miércoles, 17 de diciembre de 2008

Guayaquil despide desgarrado al controvertido ex presidente de Ecuador, León Febres Cordero

GUAYAQUIL.- El sonido de trompetas dio el inicio al vuelo de tres aviones que precedió el minuto de silencio para de inmediato producirse los siete disparos como parte de los honores al ex Jefe de Estado, según la crónica del diario local "El Universo".

Previamente, la hija mayor de León Febres-Cordero, María Eugenia de Bjarner recibió la bandera de Ecuador que estos tres días de velatorio descansó sobre el féretro con los restos del ex mandatario y fueron resguardados por la Guardia Presidencial.

Miles de ciudadanos gritaban el nombre "León" y aplaudían mientras era trasladado en hombros el ataúd con los restos del ex presidente León Febres-Cordero a su morada final. El recorrido desde la Catedral de Guayaquil tomó cerca de dos horas. Sus restos llegaron a Parque de la Paz a las 17.15 (23.15 hora española).

La seguridad no ha podido contener el fervor de los ciudadanos que con afiches y banderas con crespones negros dan los últimos honores al líder político guayaquileño.

El sonido de las sirenas y un helicóptero alertó a quienes estaban en los alrededores del lote 20 en el Parque de la Paz sobre la llegada del cortejo fúnebre del fallecido ex mandatario León Febres-Cordero. Eran las 16:00 (22.00 horas en España). Todo fue una falsa alarma.

No obstante desde ese instante los carteles con leyendas que recordaban y agradecían las obras de Febres-Cordero en Guayaquil se levantaron y no volvieron a bajarse. Quince minutos despues llegó su esposa Cruz María Massuh, le siguieron allegados como el ex presidente Sixto Durán Ballén, quien brevemente dijo que debemos aprender un poco de las lecciones y deseos que Febres-Cordero tuvo para el país; al acercarse al sector reservado para las autoridades fue recibido con aplausos.

Entre quienes se adelantaron a la llegada del cortejo fúnebre pudo verse a Xavier Neira, Alfonso Harb, Jacinto Velázquez, Jaime Durán Barba, Alexis Mera, este último colaborador del actual gobierno.

Unos 150 buses con personas se trasladaron hacia la zona de Samborondón, donde está localizado el camposanta. En La Aurora, un área cercana al cementerio, se inició una cabalgata en que decenas de caballos con jinetes vestidos de blanco esperaron para dar los últimos honores al fallecido, amante de los eventos en que concursaban sus caballos de paso.

El cortejo recorre el centro de Guayaquil

Centenares de ciudadanos acompañan su último recorrido por las calles de Guayaquil. Su paso, flanqueado por banderas celeste y blanco con crespones negros, se realiza en hombros de sus familiares.

Cumpliendo el protocolo del ceremonial previsto para dar los últimos honores a quien fue Jefe de Estado, el arzobispo dio las últimas bendiciones en la Catedral, al despedir al fallecido León Febres-Cordero.

Una solemne misa en la Catedral de Guayaquil dio inicio a los actos de despedida al fallecido ex Presidente de Ecuador y ex Alcalde de la municipalidad.

Tras la ceremonia religiosa católica, tres discursos condensaron el pensamiento de los ecuatorianos en la despedida a este político controversial.

En un emotivo discurso, su amigo y coideario, el actual alcalde de Guayaquil, Jaime Nebot, relievó las cualidades de León Febres-Cordero, de quien dijo que "jamás será olvidado y por eso nunca morirá".

"Un hombre solo muere cuando es olvidado, León Febres-Cordero jamás será olvidado y por eso jamás morirá", comentó de su lado el alcalde de Guayaquil, Jaime Nebot. Expresó que si bien tuvo errores, en el balance de su vida, sin duda los aciertos fueron infinitamente superiores, así lo reconocen sus adversarios, cuando son caballerosos.

Su pasión, en todo y por todo pudo ser su gran defecto, o quizás su mayor virtud, porque sin duda fue la fuente de su integridad y entereza que le permitió hacer, no decir,el gran bien que hizo a los ecuatorianos y a los guayaquileños, expresó al resumir la larga vida pública del fallecido líder del Partido Social Cristiano.

Nebot dijo que hay dos momentos en que los hombres somos iguales al nacer y al morir, porque cuando nacemos no traemos nada, y al morir no llevamos nada tampoco, pero, para el Alcalde no es posible que el destructor, el egoísta, el cobarde, el inútil puedan dejar lo mismo como aquel que es constructor, solidario, valiente y el exitoso, "todo esto último fue LFC, por eso es distinto, no igual, por eso, jamás será olvidado y por eso nunca morirá".

