lunes, 4 de octubre de 2021

La falta de camioneros amenaza las exportaciones de la campaña agrícola almeriense


ALMERÍA.- Las imágenes del Reino Unido con cierre de gasolineras y falta de productos en supermercado por problemas en la cadena logística como consecuencia de la falta de transportistas, han situado estos días en el foco la necesidad de mano de obra en un sector que no ha dejado de crecer en los últimos años como es del transporte de mercancías. 

El caso de Reino Unido, donde la situación se ha agravado como consecuencia del Brexit es extremo, pero no ajeno a la Europa comunitaria, donde un estudio de la empresa Transport Intelligence calcula que hacen falta 400.000 camioneros en estos momentos, especialmente en países como Polonia o Alemania. 

En España se estima que son unos 15.000 los camioneros necesarios para cubrir la demanda de las empresas de transporte, donde ya están apareciendo los primeros problemas para cubrir bajas en algunas regiones. 

Unas carencias que en Almería, una provincia exportadora de la que parten cada día más de 2.000 camiones con destino al resto del continente, se ven con gran preocupación, sobre todo con vistas a la campaña agrícola que acaba de arrancar y que en cuestión de unas semanas estará ya a pleno rendimiento.

Así lo aseguró la Asociación de Transporte Terrestre de Mercancías de la patronal almeriense Asempal, cuyo presidente, Andrés Belzunces, explicaba esta semana a Ideal que por el momento se está aguantando pero la cosa se puede complicar mucho a corto plazo. En el caso de su empresa, Transportes Belzunces, que tiene unos 160 camiones «a día de hoy no estamos teniendo una escasez muy alta, pero sí se está notando cierta rotación, por lo que a corto plazo es posible que falten conductores». 

Es más, en el conjunto del sector almeriense, «como siga esta tendencia, a corto plazo, en mes y medio parte de la flota no se podrá poner en marcha por falta de conductores y la distribución se verá afectada».

Belzunces citó el caso de Reino Unido, advirtiendo que «es posible que lleguemos a ese punto» y apeló a «poner todos de nuestra parte para no llegar a eso», declaró. En su caso concreto, aseguró tener 140-145 puestos asegurados para sus 160 camiones, pero faltan 10-15 camioneros que cuando empiece la campaña «esperamos poder conseguir».

Otra empresa almeriense potente, Frío Guerrero, con unos 150 camiones entre propios y autónomos, lleva preparándose para poder trabajar en la campaña agrícola desde el verano. Su gerente, Christian Guerrero, explicaba a Ideal que en su caso hicieron el esfuerzo de empezar a contratar en verano «que es cuando hay conductores» conscientes de que cuando empiece la campaña agrícola será prácticamente imposible conseguirlos. Esa táctica y pagar un poco más, les mantienen por el momento a salvo de problemas. 

No obstante, Guerrero alertó del grave problema al que se enfrenta el sector y que no solo sufren las empresas almerienses, según comentó, clientes de otros países como Países Bajos, también se lo están comentando. Y es que «lo que no queremos reconocer es que la demanda ha subido y si ya faltaban chóferes ahora ha aumentado», dijo.  

Para Christian Guerrero, tras la covid-19 en Europa se vuelve a consumir y eso ha disparado los movimientos y las necesidades logísticas, lo que ha agudizado una crisis que ya hace tiempo que se venía larvando.

En el trasfondo, una profesión poco valorada y mal pagada, parece estar detrás de la falta de conductores. «No hay relevo generacional porque las condiciones son duras, te tiene que gustar mucho», admitió Guerrero, cuya postura no es muy diferente de la de Andrés Belzunces, presidente de la sectorial de Asempal. 

«A la gente le gusta terminar e irse a su casa y dormir en su casa», dijo en este sentido, y comparó lo que está pasando en el transporte con la falta de mano de obra en otros sectores esenciales como la hostelería o el turismo.

Para Belzunces, no obstante, el trabajo «está bien remunerado, pero hay otros factores», entre los que cita que muchas empresas exigen a los camioneros la carga y descarga, por la que no cobran, o las largas horas de espera que «si se repercutieran en los casos se podrían pagar», reflexionó. 

Durante años, parte del problema de falta de mano obra se cubría con conductores de países del Este como Rumanía o Bulgaria. Una alta proporción de los chóferes que operan en empresas españolas del transporte proceden de estos países, pero la mejora de las condiciones de vida en los mismos, está reduciendo la cantidad de interesados.

Belzunces aseguró, en este sentido, que el número de estos conductores «ha ido desapareciendo». De hecho, las ofertas para contratar gran cantidad de conductores de estos lugares no tienen el éxito de antaño y apenas unos pocos de los aspirantes están cualificados para el puesto.

Para la mayoría de los camioneros el problema está claro: las condiciones en las que trabajan. Según han asegurado algunos de ellos, la vida nómada del camionero, que les lleva a pasar gran parte de su vida en la carretera, no está suficientemente pagada, y de hecho, muchos lo están dejando, y las nuevas generaciones no están por la labor. 

Desde la crisis económica las condiciones en las que trabajan muchos de ellos han empeorado considerablemente, han explicado. «Con una base de cotización del mínimo, de poco más de 900 euros más dietas, no es vida», indicó uno de ellos a Ideal.

El problema afecta de manera especial al transporte de mercancías de larga distancia, que es el menos atractivo para los trabajadores, al tener que pasar dos y hasta tres semanas fuera de sus casas realizando rutas de transporte, pero tampoco la situación está mucho mejor en sectores de recorridos más cortos como el distribución de bebidas. 

La asociación almeriense que agrupa a varias de estas empresas aseguraba esta semana a que de momento no está habiendo problemas por falta de chóferes pero «nos tememos que nos van a llegar», en palabras de su presidente, Francisco Villacreces.

Villacreces explicó que su sector ya tuvo muchos problemas con el auge del mercado inmobiliario, cuando los altos sueldos de la construcción atrajeron a trabajadores de otros sectores y «nos quedamos huérfanos de chóferes». 

La caída de la construcción en la crisis de hace unos años, acabó con aquellos problemas, pero existe el temor de que regresen por la falta de personal cualificado, según el representante de este sector, que agrupa a media docena de empresas con alrededor de 200 camiones. 

Además de la falta de camioneros, el sector sufre los efectos de la salida del Reino Unido de la Unión Europa. Una ruptura que se ha traducido en más papeleo y burocracia, con la consiguiente pérdida de tiempo, que hace que muchos camioneros se nieguen a aceptar cargas con destino a aquel país. Sin embargo, las empresas almerienses del transporte aseguran que los efectos del Brexit «están afectando menos de lo que nos esperábamos». 

El sector se ha preparado para asumir el aumento de documentación y las autoridades aduaneras están por la labor de evitar grandes problemas. Eso no quita las largas horas de espera y problemas como la imposibilidad de volver a cargar de vuelta en otro país comunitario, al proceder de un tercer país, debiendo hacer muchos kilómetros de vacío, lo que resta viabilidad económica a estos servicios. 

No hay comentarios: