Ha dicho Pablo Casado que los de Vox y Ciudadanos son ‘tránsfugas y
vendedores de humo’. Pues bien, repasemos una hermosa romaniza de ‘Doña
Francisquita’ que bordaba Alfredo Kraus y empezaba así: ‘Por el humo se
sabe donde está el fuego,/ del humo del cariño nacen los celos’.
Pues eso es lo que le pasa y le preocupa a Casado. Que al PP, en
estas elecciones les huele el culo a pólvora y a fuego y que están
celosos de los posibles buenos resultados de Santiago Abascal y Albert
Rivera.
Y, si los resultados de Vox son tan altos y espectaculares como
anuncian los rumores madrileños, en ese caso el humo saldrá de Génova 13
por causa de un incendió en la planta sexta. Que es el lugar donde
Cospedal se reunía en secreto con Villarejo para contratarlo, ‘baratito’
y con dinero del partido, para espiar a Javier Arenas y a otros
dirigentes del PP. Como con dinero de los fondos reservados se espiaba a
Bárcenas e Iglesias desde el ministerio de Interior.
El problema de Casado y del PP no está que que se le vayan dirigentes
y votantes a otros partidos, sino en el por qué se van. Y las
respuestas la sabe muy bien Casado porque fue el portavoz del PP de
Rajoy y vio, calló, tapó y no dimitió. Y ahora se ve en la obligación de
decidir que tiene ‘las manos limpias y los bolsillos vacíos’, lo que
está muy bien. Pero ¿y la conciencia?
Y también se le van muchos por la sectaria depuración que él mismo ha
organizado en el PP.
Y por los líos que él y los suyos han montado en
el arranque de la campaña electoral con el salario mínimo, las pensiones
y el aborto. O con sus pactos con Pedro Sánchez sobre el poder judicial
y el nombramiento de algunos candidatos de medio pelo como los de
Madrid.
No parece ni mal político, ni mala persona Casado. Pero esta verde
como un pimiento y además Rajoy le ha dejado una herencia bastante mala y
Aznar no lo deja en paz. Pero da la impresión que sus verdaderos
adversarios son Sánchez e Iglesias y no Rivera y Abascal.
Y ya sabemos que estamos en el baile de los indecisos y que Casado
hace lo que puede para que no se le fuguen los votantes del PP. Pero muy
mucho nos tememos que equivoca la estrategia porque atacando a Vox y C's
les da importancia y les envía votos sin parar.
Lo que tiene que hacer Casado es proponer un proyecto ilusionante
para España que atraiga el interés de los electores sin tener que
descalificar a todos los demás. Desde luego si va con esa estrategia al
debate del día 23 lo va a pasar bastante mal porque Rivera y Abascal, lo
van a arrasar.
(*) Pseudónimo de un veterano y prestigioso periodista cordobés
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