lunes, 5 de abril de 2021

El adiós de medio millar de tiendas tradicionales en la ciudad de Valencia


VALENCIA.- En la ciudad de Valencia más de medio millar han dicho adiós este año: 513 comercios bajaron por última vez la persiana, según los datos del Ayuntamiento de Valencia. Los que aún aguantan se ven obligados a echar mano de ahorros, ayuda de sus familias o préstamos bancarios para poder seguir. Porque lo hacen sin ayuda, según el diario Las Provincias.

El cierre de comercios en Valencia sería superior al 15% según calcúla Confecomerç, la organización empresarial del comercio en Valencia. «Por eso, el pequeño comercio necesita más que nunca que las ayudas lleguen a tiempo, ya que en estos momentos es su única tabla de salvación. Estamos ante un sector formado por microempresas, que no tienen músculo financiero, y que sólo pueden paliar la falta de ingresos mediante ayudas urgentes y directas», defienden desde la organización. 

En estos momentos, aseguran que la actividad para estos negocios no se ha normalizado «nos encontramos con una caída de ventas, debiendo afrontar y asumir costes fijos diarios, con unas restricciones que impactan de lleno en el ejercicio y desarrollo de la actividad», enumeran desde la entidad.

El tiempo se acabó para ese medio millar de comerciantes y por eso advierten: «el factor tiempo es determinante, por lo que las ayudas deberían llegar cuanto antes, al igual que los procedimientos para acceder a ellas, que deberían ser ágiles de tramitar. Esta es una gran preocupación del sector dado que las empresas serán solventes en virtud de esos parámetros».

En ello coincide la gerente de la Asociación Comerciantes del Centro de Valencia, Julia Martínez. «Han sido lentos en reaccionar, han tomado decisiones en las que no se ha contado con los implicados, con nosotros, hay cosas que podrían haber sido mejorables, pues claro, tenían que haber sido más ágiles y haber contado más con los empresarios para evitar errores y facilitar las cosas», comenta un año después de que estallara la pandemia. La mayoría de los comercios siguen sin ayudas.

Con alquileres, gastos, mantenimiento, además de los impuestos. Son autónomos, y la mayoría apenas puede pensar en mantener a empleados que no estén implicados con el negocio, es decir, familiares, porque sacar un sueldo más es imposible para ellos ahora mismo.

«Hay gente no ha podido volver después del confinamiento», reconoce la gerente de la asociación. «Nosotros sabíamos que el momento más duro iba a ser este, porque volver después de lo que pasó ha sido lo más complicado y se ha notado que las ventas bajan y que al prolongarse, los ahorros, los préstamos y los ICO que tampoco están siendo nada ágiles, está complicando la situación de muchos negocios», explica.

A las escasas ayudas se suman otros frentes diarios con los que deben lidiar los comercios de la ciudad. Tratan de sobrevivir sin vacaciones ni turistas, haciendo frente al hecho de que tampoco habrá fiestas, ni eventos, ni ferias que animen los meses. Y así ha pasado con el 2020 pero la incertidumbre sigue acechando cada vez que abren las puertas y empiezan una nueva jornada.

Comerciantes como Nuria y su hermana María José, que están establecidos en pleno centro de la ciudad protestan por los los cambios en el transporte público. «Por si nos faltaba algo más, ahora más obras, y cambios de líneas de bus», comentan con ironía y explican que sus clientes se quejan, amenazando con dejar de venir. «Es desesperante», añade Nuria. Desde la Asociación de Comerciantes del Centro lo siguen reivindicando:

« A todo lo que ha pasado este último año se suma que en el centro han empezado las obras por ejemplo las del entorno de la Lonja, que no sólo complica la llegada de los clientes sino que también dificulta, a los comercios el tema de reparto de mercancía. Hay que sumar los cambios de autobuses que se van a producir en la plaza de Brujas, en cuanto empiecen las obras, es que todo eso está por llegar», advierte que podría contribuir al adiós de tantos otros comerciantes

 

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