Uno de los mejores relatos de suspense de Agatha Christie es ‘Tres
ratones ciegos’, luego llevado al teatro bajo el título de ‘La Ratonera’
que todavía se interpreta en Londres desde 1952. En la trama se
integran un grupo de ocho personas aisladas por la nieve en la casa de
huéspedes de Monkswell Manor en las afueras de la capital inglesa.
Los ocho están bajo la sospecha de un crimen que investiga el
sargento de policía Trotter, el noveno protagonista que se suma a la
reunión donde se produce un segundo asesinato y se anuncia el tercero
siguiendo la profecía y la canción de los ‘tres ratones ciegos’.
Pues bien, lo de los pactos municipales, autonómicos y de investidura
del Presidente del Gobierno tiene algo que ver con la trama del que fue
el mas famoso relato de Agatha Christie porque ocho son ahora los
sospechosos de los pactos de gobernabilidad (además Sánchez, que
representa el papel del Sargento Trotter), Casado, Rivera, Iglesias,
Abascal, Ortuzar, Colau, Valls y Maragall.
Protagonistas todos ellos de las negociaciones cruzadas para la
investidura de Sánchez en la presidencia del Gobierno, así como en las
Comunidades Autónomas de Madrid, Navarra, Castilla León, Aragón y
Murcia, o de las capitales emblemáticas de Madrid y Barcelona.
El enredo policiaco tiene como protagonista al sargento Trotter, es
decir a Sánchez, que es el inspector y el ‘asesino’ como en la novela.
Mientras sus víctimas, dos de los ‘tres ratones ciegos’, son Rivera y
Iglesias con los que Sánchez juega a placer para meterlos, antes de que
se vote su investidura, en ‘La Ratonera’ de los pactos en los
Ayuntamientos y las Comunidades.
Y una vez concluidos estos pactos, Sánchez les podrá cerrar la puerta
de La Ratonera anunciando la repetición de las elecciones generales y
dejando a C's y Podemos (y a Vox de paso), en la peor situación frente al
PSOE y el PP, de cara a esas nuevas elecciones generales que llegarían
en el otoño.
Y en ese caso con Podemos y Vox en caída libre y C's cazado en el
colchón de Sánchez, puede que en Castilla-León e incluso en Madrid si la
pelea de Rivera con Abascal acaba entregando Madrid a la izquierda en
la capital y la Comunidad.
La presión que Sánchez ejerce sobre Rivera con la ayuda de Macron, Valls y el Ibex 35 (desde el diario El País)
para que no pacte ni se siente con Vox y se acerque a Sánchez es la
pieza maestra que el sargento Trotter/Sánchez mueve con sigilo en el
tablero de los pactos para que el ‘impoluto’ Albert Rivera caiga de
bruces en La Ratonera.
El lugar donde ya le espera Pablo Iglesias con su insufrible monólogo
del ‘Gobierno de Coalición’, del que el obispo Ábalos se mofa a diario
con toda clase de enredos sobre ministros independientes y otras
ocurrencias.
Iglesias no lo sabe pero ya está en La Ratonera mientras Rivera se
acerca despacio y desconfiado a la trampa (‘The Mousetrap’) que está
preparando Sánchez y de la que tampoco anda muy lejos el líder de Vox,
Abascal, que es el queso de La Ratonera. Y el que huele el enredo y sube
sus exigencias a C's y PP para que, en el caso de fiasco final, no les
pille de rodillas y sin pantalones.
Rivera e Iglesias, dos ratones presos de su ciega soberbia, acabarán
en La Ratonera de Sánchez de la repetición electoral donde el PSOE
crecería a costa de la crisis de Podemos y de la confusa ambigüedad de
C's. Puede que en ese caso Vox se diluya en favor del PP dándole a Casado
una tercera e inesperada oportunidad de remontada pero quedando muy
lejos del PSOE.
Y una vez más Sánchez, el renacido, volverá a ganar
dejando tras de sí su particular reguero de cadáveres políticos, que no
deja de aumentar.
(*) Pseudónimo de un veterano y prestigioso periodista cordobés
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