sábado, 4 de enero de 2020

Sánchez señala a la Justicia como su verdadera Oposición / Pablo Sebastián *

La suerte de la investidura de Pedro Sánchez está echada a su favor y el próximo martes día 7 se convertirá en presidente de Gobierno de España que será, por primera vez en la Transición, de coalición con Podemos.

Y la única oposición que Sánchez teme, y que puede alterar o impedir sus pactos de legislatura con ERC y Podemos y el pretendido, por todos ellos, cambio de Régimen, es y será la Justicia y los altos Tribunales del Estado.

Así quedó confirmado en un duro y agrio debate entre Pedro Sánchez y Pablo Casado en el que la frase del día, que resume la situación política, la pronunció el candidato Sánchez cuando declaró que ‘hay que dejar atrás la judicialización del conflicto catalán’.

Lo que anuncia los indultos a los condenados en el Tribunal Supremo por los delitos de sedición y de malversación, lo que permitirá a Oriol Junqueras ser el candidato a la Generalitat en las elecciones catalanas de la primavera. Esa y no otra es la clave secreta del pacto del PSOE con ERC, y así lo preconizó el diputado Rufián de ERC al mencionar la ‘amnistía’.

La que no apareció en el discurso duro y con descalificaciones personales de Pablo Casado sobre el precio que Pedro Sánchez paga a ERC por su investidura y su gobierno de coalición. El que, de entrada, se ha ubicado al limite de la legalidad tras el ataque de Adriana Lastra a la Junta Electoral Central por haber inhabilitado a Torra.

Ataque de Lastra a la legalidad al que se sumó Sánchez acusando al PP de urdir ‘artimañas jurídicas’ para tranquilizar a ERC. Y al que se añadió Alberto Garzón de UP contra la Justicia, mientras Pablo Iglesias daba sin pudor las gracias al apoyo de Junqueras desde la cárcel, llamando ‘exiliados políticos’ a los prófugos golpistas, Puigdemont, Comin, Rovira y Ponsatí.

Naturalmente, Sánchez no explicó el alcance del pacto con ERC (como se lo pedía tibiamente ‘su’ diario El País) porque es inexplicable y está fuera del marco constitucional. Y recurrió en su réplica a Casado al historial de los enfrentamientos pasados del PP con los ex presidentes González y Zapatero  con la sola intención de neutralizar el serio malestar imperante en el PSOE.

Un PSOE al que Casado acusó de abandonar el marco constitucional al decir: ‘España se queda sin socialismo constitucional’. Lo que fue el epílogo de un buen discurso de derechas que lo consolida como líder del PP.

Aunque Casado no tuvo respuesta a la pregunta clave de Sánchez cuando interpeló al líder del PP diciendo que si el escenario de sus pactos con ERC y Podemos era tan ‘terrorífico’ para España como decía Casado ¿por qué el PP no se abstiene en la investidura, como lo hizo el PSOE con Rajoy tras las elecciones de 2016?

A esa pregunta Casado no fue capaz de responder. Y para eludirla volvió a su cantinela del pacto de Cs y Navarra Suma con el PSOE y a su oferta de los ‘pactos de Estado’ en políticas sectoriales. Un camelo y gran error de Casado en esta crisis del Estado en la que debió haber ofrecido al PSOE la gran coalición.

Pero Casado sí ‘desmontó’ la impostura constitucional y democrática de Sánchez con el relato de sus pactos inconstitucionales con ERC y PNV. Y mejor aún lo hizo, con precisión y sin descalificaciones personales, Inés Arrimadas. La que, punto a punto, fue demoliendo las mentiras de Sánchez.

Sobre todo después de una soez intervención del diputado Rufián de ERC que humilló a Sánchez y lo amenazó en el hemiciclo diciéndole: ‘si no hay mesa de Gobiernos no habrá legislatura’.

Frase crucial que explica la interinidad del nuevo Gobierno y su dependencia diaria y continua de lo que le pidan o hagan PNV y ERC como se lo subrayó Arrimadas, mientras ella pedía la deserción de un solo diputado del PSOE para tumbar la investidura, porque sí a Sánchez le fallara uno solo diputado  la investidura se podría hundir, lo que de momento no parece posible.

Sánchez sabe que mintió y ganó las elecciones diciendo que no pactaría con ERC ni con Podemos, y no ha sometido a las bases del PSOE los pactos con ERC que traerán cola en los tribunales (Casado ya habló de ‘prevaricación’ y anunció recursos al Tribunal Constitucional).

Por lo que, en contra de lo que pretende Sánchez la legislatura y la política, en Cataluña va a estar mucho más judicializada de lo que ya lo ha estado tiempo atrás por causa de los políticos catalanes que violaron la legalidad.

Es verdad, como repite Sánchez, que PP y Cs perdieron las elecciones pero eso no impide que sus denuncias sobre el pacto del PSOE con ERC, PNV y Podemos no sean ciertas y ronden la inconstitucionalidad. Sánchez lo sabe pero le da igual. El quiere renovar su poder en La Moncloa y salvo accidente inesperado el martes lo va a lograr.


 (*) Periodista


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