Ejecutivo consideran que medidas como la revalorización de las pensiones y la subida del SMI o del salario de los funcionarios podrían encajar en el concepto de "casos de urgencia" o de "interés general" y que, por tanto, estaría justificado aprobarlos por real decreto. Sin embargo, las mismas fuentes gubernamentales consultadas señalan que en estos momentos no se trabaja con la idea de aprobarlas estando en funciones, al prever que el resto de formaciones políticas podrían acusar al PSOE de utilizar el Gobierno para tomar medidas electoralistas.

Contradicciones

En cualquier caso, en los últimos días las declaraciones realizadas por distintos miembros del Gobierno han entrado en contradicción sobre la posibilidad de aprobar estas medidas estando en funciones. Por un lado, el pasado jueves por la noche, Sánchez indicó en una entrevista en laSexta su intención de aprobar antes de final de año la revalorización de las pensiones con el IPC y la subida del SMI, además de expresar su compromiso de materializar el incremento del salario de los funcionarios que estaba pactado. Sin embargo, los tiempos contemplados para la formación de las nuevas Cámaras parlamentarias y las negociaciones para la formación de Gobierno, dificultan que haya un Ejecutivo a pleno rendimiento antes de finalizar el año.
Además, en el caso de las pensiones, el pasado jueves la ministra de Hacienda en funciones, María Jesús Montero, aseguró que para aprobar su revalorización con el IPC "se necesita un Gobierno que no esté en funciones". Por ello, señaló que, en caso de que su partido consiga formar Gobierno tras el 10 de noviembre, "tendremos que trabajar a finales de año, una vez el Gobierno esté a pleno rendimiento, para intentar plantear que la recuperación de los derechos de los colectivos más vulnerables pueda entrar en vigor en la mayor brevedad posible".
En caso de que el 1 de enero siguiera sin haber un Ejecutivo a pleno rendimiento con capacidad para aprobar estas medidas, las pensiones se revalorizarán de forma automática tan sólo un 0,25%, el mínimo legal, según establece el Índice de Revalorización de las Pensiones (IRP). En cualquier caso, como ha ocurrido en otras ocasiones, la revalorización con el IPC puede ser aprobada más adelante aplicándola con carácter retroactivo desde el 1 de enero.
Además, a pesar de que la subida de las pensiones depende del Ministerio de Trabajo, Migraciones y Seguridad Social, y la subida del salario de los funcionarios es competencia del de Política Territorial y Función Pública, fuentes de Hacienda indicaron que su departamento trabaja con la idea de acometer ambas medidas a través de los Presupuestos Generales del Estado (PGE) de 2020 en caso de que no sean aprobadas antes.
En este caso, una vez investido un presidente y formado el Ejecutivo, se podría activar la tramitación de los Presupuestos, que suele tener una duración de unos tres meses, algo que dependerá también de la correlación de fuerzas parlamentarias que haya tanto en el Congreso de los Diputados como en el Senado. A este respecto, la ministra Montero manifestó el jueves su esperanza de que "en febrero o marzo estemos hablando de los Presupuestos de la legislatura".

Funcionarios y SMI

En cuanto al salario de los funcionarios, el pasado miércoles los sindicatos CCOO, UGT y CSIF enviaron al presidente del Gobierno en funciones una carta en la que le exigían que garantice que los empleados públicos tendrán en 2020 la subida salarial pactada.
Preguntado sobre este tema en la rueda de prensa del Consejo de Ministros celebrada ayer, viernes, y a si será posible aprobarla antes de que finalice 2019, el ministro de Política Territorial y Función Pública en funciones, Luis Planas, se limitó a responder que el Gobierno tiene la voluntad de acometer dicha subida y que "tiene que someterse a la ley", pero sin especificar si puede hacerse o no estando en funciones.
En concreto, el acuerdo que se cerró en 2018 entre los sindicatos y el entonces Ministerio de Hacienda y Función Pública, dirigido por Cristóbal Montoro, pactó para 2020 una subida fija del 2% y hasta un 1% adicional en función de la tasa de crecimiento económico.
En lo que respecta a la subida del SMI, fuentes gubernamentales explicaron que en este caso la aprobación mediante real decreto sería menos problemática que en el caso de las pensiones y el salario de los funcionarios, ya que el Salario Mínimo no va vía Presupuestos.

