El Partido
Popular afronta una semana política muy complicada. El caso más
mediático es la comparecencia de la presidenta de la Comunidad de
Madrid, Cristina Cifuentes, que debe demostrar en la Asamblea de
Madrid que no ha habido irregularidades en la obtención de su
máster en la Universidad Rey Juan Carlos, o por el contrario dimitir.
Se lo pide su socio de legislatura, Ciudadanos, sin cuyo apoyo no
podría gobernar. Pero no es el único caso que va a volver a poner a
prueba la honorabilidad de sus líderes.
Esta
semana vuelve a comparecer ante un tribunal el exvicepresidente del
Gobierno, Rodrigo Rato, y el juez del caso Bárcenas en la Audiencia
Nacional, José de la Mata, ha citado a otros cinco testigos por la
presunta corrupción de quien fuera el gerente del Partido Popular.
Con este panorama político-judicial resulta lógica la caída en las
expectativas electorales del todavía partido de gobierno. A los sondeos
del diario ‘El País’ y del ABC que habían anticipado el ‘sorpasso’ de
Ciudadanos, se ha sumado este fin de semana la publicación del sondeo
elaborado por Sigma 2 para el diario ‘El Mundo’ que confirma con más
contundencia que el partido liderado por Albert Rivera ganaría las
elecciones de producirse en este momento.
Por eso tiene muy especial relevancia lo que suceda esta semana en la
comparecencia de la presidenta de la Comunidad de Madrid en la asamblea
autonómica donde acude forzada por las exigencias de su socio de
legislatura.
Las exigencias del líder de Ciudadanos en la Comunidad de Madrid,
Ignacio Aguado, de que dimita si se demuestra que ha cometido un delito
al falsificar los datos de su máster pueden provocar un verdadero
tsunami en la política nacional.
Madrid es uno de los feudos tradicionales del Partido Popular y donde
los sondeos seguían aportando los mejores resultados para el partido
liderado por Mariano Rajoy. Los datos del último CIS, elaborado antes de
que se conocieran las presuntas irregularidades en la obtención del
máster de la Universidad Rey Juan Carlos, otorgaban un 32 % de
expectativa de voto para los populares, que junto a Ciudadanos podrían
mantener una holgada mayoría en la Asamblea madrileña.
De no poder demostrar que cumplió con todos los requisitos para
obtener el grado de máster, Cristina Cifuentes, llevará a la Comunidad a
una situación extrema de incertidumbre. Es importante lo que suceda en
su caso personal, pero sin duda es todavía más grave el caso por las
consecuencias políticas de ámbito nacional que conllevaría una forzada
dimisión debido a la gravísima crisis política que sufre España por la
cuestión catalana.
En este sentido sorprende que no haya mantenido ningún contacto con
el líder de Ciudadanos, Ignacio Aguado, según sus propias declaraciones a
los medios, pese a que logró la investidura gracias a los votos del
partido naranja.
Esta falta de explicaciones por parte de Cifuentes, habitualmente
dispuesta a dar la cara, ha llevado a reconocer a Aguado que pueda
existir alguna irregularidad. Por el bien de todos es de esperar que la
presidenta presente cuantos datos, testimonios y documentos sean
necesarios para dejar a las claras que no ha obtenido su grado de máster
de forma irregular.
No es ya por la situación en la que vaya a quedar Cristina Cifuentes,
por importante que esto sea en el ámbito personal, es por la situación
excepcional en la que estamos viviendo todos los españoles. Ha tardado
demasiado en comparecer, lo hace además de forma obligada por las
exigencias de sus socios. Es de esperar que ofrezca todos los
documentos.
(*) Periodista
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