lunes, 23 de abril de 2018

El Gobierno logra 'sacar' los Presupuestos, pero no evita la sangría de votos / José Hervás *

Cuando el jueves se re­chacen las en­miendas a la to­ta­lidad de los Presupuestos Generales del Estado, como está pre­visto que su­ceda, Mariano Rajoy habrá dado un gran paso para ga­ran­ti­zarse la go­ber­na­bi­lidad de España un año más pero no logra evitar la san­gría de vo­tos, lo que pro­voca cada día mayor ner­vio­sismo entre las filas po­pu­lares y entre los mu­chos dipu­tados que prevén no re­petir es­caño. 

Esto explicaría muchas de las tensiones internas en el Partido Popular y entre los miembros del Gobierno. Va mucho más allá que las tensiones entre los partidarios de Soraya y los partidarios de Cospedal. Aunque estas tensiones no se puedan soslayar.

En cuanto a los Presupuestos, el Ejecutivo solo necesita para seguir adelante con su proyecto que este cuente con más votos a favor que en contra y que ninguna de las enmiendas a la totalidad consiga mayoría en la Cámara. Pero este paso no logrará evitar la sangría de votos.

El apoyo implícito del PNV al Gobierno, al no presentar una enmienda a la totalidad, hace pensar que a su vez no apoyará ninguna de las seis enmiendas presentadas por los grupos de la oposición. Hay que agradecer al PNV su decisión. Llega en un momento de extrema incertidumbre política. Menos mal. La devolución al Gobierno de su proyecto acrecentaría la gravedad de la cuestión catalana.

A la dificultad de la situación, se ha venido a añadir las diferencias internas en el Gobierno sobre cómo afrontar la situación, diferencias que se han agudizado por la aparente diferente interpretación entre el responsable de Hacienda, Cristóbal Montoro, y el magistrado del Tribunal Supremo, Pablo Llarena, sobre si ha habido o no malversación de fondos públicos en la organización y celebración del referendo del 1 de octubre.

El Partido Popular y el Ejecutivo están divididos sobre la oportunidad de las declaraciones de Montoro al diario ‘El Mundo’, que venían a ratificar lo que ya había dicho en el Congreso. Aseguraba que no le constaba registralmente que haya existido esa presunta malversación que el juez Llarena argumenta, en base a los informes de las Fuerzas de Seguridad del Estado, para pedir la extradición de los líderes catalanes huidos al extranjero.

Entre miembros del Gobierno, diputados populares y responsables del partido, se puede oír la interpretación de que estas declaraciones de Montoro, inspiradas por la vicepresidenta Soraya Sáenz de Santamaría, buscan rebajar la gran tensión existente y tratarían de abrir de nuevo una vía al diálogo para volver a reiniciar el intento de que la cuestión catalana se reconduzca a los cauces que nunca debió abandonar. Es decir, abrir cualquier mejora de las relaciones dentro de los cauces que permite la Constitución, nunca fuera de los mismos.

En este momento de tensión en el Partido Popular, en el que todos estos asuntos han interrumpido el proyecto de renovación interna, con la futura sustitución de su líder actual, Mariano Rajoy, el primer objetivo es rebajar las diferencias de interpretación con el Tribunal Supremo. Leídas textualmente las palabras que reproduce la entrevista del titular de Hacienda al diario ‘El Mundo’, no cuesta entenderlas. Es más, parece que hubiera interés en que Montoro hubiera dicho más de lo que ha dicho.

Entre los que quieren rebajar la tensión están las declaraciones últimas del portavoz popular en el Congreso de los Diputados, Rafael Hernando, que ha defendido este domingo al ministro de Hacienda, pero sin mencionar ni corregir al juez Llarena.

Así, en su defensa de la actuación del Gobierno, Hernando dice que las afirmaciones de Montoro sobre que no se había gastado dinero público en el 1 de octubre se han ‘cogido por las hojas’, recordando que fue el propio Montoro ‘el primero que denunció a los independentistas por malversación de fondos públicos’.

Tiene razón Hernando. Las palabras textuales de Montoro no pueden ser más medidas. “Yo no sé con qué dinero se pagaron esas urnas de los chinos del 1 de octubre, ni la manutención de Puigdemont. Pero sé que no con dinero público”, aseguraba. Y además añadió que “hay una investigación judicial en marcha. Pero la malversación no requiere solo desvío de fondos: es también abrir un recinto público para un acto político ilegal, por ejemplo».

Leído lo dicho por Montoro, no cabe duda que se puede concluir que el enemigo está dentro. No es lo mejor que le puede pasar en este momento ni al Gobierno, ni a España. Pero merece la pena antes de emitir juicios sobre lo dicho, leer lo que han declarado.

Nos evitaríamos muchos mal entendidos en un momento en que sobre todo hace falta claridad.



(*) Periodista

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