Entregas a cuenta

Otra cuestión que plantea una contradicción con la posibilidad de acogerse al artículo 21 de la Ley de Gobierno para aprobar medidas que implican un fuerte incremento del gasto es el debate vivido en los últimos meses alrededor de las entregas a cuenta de las comunidades autónomas.
Ante las críticas recibidas por parte de las comunidades autónomas y de diversos partidos de la oposición por el retraso en la actualización de las entregas a cuenta que el Gobierno debe transferir a las comunidades autónomas, la ministra Montero ha argumentado que, según un informe de la Abogacía del Estado, el Ejecutivo no puede actualizar dichas entregas estando en funciones. Además, Montero ha recordado que esta es la misma situación vivida en 2016 cuando el Gobierno del PP liderado por Mariano Rajoy estuvo en funciones y que el entonces ministro de Hacienda, Cristóbal Montoro, utilizó el mismo argumento.
De esta forma, se genera la contradicción de por qué el Gobierno ha defendido públicamente en los últimos meses que no puede actualizar las entregas a cuenta estando en funciones, y que, al mismo tiempo, sí considere la posibilidad de aprobar la subida del SMI o las pensiones con el IPC acogiéndose al argumento de que son medidas de "interés general" o de "urgencia".

martes, 3 de septiembre de 2019

Cómo reducir la brecha de la pensión entre el autónomo y el asalariado

MADRID.- La libertad de elección de los autónomos sobre la cuantía de su pensión de jubilación favorece que la prestación sea, a la postre, la de menor importe. En concreto, y según los últimos datos de la Asociación de Trabajadores Autónomos (ATA), su pensión media a 31 de julio se situó en 761,68 euros versus los 1.284,38 euros del trabajador por cuenta ajena, lo que supone una brecha del 40%, según publica El Confidencial.

Actualmente, el Régimen General de Trabajadores Autónomos (RETA) permite que estos profesionales puedan elegir su base de cotización con independencia de sus ingresos. Es una horquilla que va desde los 994,40 euros hasta los 4.070,10 euros, lo que implica abonar una cuota mensual de casi 300 euros como mínimo hasta 1.200 euros como máximo para tener derecho a prestaciones (jubilación, viudedad, maternidad, enfermedad, etc.).
De tal manera que, a menor cotización, menores prestaciones. El 86% de los autónomos opta por la mínima. 
Según una encuesta de la ATA, casi el 40% no modifica su base por falta de ingresos; cerca de un 30%, por las pobres coberturas que a cambio se ofrecen; y un 13%, por considerar más seguro echar mano de un plan de pensiones privado.
Precisamente, el ahorro complementario no solo sirve para reducir esa brecha con los asalariados, sino también para mantener el actual nivel de vida en un contexto en el que se cuestiona la viabilidad del sistema público de pensiones. 
El futuro dibuja una España con serias dificultades para financiar las pensiones dada la mayor longevidad, el aumento del número de jubilados y la baja tasa de natalidad. Esto indica que, de no cambiar el actual modelo, las prestaciones públicas tenderán a la baja.
Gracias a las ventajas fiscales, el plan de pensiones es el producto por antonomasia para asegurarse una jubilación en condiciones, pero no vale acordarse de él cuando apenas nos queda una década para el retiro laboral, como habitualmente ocurre, según los expertos de la gestora 'value' Bestinver, sino que hay que hacer una planificación a largo plazo para tener más margen de tiempo para ahorrar y para que el esfuerzo sea más provechoso. 
En este sentido, hay que poner a trabajar el ahorro, dejando que el interés compuesto vaya haciendo crecer de forma exponencial el dinero, al acumular año tras año sobre el capital inicial los rendimientos generados en el producto financiero. Este mecanismo hace que cada vez el ahorro sea más elevado.
Vamos con un ejemplo: imagina que inviertes en un producto de renta variable con una rentabilidad media anual del 10% durante tres décadas. Si todos los meses destinas 220 euros, al jubilarte acumularías casi 455.000 euros, según refleja la calculadora de la gestora independiente. Esta cuantía cubriría el 'gap' entre la pensión mínima y la máxima durante la etapa dorada.
Es decir, llegada la jubilación, la suma de la pensión pública y el plan de pensiones alcanzaría la prestación máxima de 2.500 euros, y eso sin tener que aumentar la base de cotización. 
Dicho de otra forma, el esfuerzo acumulado de invertir en un plan de pensiones durante tres décadas sería de 72.000 euros frente a los 270.000 euros que habría que destinar para situar la base de cotización en la máxima a partir de los 42 años, que es el límite de edad para poder beneficiarse de esa mayor prestación por jubilación.

