sábado, 6 de marzo de 2021

El calvario de la seño / Graciano Palomo *


 Cuando tomó posesión por unos meses (sic) como administradora única de la radiotelevisión estatal pública, los informativos de TVE a mediados de 2018 lideraban ampliamente la parrilla, seguidos de Telecinco, Antena3 y La Sexta. Al finalizar febrero de 2021, TVE, con sus peores datos históricos desde la creación de esa cadena, se encuentra en tercera posición (con La Sexta a media pedrada) con una cuota de pantalla del 10,8% frente al 14,6% cuando herederó "El Pirulí". 

Si nos referimos a la audiencia media total del canal, prácticamente igual. Desastre tras desastre cosechado mes tras mes, día tras día, telediario tras telediario. Ella se ha embolsado una cifra superior a los 400.000 euros durante sus dos años y medio de mandato (sic), sin contar cambio de coche oficial y otras regalías.

Frente a estos resultados inexportables que en el mercado competitivo habría supuesto su cese y expulsión a los dos meses (o antes), hete aquí que llegó la doña Mateo al Senado para acusar a la oposición de que habían convertido su pobre y desgraciada andadura en un "calvario". Ella, que no ha escrito una noticia en su vida, se limitó a leerlas, dando lecciones a los parlamentarios de cómo hacer su trabajo. 

Resulta que a la doña, además del fajo de billetes de dinero público que se ha levantado, la tendrían que haber dejado chapotear a sus anchas, haberla subido a lomos de un caballo blanco envuelta en capa blanca. ¿Dónde encontró Carmen Calvo a tan talentuda dama? ¿Acudieron acaso a una empresa cazatalentos? ¡'Mare de Dèu'!

En lugar de pedir perdón por su nepotismo, incapacidad, ineptitud, desastre organizativo, clientelismo, sectarismo, y mostrarse agradecida por todo lo regalado –mucho más de lo que ella podía dar–, se dedica a insultar a los parlamentarios que osan siquiera pedirle explicaciones ante tamaño desastre.

Es verdad que la doña Mateo no mandó nunca. Fue una testaferra dirigida convenientemente por los que Iván Redondo y Pablo Iglesias pusieron a su lado, que todos sabemos quiénes son, para que le marcaran por dónde pasa la luna. Para que la doña hubiera tenido una aproximación al éxito se requerían tres cosas: querer, saber y poder. Ni quiso, ni supo, ni pudo.

Ya ha entrado por su propio paso en el 'El libro Guiness de los récords': jamás RTVE (también Radio Nacional de España) tuvo menos audiencia, menos prestigio, menos credibilidad y aun menos honor profesional.

El "calvario" del que se lamenta la doña es el que sufren los contribuyentes, los televidentes y radioescuchas del juguete que la izquierda puso en sus manos; y al final no hizo otra cosa que cumplir órdenes y mandados. También en los permanentes "errores" donde se han puesto en solfa, por el actual y democrático régimen constitucional, con especial agresividad y mala baba, los ataques a la Corona.

Por lo único "intelectualmente" hablando que se le recordará –además de por haber dejado RTVE al borde de la extinción informativa y de audiencia– es por aquel consejo que dio nada más llegar a Jesús Álvarez, gran periodista deportivo, que gusta de lucir pañuelo en la chaqueta:

–Quítate eso, Jesús, que es cosa de derechas.

No hubo más pruebas de talento y profundidad profesionales.

 

(*) Periodista

 

https://blogs.elconfidencial.com/amp/espana/palo-alto/2021-03-06/calvario-seno-graciano-palomo-palo-alto_2979400/

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