CARTAGENA.- La anunciada parada de la producción en la refinería de Repsol en Escombreras es inminente. Tras dos días de huelga por parte de los trabajadores, ya ayer la unidades de producción no volvieron a funcionar a pleno rendimiento, como hubiera sido lo normal. Ése es un indicativo de que el cese se llevará a cabo en las próximas horas, explicó a 'La Verdad' un portavoz de la empresa y confirmaron los trabajadores.
Lo normal hubiera sido que a partir de las diez de la noche del pasado lunes, hora de finalización de la huelga, hubieran puesto en marcha todas las unidades de producción de la refinería para buscar en pocas horas el pleno rendimiento. Pero ayer sólo funcionaba una parte de ellas, la terminal marítima y el oleoducto de Puertollano.
«Hay que tener en cuenta que la paralización se realizará de forma progresiva, no se puede parar todo al mismo tiempo», comentó el portavoz de la empresa, quien no precisó cuándo parará la fábrica de forma definitiva ni por cuánto tiempo será.
Por su parte, el presidente del comité de empresa, Antonio Fernández, explicó: «Prácticamente ya está todo paralizado. Apenas hay movimiento. En otra situación más favorable, la refinería sería en estos momentos un hervidero, y todas las unidades estarían funcionando».
El representante de los trabajadores añadió que ayer solicitaron a la dirección de la empresa otra reunión para saber cuándo se parará definitivamente, por cuánto tiempo será y el número de trabajadores que se verán afectados. Fernández dijo que la empresa ha pospuesto el encuentro para hoy.
«Los trabajadores están impacientes. No saben qué hacer. Los jefes de sus departamentos les han comunicado que cojan vacaciones, pero éstas son forzosas y eso no es justo», aseguró Fernández.
La empresa, sindicatos y trabajadores aseguraron, al conocer el pasado martes la noticia, que la paralización sería temporal, hasta que el mercado de carburantes mejore y el refinado sea rentable en la factoría de Escombreras. Mientras las obras de la nueva planta, que tendrá 22 unidades de producción, el doble que la antigua, avanzan al ritmo previsto.
El portavoz de Repsol explicó que en la vieja factoría ya se han realizado mejoras para modernizar sus instalaciones para que, llegado el momento, puedan ser ensambladas con las nuevas «y funcionen unidas. En un futuro estarán todas las unidades de producción vinculadas para que el rendimiento sea el doble del que tiene en la actualidad».
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