'Value investing'

¿Qué productos ofrecen de manera consistente rentabilidades medias anuales del 10%? Aquellos que son gestionados bajo la estrategia conocida como 'value investing'. Esta filosofía inversora, cuyo máximo exponente es hoy el gurú de las inversiones Warren Buffett, consiste en invertir en acciones de compañías con elevado potencial de crecimiento pero que, por diversas circunstancias como las incertidumbres geopolíticas, los desastres naturales o la propia gestión del negocio, están infravaloradas. 
El tiempo es el principal aliado de esta metodología. “Es el largo plazo el que tenderá a recoger ese valor intrínseco en la acción. Este proceso de convergencia entre el precio y el valor es el que genera la rentabilidad que esperamos”, aclara el director Comercial de Bestinver, Gustavo Trillo.
Para identificar esos buenos negocios, se analizan las principales ratios financieras de la compañía (datos fundamentales), para comprobar si cuenta con un balance saneado, en forma de generación de caja con la que financiar su crecimiento sin tener que recurrir a terceros y de poco endeudamiento. En paralelo, es necesario conocer el comportamiento del sector y de la competencia. 
Por otra parte, las compañías de calidad deben tener un equipo directivo de reconocida trayectoria, alineado con los intereses de los accionistas, lo que suele coincidir con el espíritu de las empresas familiares. Asimismo, contar con ventajas competitivas sostenibles en el tiempo y que las hagan destacar sobre sus inmediatos rivales. 
“Nuestra filosofía de inversión se asienta en tres pilares: análisis fundamental, una gestión adecuada del riesgo para minimizar la probabilidad de pérdida del capital y un horizonte temporal a largo plazo”, concluye Trillo.
El Confidencial, en colaboración con Bestinver, gestora independiente especializada en fondos de inversión y planes de pensiones, pone a disposición de sus lectores el espacio Ahorro e Inversión. Con 30 años de experiencia y 6.200 millones de euros de patrimonio bajo gestión, Bestinver trabaja con el objetivo de generar las mejores rentabilidades a largo plazo para sus inversores.

domingo, 1 de septiembre de 2019

España ha acumulado ya derechos de pensiones que superan el 270% del PIB

MADRID.- Si España tuviese que pagar hoy todos los derechos de pensiones adquiridos por los pensionistas y los trabajadores necesitaría casi tres años completos de producción para hacerlo. Esto es, casi cuatro billones de euros. Esta cifra da buena muestra del elevado esfuerzo que suponen las pensiones para el país, y que se repite en el resto de Europa, relata este domingo El Confidencial

