La reunión entre los equipos negociadores de PSOE y Podemos para un
nuevo intento de investidura de Pedro Sánchez ha acabado sin acuerdo, lo
que conduce hacia la repetición electoral porque Sánchez se niega a un
gobierno de coalición con el partido de Pablo Iglesias lo que conduce a
la ruptura y la repetición electoral.
En Italia dos partidos similares al PSOE y Podemos como el PD y el
M5E han llegado a un pacto de gobierno de coalición proporcional al
número de diputados que tiene cada formación política. Y eso es lo que
rechaza Pedro Sánchez y lo que le exige con razón Pablo Iglesias, quien
ya ha declarado que en España ‘el problema es Sánchez’.
Un señalamiento este que ya le hizo a Sánchez en un debate Susana
Díaz cuando afirmó: ‘el problema Pedro, eres tú’. A Díaz la batalla por
el liderazgo del PSOE le salió muy mal, y Sánchez espera ahora machacar a
Iglesias en la repetición electoral del 10 de noviembre que se anuncian
imparables tras el fracaso de la negociación abierta ayer entre PSOE y
Podemos.
Un encuentro donde Sánchez volvió a rechazar la coalición que pide
Iglesias y donde Podemos le negó al PSOE su apoyo a la investidura en la
que ya contaban con la posición favorable del PNV, ERC (que busca los
indultos a los golpistas catalanes), y Bildu.
Pero la escasa oferta de Sánchez en pobres cargos de instituciones
que, como bien dice Iglesias son del Estado y no deben ser objeto de
reparto entre partidos políticos, ha dejado en evidencia que Sánchez
quiere ir a las elecciones del 10-N y no quiere un pacto con Podemos.
Lo que Iglesias considera una agresión de Sánchez política y personal
una vez que él lo aupó a La Moncloa en la moción de censura y además
dio un paso atrás al aceptar el veto de Sánchez a su presencia en el
Gobierno. La que Iglesias exigirá en noviembre en caso de que Podemos
logre alcanzar en los comicios del 10-N diputados suficientes para
volver a controlar la investidura.
El que sería el tercer intento de investidura de este problemático y
soberbio Sánchez. El que, si en noviembre no logra pactar con PP, Cs y
Podemos a pesar de haber mejorado su resultado electoral, al final
tendría que dar paso a otro dirigente del PSOE (Borrell, Gabilondo o
Page), salvo que pretenda llevar España a un bloqueo absoluto y camino
de unas terceras elecciones lo que sería un disparate monumental.
Y lo que abriría una sería crisis en el PSOE y la indignación
nacional contra un Sánchez que solo piensa en su persona y que insiste
como lo hace ahora en exigir a Pablo Casado, Albert Rivera y Pablo
Iglesias que lo invistan como presidente a cambio de nada como lo ha
pretendido el PSOE en esta última reunión de negociación con Podemos que
acaba de fracasar.
(*) Periodista
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