domingo, 17 de septiembre de 2017

El cardenal Omella cierra la tertulia no soberanista de Ràdio Estel


BARCELONA.- La iglesia catalana no está la margen ni quiere estarlo del debate polarizado en la sociedad catalana sobre el referéndum de autodeterminación. Las propias convicciones y las presiones políticas del bloque independentista le han llevado a una decisión que merma la pluralidad política. El cardenal y arzobispo de Barcelona, Juan José Omella, ha decidido cerrar la tertulia política de Ràdio Estel, Ja era hora, que depende del arzobispado, y que ha conducido el periodista de largo recorrido Ricardo Aparicio. Este lunes ya no habrá programa, según Economía Digital.

El programa constaba de dos horas, con una tertulia que pretendía ejercer de contrapeso a otras tertulias del dial, con la idea de que los no soberanistas tuvieran más espacio que los independentistas, en una defensa de la pluralidad. Ràdio Estel, dirigida por otro histórico hombre de la radio, Enric Frigola, con doce emisoras en Cataluña y Andorra, tiene un gran potencial de crecimiento que se pretendía aprovechar. Pero la experiencia sólo ha durado diez días, desde la primera emisión del 4 de septiembre.

Las quejas las traslabada Frigola a Ricardo Aparicio desde el segundo día de emisión, al entender que las tertulias no estaban compensadas. Pero el responsable directo es la iglesia catalana, con el cardenal Omella a la cabeza.

Los nombres de los tertulianos aparecen en otros programas y tertulias, como el director de Economía Digital, Manel Manchón. Junto a Manchón, el primer día participaron la profesora de derecho y exdiputada del PP en el Parlament, Montserrat Nebrera y el exconseller de salut con el gobierno de Artur Mas, Boi Ruiz. Otros nombres que han participado en estos diez días son Jordi Juan, director de La Vanguardia digital, Gabriel Colomé, Antoni Fernández Teixidó, Antoni Bolaño, Arcadi Oliveres, Roger Montañola, Agustí Colomines, Joan Capdevila, Andreu Pujol, Josep Martí Blanch, Ricard Fernández Deu o Miquel Giménez.

Las quejas se iban reiterando, según fuentes del programa, con el argumento de que las tertulias “no estaban compensadas”, y que, “por lo menos hasta el 1 de octubre”, no se pusiera tanto el acento en la crítica al proceso soberanista y en contra del referéndum. El problema, por tanto, se centraba en que en las tertulias el defensor de las tesis soberanistas siempre estaba en minoría. En los programas en las emisoras públicas de la Generalitat el problema es exactamente el contrario, donde los que critican el proceso y cómo se ha realizado el proceso soberanista, están en franca minoría.

El nombre de la tertulia que conducía Ricardo Aparicio jugaba con esa idea: Ja és hora, con la voluntad de que plasmar una mayor pluralidad, o, como mínimo, de dar la voz con claridad a los que plantean argumentos que cuestionan la idoneidad y la fórmula con la que se ha llevado a cabo el proceso soberanista. Para la Iglesia catalana ha sido demasiado.

Se da la circunstancia, sin embargo, que el cardenal Omella recibió fuertes críticas del presidente de la Generalitat, Carles Puigdemont, por el mensaje y el tono de su discurso en la misa en la Sagrada Familia con motivo del acto tras los atentados terroristas en Barcelona del 17 de agosto. Puigdemont le reprochó, como admitieron fuentes de Presidencia, que no hubiera utilizado el catalán en su alocución. Le hiciera caso o no, lo cierto es que no ha querido que siga la tertulia de Ricardo Aparicio.

El programa, que contaba con esa tertulia, es el fruto de una iniciativa empresarial del propio Aparicio, junto a Boi Ruiz y Antoni Fernández Teixidó, que acordaron con Ràdio Estel para potenciar la emisora, con el ánimo principal de aportar una mayor pluralidad y dar voz a los críticos con la forma como se impulsa el proyecto independentista, que tiene como único objetivo en estos momentos tratar de sacar adelante el referéndum del 1 de octubre.

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