MADRID.- Un estudio de investigadores de la Universidad de Río de Janeiro (Brasil) advierte del riesgo que representa la epidemia de peste porcina africana en China para el suministro mundial de un medicamento derivado de carne de cerdo, la heparina, tal como recoge http://www.diarioveterinario.com.
El fármaco es ampliamente utilizado en todo el mundo y está hecho de intestinos de cerdo, y casi el 80% de esos intestinos de cerdo provienen de China.
“La enfermedad tiene el potencial de causar una escasez sin precedentes de materia prima de heparina”, explican los expertos.
En 2018, China
tenía aproximadamente 440 millones de los aproximadamente 770 millones
de cerdos del mundo. Pero desde que se informó por primera vez en agosto
de 2018 de la peste porcina africana, ese número ha disminuido
considerablemente. A principios de este año, el gobierno chino informó
que había sacrificado 1 millón de cerdos para ayudar a contener el
brote.
Sin embargo, los expertos creen que la cantidad real de animales sacrificados es mucho mayor, y que continuará aumentando.
Actualmente
no hay un tratamiento o vacuna para la peste porcina africana, que no
representa amenaza para los humanos, aunque como se avanzó en Diario Veterinario,
un grupo de españoles están a punto de conseguir la inmunización oral
del jabalí con una vacuna que están desarrollando y que concede una
protección del 92% ante la exposición de la enfermedad.
A pesar del impacto aparentemente obvio en el suministro de heparina, la información sobre el alcance de una posible escasez, o cómo podría mitigarse, es escasa.
La Administración de Medicamentos y Alimentos de EE. UU.
(FDA, por sus siglas en inglés), que rastrea e intenta prevenir la
escasez de medicamentos, asegura que está "al tanto de este problema y
de la investigación que se está realizando y estamos evaluando el
posible impacto de la escasez".
En
el caso de la heparina, algunos investigadores estiman que alrededor
del 80% del ingrediente activo bruto de la heparina se produce en China.
Sin embargo, existen algunas alternativas al uso de heparina de origen
porcino.
Existe una
heparina sintética en el mercado que podría ser sustituida por el
medicamento porcino. Sin embargo, las compañías farmacéuticas producen
una cantidad sustancialmente menor, lo que no asegura que se pueda
confiar en ella.
Otra
alternativa es introducir un tipo de heparina que se produce a partir de
los intestinos bovinos, algo que la FDA ha estado alentando a las
compañías farmacéuticas a hacer durante varios años.
La
heparina de origen bovino se utilizó en los Estados Unidos desde la
década de 1940 hasta la década de 1990, cuando se informó en Europa de
la encefalopatía espongiforme bovina (enfermedad de las vacas locas). En
ese momento, los fabricantes de medicamentos cambiaron voluntariamente a
heparina de origen porcino, y el medicamento bovino dejó de usarse.
El
cambio funcionó bien hasta 2008, cuando otra enfermedad viral se
extendió por la población de cerdos de China, matando a unos 40 millones
de animales. Entonces, los productores chinos decidieron sustituir
secretamente la heparina por un producto sintético “falso” que provocó
varios efectos secundarios con víctimas mortales.
Desde
entonces, investigadores de todo el mundo han buscado reintroducir la
heparina de origen bovino como una forma de diversificar el suministro,
pero aún no ha sucedido.
No
está claro si la solución llegará a tiempo para evitar la escasez
prevista a causa de la peste porcina africana, pero está claro que el hecho de no mitigar esa escasez podría tener consecuencias muy graves para los pacientes hospitalizados de todo el mundo.
"Usamos
mucho la heparina. Lo usamos para prevenir coágulos en pacientes que
están en cama y no pueden moverse, lo usamos para prevenir coágulos en
pacientes cardíacos, durante cirugías…", alertan.
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