MADRID.- Tras contar
con todas las bendiciones a la operación de integración de BMN y
tras librarse de las limitaciones europeas por su rescate
público, la dirección de Bankia aún se tomará un tiempo extra para
la presentación del aplazado nuevo plan estratégico tras haber
cumplido con los objetivos del anterior, enfocado en la
recuperación del grupo. Por el momento, su presidente José
Ignacio Goirigolzarri se limitará a presentar a finales de mes las
cuentas anuales, en plena negociación para la reducción de
plantilla, publica hoy https://www.capitalmadrid.com.
Sin
prisas, pero sin pausa como se suele decir. Así encara el presidente de
Bankia, José Ignacio Goirigolzarri, la presentación y la aplicación del
nuevo plan estratégico para los próximos tres años. Un plan sobre el
que de hecho ya se ha trabajado durante el pasado ejercicio de manera
interna, una vez cumplidos los objetivos del primer plan para el
reflotamiento de la entidad puesto en marcha en 2012.
Los gestores de Bankia ya llegan con las manos libres para poder
acometer algunos negocios que se habían vetado por Bruselas como
consecuencia de su rescate público. La financiación de promotores
inmobiliarios es uno de los principales, aunque no el único y ya con
toda la experiencia adquirida en los años de los excesos con el
ladrillo.
Por el momento, el presidente de Bankia ya tiene fijada una fecha en
su agenda: el 29 de enero para la presentación de los resultados anuales
de 2017, un acto en el que estará escoltado por su consejero delegado,
José Sevilla. Sin un día prefijado, al menos de manera oficial hasta el
momento, la presentación del nuevo plan estratégico se aplaza hasta
febrero, aunque tampoco se descarta que para primeros de marzo.
La nueva hoja de ruta de Bankia ya contempla la integración de BMN,
una absorción que se ha avanzado desde el plano jurídico con la
inscripción de la operación en el registro mercantil. Eso sí, todo el
proceso debe de cerrarse a lo largo del nuevo ejercicio, tanto desde el
punto de vista técnico como de personal.
Negociaciones
Precisamente, la dirección de Bankia y los representantes sindicales
encaran desde este jueves las negociaciones formales para la reducción
de la plantilla conjunta que suman Bankia y BMN. La propuesta inicial en
los primeros contactos mantenidos hace unas semanas se había fijado en
más de 2.500 empleos sobrantes.
Esa cifra se consideró excesiva por parte de los principales
sindicatos, ya que las dos entidades en manos aún del Estado han
aplicado en los últimos años duros ajustes de sus respectivas plantillas
con el objetivo de mejorar tanto en eficiencia como en rentabilidad.
Con el foco puesto en el cliente, como ya ha demostrado Bankia con
algunas ofertas comerciales durante los últimos meses, pasa por el
desarrollo de nuevos canales digitales, como ocurre con la mayoría de
los bancos españoles.
Mientras tanto, el Estado (a través del Fondo de Reestructuración
Ordenada Bancaria, el FROB) ya se ha mostrado decidido a desprenderse de
su participación mayoritaria en el grupo presidido por José Ignacio
Goirigolzarri. Tras la venta de un 7% a primeros de diciembre, el FROB
todavía supera el 60% del capital de Bankia.
Bankia cerró el tercer trimestre de 2017 con una rentabilidad (ROE)
del 8,1% y una morosidad del 8,8%. Al mismo tiempo, mostraba una ratio
de capital CET 1 fully loaded del 14,16% y una ratio total de capital
del 17,18%, lo que sitúa al grupo presidido por José Ignacio
Goirigolzarri en una posición de ventaja frente a sus más directos
competidores.
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