MURCIA.- La sección social del servicio de Vivienda
está realizando un seguimiento telefónico a las familias más vulnerables
que viven en las 1.005 viviendas sociales del parque municipal para
conocer el estado de salud de la persona o de la unidad familiar.
De esta forma, desde el servicio de Vivienda se están detectando
las necesidades básicas, de alimentos, medicamentos, entre otros
productos, y se están derivando a los Servicios Sociales aquellos casos
donde se estima oportuno llevar a cabo algún tipo de intervención
específica; y a la sección técnica, en el caso de incidencias urgentes
en la vivienda; además de recordarles las recomendaciones y medidas
higiénicas previstas para evitar la propagación del coronavirus.
El trabajo de seguimiento, que comenzó hace unas semanas en el
bloque I de las 507 viviendas del barrio Infante Juan Manuel, prosigue
estos días en el resto de viviendas del parque municipal, barrio del
Espíritu Santo de Espinardo, bloque II del Infante Juan Manuel, El
Progreso, Barriomar, Corvera, La Murta, Lobosillo, Gea y Truyols,
Beniaján y Los Ramos, entre otras.
Hasta el momento, la sección social del servicio de Vivienda ha
podido contactar con más de 150 familias seleccionadas en función de los
siguientes perfiles: personas mayores de 60 años que viven solas y/o
con su pareja; familias con algún miembro con discapacidad;
monoparentales;
dificultades económicas; familias extranjeras con dificultades con el idioma; con escasos apoyos en el entorno; o inquilinas del Campo de Murcia que al encontrarse más aisladas se han seleccionado para hacer el seguimiento.
dificultades económicas; familias extranjeras con dificultades con el idioma; con escasos apoyos en el entorno; o inquilinas del Campo de Murcia que al encontrarse más aisladas se han seleccionado para hacer el seguimiento.
En general, la mayoría de las familias contactadas aseguran
disponer de algún tipo de apoyo, especialmente aquéllas que viven solas y
son mayores de 60 años, prácticamente un tercio de los entrevistados:
desde hijos que les llevan la compra, ayuda a domicilio, alguien que
acude por la noche para dormir acompañadas y comida a domicilio, aunque
se quejan de la soledad que están experimentando durante los días de
confinamiento.
Durante el seguimiento telefónico se han detectado también un
número importante de familias numerosas con menores y con importantes
problemas económicos y otros tantos casos de unidades familiares con
algún miembro con discapacidad.
Algunas de estas familias a las que se le ha hecho el seguimiento
han informado al servicio de Vivienda de que ya han contactado con la
trabajadora social de la zona por problemas económicos o porque en el
domicilio hay menores que no disponen de ordenador para poder realizar
las tareas escolares.
Otras familias con problemas de salud han comunicado a la sección
social de Vivienda que están recibiendo atención desde el centro de
salud por seguimiento de alguna enfermedad.
"Este seguimiento nos está permitiendo mantener un contacto
directo con las familias más vulnerables, un trabajo que seguiremos
realizando durante las próximas semanas con el resto de inquilinos de
las viviendas sociales para escucharles, atenderles y tener una
radiografía ajustada de la situación que nos permita adoptar nuevas
medidas en función de las necesidades y problemas detectados", ha
destacado la titular del servicio de Vivienda, Paqui Pérez.
Por último, la concejala de Mayores, Discapacidad y Cooperación al
Desarrollo ha agradecido al servicio de Vivienda su implicación porque
"en estos momentos una llamada de teléfono se convierte en un minuto de
esperanza e ilusión para muchas personas, como nos han transmitido
muchas de las familias con las que se ha contactado".
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