CÁDIZ.- Los
veinte representantes de los trabajadores de Navantia que se encuentran
en la mesa de negociación del futuro plan industrial de los astilleros
públicos diseñan su estrategia para el siguiente asalto. El pasado 22 de enero, empresa y sindicatos se sentaron en Madrid para articular el proceso negociador que
llevará a la aplicación este año del denominado plan 'Astillero 4.0'. Los miembros de la seis centrales sindicales que componen el
Comité Intercentros han iniciado ya reuniones para abordar el nuevo
debate. La sensación que se transmitió tras el primer cónclave fue de
cordialidad, según La Voz Digital.
El objetivo de este plan no es otro que adaptar los astilleros españoles a las nuevas necesidades del mercado
y hacerlos más competitivos. Para ellos es clave mejorar su línea de
producción, simplificar los procesos de obra para acortar los plazos de
entrega al cliente, incorporar nuevas tecnologías y, sobre todo,
rejuvenecer a la plantilla.
En el caso de la Bahía de Cádiz, la
dirección de Navantia aportó durante la reunión de pasado enero una
serie de datos que demuestran la importancia del sector naval en la
Bahía y que obligan a la urgente aplicación de este nuevo plan que, en
resumen, garantizará larga vida al sector.
Entre los datos aportados por Navantia, que figuran en los preámbulos del plan, destacan que los astilleros gaditanos generan 12.690 empleos, entre directos y indirectos, lo que supone el 3,3% del empleo de la provincia.
Es necesario, por tanto, asegurar la carga de trabajo en las tres
factorías de la Bahía para mantener la empleabilidad.
Los directivos de
Navantia aseguran que la implantación del nuevo plan permitirá a los
astilleros ser más competitivos y sumar más mano de obra. Este volumen
de trabajo que genera el sector naval se traduce también como el 36% del
empleo industrial de Cádiz y supone el 2,1% del PIB provincial.
Navantia
ya está volcada en la aplicación del 'Astillero 4.0'. De hecho, en la
factoría de Puerto Real, la empresa ha desarrollado, en colaboración con
la Universidad de Cádiz, la construcción de algunas piezas aplicando la tecnología 3D.
Los primeros prototipos que han salido de este proceso de I+D han sido
las rejillas de ventilación y los aseos de los cuatro petroleros que se
fabrican en este astillero para el grupo vasco Ibaizábal. Se trata de un
primer paso para seguir investigando ahora hacia la fabricación con
esta técnica de otras estructuras navales.
La compañía, según El
Economista, contempla unos tres millones de euros anuales en I+D.
Este mismo diario recoge que la decisión de los astilleros de asumir
una reconversión tecnológica viene tras el peor momento vivido por
Navantia desde su creación en 2004.
Según este medio, todo empezó
en 2014, cuando los responsables de la compañía, controlada al 100% por
la SEPI, iniciaron una serie de visitas a astilleros del resto de
Europa, EEUU y Asia.
Fue en este último continente -sobre todo en Japón y
Corea del Sur- donde comprobaron que están resistiendo la enorme
presión competidora de China «combinando los apoyos gubernamentales con
un desarrollo de sus procesos de diseño, cadena de suministro y
fabricación», explican.
La conclusión fue clara para Navantia: «Estando
los productos de Navantia al máximo nivel mundial, los procesos
necesitaban una mejora profunda».
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