Esta es la estimación que realizó el Banco Central Europeo (BCE) en su último boletín, en el cual dedicó un capítulo completo al análisis de los sistemas de protección social de los países de la eurozona. Los cotizantes españoles han acumulado unos derechos de pensiones que alcanzan el 270% del PIB (flujos futuros traídos a precios actuales).
Estos derechos adquiridos resultan de la suma de los flujos que percibirán los actuales pensionistas así como los derechos derivados de las cotizaciones que ya han realizado los trabajadores y que empezarán a percibir cuando se retiren. 
De esta forma, el resultado que se obtiene, del 270% del PIB, sería el coste que tendría que asumir el estado para 'recomprar' esos derechos y anularlos. Algo que legalmente no es posible, claro.
Esta cifra, estimada por el BCE y Eurostat, sirve para calibrar la magnitud del gasto en pensiones que ya está comprometido actualmente. Y no solo eso, también la necesidad de generar crecientes ingresos por cotizaciones para poder cubrirlo.
Solo la Seguridad Social tiene unos pasivos contraídos que alcanzan el 240% del PIB
La gran mayoría de estos derechos adquiridos tienen como contraparte a la Seguridad Social. Solo este subsector tiene unos pasivos adquiridos próximos al 250% del PIB. El resto, en torno al 30% del PIB, corresponde al Estado, la mayor parte en las clases pasivas.
La situación de España todavía no es tan complicada como la del conjunto de Europa. El principal motivo es que la transición demográfica desde el 'baby boom' hasta el envejecimiento se produjo más tarde, de modo que las generaciones más abundantes todavía están trabajando. 
La situación en España se complicará de forma significativa a partir de la década de los treinta, cuando la generación del 'baby boom' ya tenga casi todos sus derechos de pensión adquiridos.
En el conjunto de la eurozona, los derechos de pensión se sitúan en el entorno del 310% del PIB. Esto es, serían necesarios más de tres años completos de producción para liquidarlos. Austria y Francia son los países que están en una situación más delicada, ya que ambos países acumulan pasivos con los cotizantes superiores al 350% del PIB.
El Banco Central Europeo advierte a los estados miembros del riesgo que están asumiendo con el crecimiento del gasto social. 
 "Los cambios registrados desde 2001 en el gasto público de la zona del euro muestran los riesgos que plantean las vulnerabilidades fiscales para la sostenibilidad de las políticas de gasto que promueven el crecimiento", señala la entidad en su boletín. 
¿Cómo podrán asumir el coste social del futuro (pensiones y sanidad) si ya tienen un gasto muy elevado?
El gasto en pensiones es el más preocupante. Primero porque en los próximos años se empezará a retirar la generación del 'baby boom'. Y segundo, porque es un gasto muy inercial, ya que los derechos adquiridos se tienen que abonar de forma casi íntegra. Queda un pequeño margen discrecional para los gobiernos, pero los trabajadores que han cotizado durante toda su vida no aceptarán una gran rebaja en sus activos.
El BCE también plantea una segunda derivada en los países con un sistema de reparto, como es el de España. En estos estados, las pensiones se pagan con las cotizaciones de los trabajadores, de modo que es necesario equilibrar los ingresos a los gastos. 
Este sistema "suscitará problemas de equidad intergeneracional, ya que la ratio cotizantes-beneficiarios está disminuyendo y estimaciones recientes sitúan los compromisos acumulados hasta la fecha de la seguridad social en más del 200% del PIB en la mayoría de los países". 
¿Cómo equilibrar la carga entre cotizantes y pensionistas? Esta será una de las claves del futuro y no se resolverá sola, como parece que esperan los políticos de España.

viernes, 30 de agosto de 2019

La pensión de los jubilados crece más del doble que los salarios y muy por encima de la inflación

MADRID.- Los pensionistas están ganando poder adquisitivo a una velocidad muy superior a la de los trabajadores en activo en España. En un momento en el que la moderación salarial vuelve a estar sobre la mesa por el enfriamiento de la economía, el monto de la pensión media en España ha subido en el último año un 3,75%, hasta 992,35 euros al mes, según los datos difundidos esta semana por el Ministerio de Trabajo y recoge El Español.

