lunes, 16 de marzo de 2009

El campo murciano pierde en dos años 827 explotaciones agrarias

MURCIA.- La Región ha perdido en dos años 827 fincas agrarias familiares. Así se desprende si comparamos los datos que se incluyen en la última Encuesta sobre la Estructura de Explotaciones Agrícolas del Instituto Nacional de Estadística (INE), que hacen referencia a 2007, con los anteriormente publicados en 2005. Así, el INE informa de que en 2007 había un total de 32.069 propiedades de este tipo en la Región, mientras que dos años antes alcanzaban las 32.896, según recoge 'La Opinión'.

Este descenso del número de explotaciones no se traduce en una disminución de la superficie cultivada, ya que en 2007 se contabilizaron 380.272 hectáreas de tierras labradas (en activo) -tanto de las 32.069 fincas familiares como de las 1.400 que tienen un carácter más empresarial-, lo que supone 4.101 hectáreas más que en 2005.

La explicación de esta aparente contradicción se encuentra en la tendencia a la concentración de propiedades, que también se desprende de la encuesta publicada por el INE. Así, la estadística refleja que en 2007 desaparecieron 927 fincas agrícolas de menos de diez hectáreas -pasando de 27.449 en 2005 a 26.562 en 2007-, mientras que se registraron 24 explotaciones más con una superficie que superaba las 50 hectáreas -1.481 en 2005 frente a las 1.505 de 2007-.

Otro de los factores que está influyendo en la concentración de explotaciones familiares es el envejecimiento de sus titulares, ya que si no encuentran sucesor lo más probable es que vendan sus tierras. Así, destaca el hecho de que, según los datos del INE, en 2005 el 36,7% de los propietarios de explotaciones rurales en la Región tenía más de 65 años -12.082 titulares-, mientras que dos años más tarde este porcentaje ha aumentado al 39% -12.510-.

Destaca, además, que según la última estadística del INE, 7.284 titulares de fincas agrarias tienen entre 60 y 64 años, lo que supone también un porcentaje elevado. Han aumentado, por otro lado, los propietarios menores de 25 años -15 en 2005 y 129 en 2007-. La franja de edad en la que se encuadran un mayor número de titulares son entre 55 y 59 años (4.208) y entre 45 y 49 años (3.306).

Alfonso Gálvez, secretario general de Asaja-Murcia, reconoce que muchos agricultores siguen vinculados a su trabajo después de la edad de jubilación, porque "la agricultura es una forma de vida" y "no cuentan con un relevo generacional". Esto propicia que explotaciones limítrofes puedan adquirir esas fincas y aumentar su superficie. Esa tendencia al latifundio tiene dos lecturas para Gálvez.

Por un lado, es positivo que exista "una mayor coherencia en la distribución y racionalización de las explotaciones, ya que cuanto mayor es la explotación mayor rentabilidad se pueden obtener de los costes". No obstante, el representante de Asaja advierte: "No queremos que la agricultura murciana se quede en manos de unos pocos".

Gálvez añade que aunque muchos agricultores retrasan la edad de jubilación, otros la anticipan debido a que sus propiedades no son rentables por los altos costes de producción y los bajos precios en origen.

El secretario general de UPA en la Región, Marcos Alarcón, no cree que el agricultor profesional esté aumentando la superficie media de sus fincas, debido al precio que tiene la tierra y a la baja rentabilidad que se puede obtener de ella.

"Son las explotaciones con un carácter empresarial las que pueden estar creciendo", dice Alarcón, quien confirma que uno de los problemas de la agricultura murciana es la falta de un relevo generacional.

Pedro Lencina, presidente de COAG en la Región, afirma que el alto número de agricultores en edad de jubilación y la falta de sucesores no son las causas por las que disminuye el número fincas: "La razón es que las pequeñas explotaciones no son rentables, por lo que se venden o se dejan a la yerma".

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