El jefe del Partido Popular, Pablo Casado, ordenó hace pocas horas a su secretario general, Teodoro García Egea, que acudiera al Registro para patentar todo lo que tiene que ver con la "suma": España Suma, Cataluña Suma, Andalucía Suma, Castilla Suma, etc., etc.
Tengo
para mí que es algo más que un gesto de comerciales avanzados. Se
trata, en primer lugar, de reconocer que el cuarteo o dispersión del
voto de la derecha (entendida desde el centro/derecha a la derecha
extrema, algunos la denominan "radical") imposibilita cualquier hipótesis de victoria, es decir, dejar el camino expedito a la izquierda.
Hace tan solo pocos años atrás resultaba impensable en el
actual escenario —tanto en el espectro del centroderecha como del
centroizquierda—, pero es algo que está ahí desde el 2015 y, por ende,
la tesis de trabajo realista desde la que hay que operar.
El primer
intento, Navarra, ha sido un éxito a pocos dígitos de lo "absoluto" y lo hubiera sido aún más si el PSOE
no decidiera conocer el apoyo de los bilduetarras. Tampoco hay que ir
por ello balbuceando por todas las esquinas; al fin y a la postre Bildu es un partido reconocido como legal por la democracia.
La idea del "España Suma" no es sino una mera conclusión de la ley D'Hondt y del uso de la calculadora. Podría resultar que aquellas formaciones que inequívocamente (eso dicen) nacieron para desplazar del poder a la izquierda con su presencia,
como quedó demostrado el 28-A no han hecho otra cosa que justamente lo
contrario. Escrito lo anterior nadie les podrá negar su derecho a
existir.
Modestamente creo, en efecto, que la experiencia navarra se puede repetir en otras demarcaciones electorales —Cataluña o País Vasco, sin ir más lejos—, pero resultará harto complicado llevar la misma al escenario nacional. Principalmente, porque Albert Rivera
quiere capitanear el centroderecha y ser él quien, llegado el caso,
ocupe el lugar que en la actualidad llena Pedro Sánchez.
Esta es la
cuestión. Es muy posible que de una forma u otra y en el momento
propicio se tenga que producir un acoplamiento de las dos principales
fuerzas políticas que compiten por ese espectro.
Por ahora, aparece solo como una bella idea que tendrá que esperar. Si es que llega. Lo he escrito en otras ocasiones "refundir" y "refundar" en las actuales circunstancias viene a ser prácticamente lo mismo.
(*) Periodista
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