Pablo Iglesias le ha lanzado un ultimátum a Pedro Sánchez diciéndole
que si no acepta un ‘Gobierno de Coalición’ con Unidas Podemos no
apoyará su investidura. Por su parte Santiago Abascal ha amenazado a
Pablo Casado que si continúa insultando a Vox ellos no aprobarán los
Presupuestos del Gobierno de Andalucía.
Los dos líderes populistas de izquierda y derecha, Iglesias y
Abascal, tienen sobradas razones para denunciar y amenazar a sus
respectivos compañeros de la izquierda y la derecha, que están empeñados
en convertir a ambos en ‘los pagafantas’ de la política española.
Y se equivocan Sánchez y Casado si creen que Iglesias y Abascal no se
atreverán a romper con ellos porque Podemos y Vox tienen muy poco que
perder mientras PSOE y PP pueden perder poder en España, Andalucía,
otras Comunidades y en muchos de los ayuntamientos del país.
Es verdad que Iglesias impidió la investidura de Sánchez en 2016 y
que eso no se le olvida. Pero también es cierto que las negociaciones
personales que llevó Iglesias con Junqueras y Puigdemont para sacar
adelante la moción de censura contra Rajoy fueron determinantes y se
puede decir que Sánchez le debe mucho a Iglesias en su llegada al poder.
Abascal acaba de llegar a la política institucional y tanto PP como
Cs le deben mucho en la conquista y control del Parlamento y del
Gobierno de Andalucía.
Pero ahora estamos en otro escenario y en política no se pueden hacer
compartimentos estancos porque todo está relacionado. Y los líderes de
Podemos y Vox, Iglesias y Abascal, no entienden ni van a consentir sin
respuesta alguna que Sánchez margine a Podemos a la hora de formar un
nuevo Gobierno, ni Abascal va a consentir a Casado que lo llame ‘extrema
derecha’ para disfrazar de centro al PP, como está ocurriendo.
Además, después de las elecciones del próximo 26-M tanto Sánchez como
Casado y Rivera van a necesitar los votos de Podemos y Vox para formar
el gobierno nacional y los autonómicos y municipales en toda España.
De manera que mucho cuidado con los pagafantas porque a partir de
ahora que cada palo aguante su vela y que todos entiendan que en esta
política fraccionada como es la española todo tiene un precio. Y que la
amenaza de ‘si no me apoyas ayudas al contrario’ no sirve para nada
cuando resulta que las próximas elecciones son dentro de cuatro años.
(*) Psoudónimo de un veterano y prestigioso periodista cordobés
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