MADRID.- La cuenta atrás para la liberalización del transporte de viajeros avanza
y las grandes empresas ferroviarias europeas están tomando posiciones
en los mercados domésticos de la UE con más demanda a partir de 2020. La
francesa SNCF sigue muy de cerca el mercado de transporte español,
hasta el punto de que, según las fuentes consultadas por Expansión, ha ofrecido un
acuerdo a Renfe para la explotación de EVA, el proyecto de alta
velocidad de bajo coste con el que el operador español quiere combatir
la competencia de los rivales entrantes.
En concreto, el gigante público francés ha mantenido este año varios
contactos con altos cargos de la compañía española para tomar una
participación accionarial en EVA, el tren de bajo coste que Renfe tenía
previsto lanzar en el primer trimestre de 2019.
A cambio, SNCF estaría
dispuesta a facilitar el acceso de Renfe a la red ferroviaria francesa
en la que desde hace tiempo el grupo galo opera a través de los TGV y de
la marca de bajo coste Ouigo.
Según las fuentes consultadas, la
propuesta fue trasladada este año a la cúpula de Renfe, que fue relevada
a finales de junio tras la llegada del PSOE al Gobierno. A día de hoy,
se desconoce si la nueva administración del grupo dependiente del
Ministerio de Fomento ha retomado esta iniciativa o, por el contrario,
la ha descartado.
"Entre las dificultades de una compañía tan compleja
como Renfe destaca que sus interlocutores y su plan de negocio cambian
con demasiada frecuencia", indican las fuentes empresariales consultadas
para ilustrar la dificultad para tomar decisiones de carácter
estratégico.
Renfe estaba
dirigida hasta finales de junio por Juan Alfaro, que fue relevado por
Isaías Taboas. En estos tres meses, la empresa ha experimentado una
profunda remodelación de su cúpula, en la que ya no está alguno de los
promotores del proyecto EVA.
Inicialmente, la segunda marca de
alta velocidad de Renfe tendría que entrar en funcionamiento en el
primer trimestre de 2019.
Desde la compañía apuntan que va a ser
imposible cumplir con este calendario, ya que han surgido problemas con
la estación de El Prat en Barcelona y con la configuración de cinco
filas de los trenes que se habían seleccionado para prestar el nuevo
servicio que, de media, va a ofrecer tarifas un 25% más bajas que en la
actualidad en el corredor entre Madrid y Barcelona.
Para conseguir esa rebaja sin dañar márgenes, la compañía pretendía
reducir los costes de operación (comercialización y servicios a bordo) y
elevar la productividad aumentando el número de kilómetros recorridos
por tren al año. Actualmente, los trenes AVE recorren de media 380.000
kilómetros al año y la aspiración de Renfe era alcanzar los umbrales de
los trenes franceses, que duplican esa magnitud.
En su
presentación, en febrero de este año, los directivos de Renfe indicaron
que EVA empezaría con cinco frecuencias desde las estaciones de Atocha a
la de El Prat. La flota elegida para los EVA fueron los AVE de la serie
102 (Talgo-Bombardier), de color rojo. La aspiración en ese momento era
llegar al millón de clientes a partir del primer año.
El último en
hablar sobre este asunto fue el secretario de Estado de
Infraestructuras, Pedro Saura, que el pasado 2 de septiembre indicó que
aún no hay fecha para lanzar la segunda marca de Renfe.
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