Se trata de una mejora del poder adquisitivo para los pensionistas muy superior a la lograda por los trabajadores en ese mismo periodo. El incremento de los salarios en España ha sido del 1,7% en el último año (datos de junio a junio), según los últimos cálculos del Monitor Adecco de Oportunidades y Satisfacción en el Empleo.
Además, la subida se produce en un periodo en el que los precios han dado tregua al bolsillo de los ciudadanos. El IPC adelantado que ha publicado el INE este jueves confirma que la inflación se ha desinflado hasta niveles mínimos desde septiembre de 2016.
Es más, el coste de la vida en España ha caído un 0,1% entre julio y agosto y la llamada 'cesta de la compra' es tan solo un 0,3% más cara que hace un año.

Lejos de las recomendaciones

Aunque las pensiones son más bajas que los salarios, la tasa bruta de reemplazo de las pensiones en España es del 82%, muy por encima de la media de los países de la OCDE (52%) y de la media de los países de la Unión Europea (59%), según datos de BBVA Research.
Esta tasa mide la diferencia entre el último sueldo percibido como trabajador y la primera nómina de la pensión. Y de seguir así, cada vez va a ir aumentando más en lugar de recortarse como recomiendan todos los organismos internacionales a España para garantizar el sistema de pensiones.
Reformar la Seguridad Social es una asignatura urgente que debe acometer España. El gasto en pensiones no parece encontrar techo y en agosto alcanzó otro récord, tras dispararse un 5,03%, hasta 9.681,51 millones de euros.
Gracias al aumento de la afiliación a la Seguridad Social, el número de trabajadores que sostiene a cada pensionista ha mejorado hasta una ratio de 2,31, tras amagar con perder la proporción de dos trabajadores, a partir de la que se rompería la viabilidad del sistema.
Sin embargo, esa mejora se ha producido en un entorno de precarización de los contratos de trabajo, lo que tiene un impacto directo en los ingresos de la Seguridad Social por trabajador. Una situación que lleva a los expertos a recordar que no se debe caer en la complacencia.
"Las pensiones máximas hace ya mucho tiempo que superan los salarios medios. Pero, además, aunque ha aumentado la ratio de trabajadores por pensionista, hay que mirar con qué tipo de salarios. Para ver si el sistema es sostenible, no solo debemos fijarnos en el número de cotizantes por pensionista, sino sobre qué base reguladora trabajamos", explica a El Español el director de Adecco Group Institute, Javier Blasco.
En ese sentido, añade Blasco, el enfriamiento que está mostrando la industria es preocupante por ser el sector que emplea a los trabajadores con mayores salarios.
A esto se suma el reto que plantea para la sostenibilidad de la Seguridad Social el hecho de que los nuevos jubilados se incorporen al sistema con pensiones que cada vez tienen una mayor cuantía.
Esto hace que el gasto en pensiones crezca a una velocidad superior al aumento de los beneficiarios, que en agosto, por ejemplo, fue del 1,2%. Así, el contrato social que representa nuestro modelo de pensiones es una bomba de relojería en una España cada vez más envejecida.

Populismo con las pensiones

Con cerca de 10 millones de votos en juego, en un país sin mayorías parlamentarias suficientes para gobernar con comodidad, reformar el sistema de pensiones para garantizar su sostenibilidad es cada vez más acuciante y más complicado.
De hecho, detrás de esta subida de las pensiones se esconde el Decreto que el Gobierno (ahora en funciones) logró sacar adelante en el Congreso el pasado enero sin votos en contra gracias a la abstención de PP y Ciudadanos.
La Cámara que tumbó los Presupuestos Generales del Estado (PGE) aprobó una revalorización de las pensiones en 2019 del 1,6% de manera general y del 3% en el caso de las pensiones mínimas y no contributivas. 
Se acordó así una subida generosa, muy superior a la que experimentará el IPC este año si no hay sorpresas. Y se hizo en un momento en el que la economía mundial amenaza con echar el freno y el mercado laboral ya ha dado alertas de agotamiento.

