BARCELONA.- La banca española ha aparcado la nueva ola de fusiones por las horas
bajas que viven las entidades en bolsa. La ola que llegará antes será la
de los recortes de personal. Tras un 2018 algo más tranquilo, este año
se presenta con cerca de 10.000 empleados de Caixabank, el Santander, Unicaja, Liberbank y BBVA ante la puerta de salida, según vaticina hoy Economía Digital.
En el mes y medio de 2019 que llevamos, se han concentrado ya los
anuncios de recortes en varias entidades. En algunos casos, como Unicaja
y Liberbank, será fruto de la fusión en la que trabajan, y las cifras
son todavía orientativas. El caso contrario es el de Caixabank, que ya
está negociando las medidas con los sindicatos.
El sector bancario tenía el año pasado unos 168.000 empleados, según
datos de las patronales AEB (bancos) y CECA (antiguas cajas de ahorros).
Este año perderá unos 10.000, según los planes anunciados por las
compañías o filtrados. El Santander será, previsiblemente, el que haga
el mayor recorte, de unas 3.000 personas, al margen de su reducción en
Reino Unido a causa del brexit.
Caixabank fue el más madrugador. Después de anunciar, en noviembre del año pasado, el cierre de unas 800 oficinas por su apuesta por las store,
a principios de año puso cifra al recorte de personal que conllevarán
los cierres. La cifra que tienen ahora encima de la mesa de negociación
con los sindicatos es de 2.157.
Como ha hecho en los últimos años, el banco que preside Jordi Gual
tiene intención de que todas las salidas sean voluntarias. Por ello,
busca un acuerdo con los representantes de la plantilla. Pero esta vez
parece que lo tiene más difícil, ya que los sindicatos están acusando al
banco de inmovilismo. Caixabank ofrece prejubilaciones a partir de los 53 años, y 33 días por año de indemnización a los de menos de esa edad.
El Santander anunció también a principios de 2019 recortes de
personal en Reino Unido. Este viernes ha transcendido que el plan que
tienen para su negocio en el país británico también lo aplicarán aquí.
En concreto, serán 3.000 salidas para el cierre de entre 1.000 y 1.200 sucursales.
La causa, como en el caso de Caixabank, también es la digitalización,
que ha cambiado los hábitos de los clientes y hace necesarias menos
oficinas pero con un trato más personalizado.
La fusión de Unicaja y Liberbank está previsto que también comporte
recortes, pese a que las entidades ya los realizaron cada una por su
lado. La unión de estos dos bancos se está negociando y se prevé que se
acuerden los términos este semestre. Uno de los puntos calientes será
resolver las duplicidades y activar sinergias, lo que comportará cierres
de oficinas y también despidos.
Las primeras informaciones hablan de entre 2.500 y 3.000 salidas,
entre despidos y prejubilaciones. El último cálculo, el más conservador,
apunta a 2.452 salidas. Es del banco de inversión Kepler Cheuvreux,
según el cual el banco resultante de la unión despedirá a casi una
cuarta parte de los 10.800 empleados que suman.
BBVA es el banco que menos concretos tiene los planes de recortes. De
hecho, los ha publicado casi sin querer y sin la estrategia que los
acompañarían. En el informe financiero de 2018 publicado en la CNMV,
adelanta que este año gastará 480 millones de euros en prejubilaciones.
Haciendo una extrapolación con lo que le costaron las salidas en 2018,
con este dinero puede jubilar a unos 1.700 empleados.
Estos son los recortes que están ya sobre la mesa o que vienen
en camino, pero puede haber más. El sector está viviendo una
transformación hacia un uso cada vez más digital que, en el país con más
oficinas bancarias por habitante, supone un cambio cultural también
para las entidades, que están ante la disyuntiva de adaptarse o morir.
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