miércoles, 15 de septiembre de 2021

Digitalización de la gestión pública hasta simplificarla y agilizarla para el ciudadano / Angél Tomás *

 

La Covid-19 por su extensión mundial, paralización económica y larga duración, obliga a una innovación general en la creación y gestión de empresas, las cuales se encuentran ante un sistema competitivo y de mercado de consumo totalmente nuevo y diferente al que disfrutaban hasta la aparición de la pandemia.  

 

Volver al crecimiento continuado y alcanzar los objetivos propuestos, requieren una innovación y transformación interna que conduzcan al automatismo para una toma futura de decisiones ágiles y altamente competitivas. Lo expuesto ya ha empezado adoptando  una transformación digital integral.


     La crisis actual y el nuevo mercado a que se enfrentan el tejido empresarial y los propios estados, precisan de la aplicación para la innovación y adaptación de los nuevos sistemas de consumo de una digitalización interna general nueva, la cual no debe confundirse con la transformación. 

 

La digitalización son las nuevas tecnologías sobre las que descansa  la actividad y la gestión, que las dotarán de agilidad, efectividad, competitividad e innovación integral; sin embargo, transformar es el cambio hacia una nueva cultura de empresa o de gestión pública mediante otras formas de dirección, gestión y trabajo, puesto que estamos ante una redefinición de la estructura económica a la que el Estado y el emprendedor va a enfrentarse.


     Es necesario que el sistema de nueva digitalización nos lleve a un automatismo procesal del máximo dinamismo, el cual necesitará previamente haber estudiado las distintas posibilidades que ofrecerá el mercado en los distintos Targets o Sectores a que queremos llegar y las nuevas costumbres de consumo de los que la componen. 

 

Las nuevas técnicas analíticas avanzadas  han de ser poseedoras de una mayor agilización de la que hasta ahora disponíamos, para analizar y tomar decisiones instantáneas rentables, abandonando el personalismo tradicional. Todo ello implicará  la previsión  presupuestaria y la disponibilidad necesaria para la implantación y gestión efectiva.


     Como la agilización y simplificación de la gestión pública depende en gran medida del desarrollo y gestión del sector de la economía, y este va a cambiar a causa de la pandemia, son las empresas en activo y los nuevos emprendedores los que deben adoptar nuevas estrategias y objetivos que sigan o hagan viables y crecientes sus empresas. 

 

Por ello, expongamos las acciones que han de llevar a cabo para la nueva implantación. Los objetivos habrán de concretarse y detallarse en su integridad, valorarlos y confeccionar el presupuesto necesario y estable sin que se incluyan la cobertura de errores anteriores o de inversiones inadecuadas ajenas a las necesarias para los objetivos establecidos. 

 

Sería conveniente adoptar el presupuesto al sistema P.P.B.S. (Sistema de presupuesto planificado por programas), sin olvidarse de establecer el control y medición de los objetivos pretendidos. Establecida la coordinación entre el producto o servicio y la estrategia de comercialización, ampliemos esta última.


     Si la empresa tiene como actividad la distribución de sus propios fabricados, la de ajenos, o la prestación de servicios, y por lo tanto su mercado es amplio, nacional o internacional, necesita de  un adecuado equipo humano comercial, dirigido y controlado por un Interim Manager o coordinador general responsable de las estrategias y desarrollo de actividades. 

 

Terminada la planificación y comenzadas las actividades, habrá que planificar las futuras llevando a cabo su seguimiento al máximo detalle y control diario. Se celebrarán reuniones periódicas frecuentes en las que se expondrán, mediante informe escrito, los resultados personales de la gestión de ventas y las dificultades y adversidades surgidas. El coordinador general informará mensualmente  evaluando “el progreso de los objetivos”. 

 

La captación de clientes y el número de los mismos se establecerán previamente de acuerdo con los mercados de consumo; posteriormente los medidores  valorarán el número de targets potenciales identificados, el número de contactados, las reuniones conseguidas y la venta a cada uno de ellos.


     Es primordial crear o poseer una “Marca”, con un solo dominio para evitar la confusión de los futuros clientes y que sea fácil de identificar por sus valores y el mensaje. Con la misma prioridad se seleccionarán las redes sociales y la web, determinando el número de las mismas, el de las acciones e interacciones con clientes, obteniendo el número de clientes conseguidos mediante las redes y web.


     Reducir el gasto presupuestario y simplificar la gestión pública, que la actual situación económica requiere y es un compromiso con la Unión Europea, es políticamente difícil pero necesaria y urgente. No solamente partidas fijas presupuestarias de retribuciones y privilegios oficiales, sino la reducción, y en determinados casos eliminación, de organismos no imprescindibles o innecesarios. Habrá que estudiar y seleccionar qué gastos pueden eliminarse o reducirse y aquellos que son imprescindibles e intocables. 

 

Dado el carácter autonómico  diverso de nuestras administraciones oficiales, se producen inversiones públicas de promoción personal no necesarias ni rentables con cargo a los presupuestos públicos y por tanto no amortizables que contribuyen al incremento desmedido de la deuda estatal. Este tema de vital importancia merece un estudio profundo y la adopción de medidas concretas de ajuste, como así lo exige la salida de la actual coyuntura y la disciplina de la UE a la que pertenecemos.




                                                                                      


                                                                                            (*)  Economista y empresario

     

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