martes, 27 de agosto de 2019

Así afecta la ausencia de gobierno a quienes cobran prestaciones

OVIEDO.-Las pensiones volverán a subir el próximo año 2020 y lo harán un 1,6 por ciento (un tres por ciento el caso de las mínimas). Al menos esa es, por ahora, la promesa del gobierno presidido por Pedro Sánchez. La teoría económica dice que en el caso de que no haya gobierno no habrá presupuestos al inicio de año y, por lo tanto, se deberán prorrogar los existentes. Hace dos años la decisión del ejecutivo del PP presidido por Mariano Rajoy de elevar estas prestaciones sólo un 0,25 por ciento incumpliendo la norma de que las jubilaciones suban tanto como la vida, hizo que cientos de pensionistas se echaran a las calles en manifestaciones que tuvieron lugar en numerosas ciudades de España, recuerda La Nueva España. 

La imagen de indignación y de protesta es la que parece ahora querer evitar el ejecutivo de Sánchez a las puertas de un 2020 que podría ser de nuevo un año decisivo tanto si se forma gobierno como si no se hace. Pero ¿en qué se traduce esa subida del 1,6 por ciento?
Hace unos meses contábamos (en este artículo se puede leer) el importe medio de la pensión en España. En nuestro país se paga de media una pensión de jubilación de 958.56 euros (según datos del pasado mes de octubre en el que, evidentemente, ya se tienen en cuenta las subidas de este año). Por tanto, teniendo eso en cuenta si a esa cantidad le aplicamos una subida del 1,6 por ciento eso significa que esa pensión media subirá el año que viene unos 15 euros al mes.
Contando las 15 pagas (12 mensualidades más dos extras), los jubilados de nuestro país tendrán de media unos 240 euros más para gastar al año. Pero ese plan del gobierno aún tiene que pasar la "purga" del resto de los partidos políticos.¿Es esa pensión demasiado alta o demasiado baja? En este artículo te contamos hace varias semanas lo que se paga de media en Alemania a quién cobra este tipo de tributos.
Las pensiones mínimas, eso sí, tendrán si se prorrogan los presupuestos una subida mayor. Será, en este caso, del 3 por ciento. Pero ojo que las de viudedad podrían no subir tal y como te contamos en este artículo en el que te contábamos hace meses el "truco" que había aplicado el gobierno a quienes reciben un complemento específico para aumentar un poco más su jubilación.
Por poner una media el pensionista que cobre 1.000 euros al mes en números redondos recibirá una subida de 16 euros al mes. De nuevo esos 240 más al año que pueden hacer que los pensionistas se muestren contentos con una subida que en no pocas ocasiones mejora la vida de toda una familia con personas en paro que viven de las pensiones que reciben los mayores de la casa.

La pensión media en la Región es de 874 euros, 118 menos que la nacional

MURCIA.- La prestación media del sistema (incluyendo jubilación, incapacidad permanente, viudedad, orfandad y a favor de familiares) fue el 1 de agosto de 992,35 euros en España y de 874,51 euros en la Región de Murcia, según informa la Delegación del Gobierno.
La nómina mensual de las pensiones contributivas de la Seguridad Social alcanzó 9.681,51 millones de euros el pasado 1 de agosto, lo que supone un crecimiento interanual del 5,03 %, ha informado este martes en un comunicado el Ministerio de Trabajo, Migraciones y Seguridad Social.
La pensión media de jubilación se situó en agosto en 1.139,83 euros en España y en 1.012,32 euros en la Región de Murcia.
En total, la Seguridad Social abonó 9.756.142 pensiones contributivas en agosto (248.732 en la Región de Murcia), un 1,23 % más que en agosto de 2018, de las que 6.048.718 son de jubilación (142.924 en la Región); 2.362.694, de viudedad (61.742 en Murcia); 960.052, prestaciones por incapacidad permanente (31.392 en la Región); 341.942, de orfandad (11.400 en Murcia); y 42.736, a favor de familiares (1.274 en la Región).
El número de afiliados por pensionista ascendió a 2,31 de media en julio, según el último dato publicado por la Seguridad Social.
El Ministerio ha recordado en su nota que en agosto ya se puede comparar en términos homogéneos el gasto en pensiones respecto al mismo mes del año pasado, después de que en los primeros siete meses del año se hayan registrados incrementos superiores, ya que la revalorización de las pensiones de 2018 se aprobó en julio y se aplicó con carácter retroactivo al 1 de enero.

lunes, 26 de agosto de 2019

La pensión del autónomo: un 30% superior a la de 2009 pero un 37% inferior a la de un asalariado

MADRID.-El retiro de los autónomos es cada vez más holgado, pero dista mucho de ser equiparable al de un asalariado. Según los datos de la Seguridad Social, la prestación media de los trabajadores por cuenta propia ha crecido en la última década un 29,7%, frente al 21,24% de la pensión media del régimen general. A 31 de julio de 2019, la pensión media de los autónomos era de 686 euros, 157,24 euros superior a la del mismo mes de 2009, según La Razón

A pesar de que la mejora ha sido notable, la pensión media de los autónomos es un 37% inferior a la paga media del régimen general, situada en 1.091,52 euros. Aunque de forma muy discreta, la brecha entre ambas se ha reducido en los últimos años en 4,2 puntos porcentuales.
Aquellos autónomos que han cobrado en julio su primera “nómina” como jubilados percibieron 761,68 euros, lo que supone un 30,6% más que la media que cobraron los trabajadores por cuenta propia que se retiraron en 2009. En una década, los nuevos jubilados han visto como sus emolumentos han mejorado en 178,49 euros.
En cuanto al número de pensionistas, en el régimen general hay un 41% más de pensionistas que en 2009, más dos millones de pensionistas más. La cantidad supone el triple de la del número de pensionistas autónomos. En una década, el número de pensionistas de este tipo ha sumado sólo un 7,7%.
Por cada pensionista del régimen general (7.048.794 pensiones), la Seguridad Social cuenta con 2,2 contribuyentes (15.956.599 personas). Por cada pensión en el régimen de autónomos (1.969.822 pensiones en julio de 2019), hay 1,6 contribuyentes.
“Las pensiones de los autónomos han ido creciendo a un ritmo medio de un 3% cada año en la última década. Es sostenible y posible gracias al esfuerzo que han realizado los autónomos societarios con sus contribuciones cuya base mínima se ha incrementado en la misma proporción y con la disminución del total de autónomos, tanto persona física como societarios, que han dejado de cotizar por la base mínima en esta última década y han pasado a hacerlo por una base algo superior”, ha analizado Lorenzo Amor, presidente de ATA. “Los nuevos pensionistas autónomos cada vez mejoran su prestación, especialmente gracias al esfuerzo contributivo de los últimos años”, ha asegurado Amor.
“La vida laboral del autónomo es mucho más larga que la de los trabajadores por cuenta ajena. Muchas veces un autónomo continúa en su trabajo más allá de los 65 porque para él su negocio es como un hijo más”, ha asegurado Amor.
“Por eso, medidas en favor del relevo generacional y de la jubilación activa son tan importantes. Las empresas viables no deben perderse porque el autónomo se jubile, pero tenemos que asegurarnos de que si ese autónomo quiere seguir cuidando de su negocio, pueda hacerlo sin miedo a perder una pensión que se ha ganado”.