En concreto, el submarino ha permanecido sumergido este viernes en aguas de Cartagena y, posteriormente, ha navegado mar adentro durante la realización de diferentes pruebas.
Cabe destacar que la finalidad del programa S-80 es tratar de proporcionar unos buques de última generación que dieran a la Armada ventaja tecnológica en un entorno impredecible y capacitar a la industria nacional para diseñar y construir un tipo de barco que sólo está al alcance de un reducido grupo de países, según Navantia.
El programa representa un antes y un después en la construcción naval española. Los buques que resulten de este proyecto están considerados como unos de los submarinos convencionales (los no dotados de propulsión nuclear) más avanzados del mundo.
En su interior cuenta con tecnologías únicas, como un innovador sistema para realizar patrullas bajo el agua durante más de 15 días sin la necesidad de salir a flote, y permitirá a la Armada dar un salto abismal en cuanto a capacidades.
Los submarinos S-80 tienen una eslora total de 80,8 metros, un diámetro de 7,3 metros y un desplazamiento en inmersión de alrededor de 3.000 toneladas.
Entre sus aportaciones tecnológicas destacan el sistema
de combate y control de plataforma de Navantia Sistemas, y un sistema
de propulsión anaeróbico revolucionario desarrollado por Navantia que
aporta gran sigilo en inmersión, denominado BEST-AIP.
Este
sistema de propulsión independiente de la atmósfera le permite obtener
energía eléctrica, a partir de pilas de combustible que utilizan
tecnología procedente del sector aeroespacial, a cualquier profundidad.
Así, podrá permanecer semanas sin salir a cota periscópica, lo que mejorará su discreción, principal atributo de un submarino.
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