domingo, 17 de diciembre de 2023

Punta de alfiler / Vizconde de la Vera Cruz

 

Leo en este mismo soporte, que "una concejal socialista desenmascara a un megalómano e inoperante alcalde Ballesta, lleno de fantasías". 

No se puede resumir tan certeramente en esas pocas palabras ante que tipo de político estamos y la pregunta que surge es cómo el PPRM escoge a un candidato así por segunda vez tras los 20 años de Cámara, con sus luces y sus sombras, pero a años luz de un político tan opaco, cursi y que da el pego hasta a los votantes de Vox.

A Ballesta parece que lo que más le importa es gastar aunque sea en proyectos que no sirven absolutamente para nada. A más gasto, pues eso... Desde su época de vicerrector de Infraestructuras de la Universidad de Murcia ya apuntaba maneras. Y sus visitas regulares en aquellos años a la cafetería "Tebas", de los hermanos Zambudio, siguen rodeadas de un halo de misterio desde su época de rector.

Como buen sobrino de canónigo beneficiado de la Santa Iglesia Catedral de Murcia (Ballesta es ojo derecho indisimulable del obispo Lorca Planes), es fácil ver en soledad y con relativa frecuencia a este mazarronero, de sospechoso currículo académico, en éste templo ya antes del incendio de Atalayas con trece víctimas mortales, lo que ahora casi le obliga a orar por ellas en esas habituales visitas sin llegar nunca al crucero y permanecer a los pies del enorme San Cristóbal, ante la presunta negligencia de su autoridad, como bien se barruntan los de Podemos. 

En Mazarrón hay quien tiene fama de siciliano porque se estila funcionar como en la villa de Corleone en determinados casos. Y la verdad es que este Ballesta, reparo, siempre ha estado flanqueado desde que está en política por, al menos, dos lugartenientes, Ortíz y Navarro, a cual mejor si hablamos de moral política, y no incluyo la de los gatos, sin olvidarme del tal Guillén.

De la musa de Ballesta, la bella Rebeca Pérez, como no la conozco, no entraré en honduras aunque la veo totalmente entregada, hasta sin condiciones, a su jefe político porque lo que también observo es que hace todo lo que se le pide de trabajo sucio. Y el premio, intuyo, es poder acompañar a nuestro alcalde en algún que otro viaje oficial, como hemos visto hace poco.

Llegado a este punto, solo me cabe decir que la sombra de Hacienda siempre es alargada, y que cada cual lo interprete como quiera, que yo sé lo que me digo.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Y encima tienen un año bloqueado el Consejo de la transparencia de Murcia.