martes, 2 de julio de 2019

Denuncian ante Cultura el mal estado del Acueducto de los Arcos, de Alcantarilla


MURCIA.- La Asociación para la Conservación de la Huerta y el Patrimonio de Murcia (Huermur) ha denunciado en la Dirección General de Bienes Culturales de la Consejería de Cultura, el mal estado del Acueducto de los Arcos sobre la rambla de Las Zorreras en Alcantarilla.

El acueducto, de origen árabe, se encuentra entre el Paraje del Agua Salada y el Camino de los Arcos y se trata de una singular y valiosa obra hidráulica compuesta de tres cuerpos con distintas pilas y bóvedas que corresponden a la acequia Mayor o Barreras (siglo XII), la acequia Turbedal (siglo XIII) y la acequia Daba, la más reciente. 
Este conjunto de acueductos son necesarios para salvar la Rambla de las Zorreras y que las aguas de las tres acequias que provienen de la Contraparada puedan llegar a la zona alta de Alcantarilla y desde aquí extender el riego a toda la huerta murciana.
Huermur, que recientemente ha visitado el monumento, ha comprobado de primera mano cómo este acueducto BIC «está plagado de maleza, basuras, pintadas, roturas, y un estado generalizado de abandono», que no garantiza de esta forma el cumplimiento de la Ley de Patrimonio Cultural que obliga a sus propietarios a una correcta conservación, y a custodiarlos y protegerlos para asegurar su integridad y evitar su destrucción o deterioro.
Por otro lado, Huermur señala que desde 2017, que se realizaron unas actuaciones puntuales sobre el monumento del acueducto tras una denuncia del colectivo conservacionista, ni la Junta de Hacendados, ni el Ayuntamiento de Alcantarilla, ni la Consejería de Cultura han llevado a cabo la restauración completa e integral de este importante monumento de la huerta.
Desde Huermur se señala que «resulta bochornoso que uno de los elementos más singulares de nuestra tierra, junto a la Contraparada y las dos ruedas de la Huerta, esté en este estado tan lamentable de conservación, mientras los políticos de turno solo se dedican a hacerse fotos y postureo».
En referencia a las numerosas pintadas y grafitis que «acribillan» este monumento, Huermur ha realizado un completo reportaje fotográfico que ha puesto en conocimiento del Seprona de la Guardia Civil, para que se emprendan las diligencias correspondientes encaminadas a salvaguardar este patrimonio de los murcianos.
Huermur remarca que ni el propio monumento declarado Bien de Interés Cultural (BIC) está identificado como tal mediante una correcta señalética, ni el entorno de protección de alrededor está puesto en valor y acondicionado, ya que «a día de hoy es un auténtico páramo desolado».

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