Finalmente, agradeció al patriota que fue LFC, "al guiar nuestro barco hacia un puerto de luz".

Nebot pidió una pausa respetando su encuentro con Dios, pero mañana, como siempre y como él, sigamos siendo los guerreros de la paz y el progreso.

De su lado, su ex vicepresidente Blasco Peñaherrera Padilla, al destacar su tarea como primer mandatario en vida trabajó erguido e incólume como un gran árbol, porque "fue un hombre grande, que hacen obras grandes".

Su última batalla ha concluido con una victoria que puede ser su mayor legado, que es el rescate de la civilidad, porque algunos de sus adversarios le rindieron el mejor de los homenajes, expresó Peñaherrera.

En la Catedral

El incienso envolvió la Catedral de Guayaquil. A las 13.00 (19.00 horas en España) el pasillo central trazó el camino de la cruz al altar. Ahí, más de 3.000 personas esperaban silentes el inicio de la misa de exequias para despedir a León Febres Cordero.

Los acordes de un piano coparon el ambiente de devoción. Rezos y plegarias retumbaron dentro del templo. “Fue ungido con el óleo sacramental, comulgó con fe y piedad”, exclamó Monseñor Antonio Arregui en el sermón, según la versión de "El Comercio".

Así recordó el Arzobispo de la ciudad los últimos días del líder del Partido Social Cristiano, cuando reposaba en una suite de la clínica Guayaquil. “Alguien le regaló un escapulario del Carmen, que le fue impuesto cuando ya no alcanzaba a santiguarse”.

En la primera banca, su antecesor en el Cabildo Porteño, Jaime Nebot; Blasco Peñaherrera, quien fue vicepresidente en su gobierno, y Pascual Del Cioppo, del PSC, alistaban sus discursos.

Horas antes, decenas de personas peregrinaban a paso lento para dar su último adiós al ex presidente. Tocaban el ataúd, lloraban, se persignaban. Entre la multitud, Xavier Espinoza elevó una bandera.“Es la 6, la que acompaña a León hasta la muerte”, repitió.

Junto al altar, el estandarte del PSC escoltó a Febres Cordero, tal como lo había hecho por 30 años. Sus coidearios de derecha también coparon las bancas.

“Antes de morir nos dijo: muchachos, luchen por la patria”, recordó Luis Fernando Torres. Mientras que Carlos Falquez, alcalde de Machala, resaltó su carrera presidencial. “Con el petróleo a 7 dólares y con un terremoto devastador, supo sacar adelante al Ecuador”.

La homilía continuó. En el púlpito, Del Cioppo, Peñaherrera y Nebot evocaron al político, al amigo, al ex presidente, al líder.

Al final, un coro de violines selló una la corta despedida de los familiares. Su esposa, hijas, hermanos y nietos contemplaron por pocos minutos su rostro, a través del vidrio que cubría el féretro.

Afuera, las veredas se llenaron de banderas. Miles de personas coparon las calles Chimborazo, 9 de Octubre y Malecón, para acompañar a Febres Cordero hasta el camposanto Parque de la Paz, donde sería sepultado.

El sonido de las trompetas anunció su salida de la Catedral, a las 15:00 (21.00 hora española) Sobre los hombros de sus nietos, el ataúd del caudillo socialcristiano atravesó el portón del templo. A los costados, los granaderos de Tarqui formaron una calle de honor, mientras decenas de flores amarillas y naranjas cubrieron el tricolor patrio que cobijó su ataúd.

Delegación institucional

El vicepresidente Lenin Moreno acudió a la catedral de Guayaquil, para asistir a las honras fúnebres del ex mandatario. El vicepresidente afirmó que fue a la ceremonia "para recordar a un hombre que vivió con pasión, sin duda con todos los errores y los aciertos" y agregó que "los aciertos son para recordarlos ahora".

El ex presidente de Ecuador Rodrigo Borja, entrevistado para la ocasión por el canal Ecuavisa, recordó las confrontaciones que mantuvo con el fallecido durante su vida política.

"Nos combatimos por 25 años de la manera más frontal, más dura, más intransigente, porque a lo largo de esas jornadas representábamos dos concepciones opuestas del mundo de la sociedad", dijo.

Borja agregó que la lucha contra Febres Cordero "fue sin cuartel" y que tuvo su momento cumbre en las elecciones presidenciales de 1984, en las que se enfrentaron.

"Él, de la derecha política y económica, con todo el apoyo de los resortes empresariales y de la iglesia (...) y yo, que representaba a la izquierda", recordó Borja.

Por su parte, otro ex gobernante, Gustavo Noboa, dijo que "la partida de Febres Cordero es la partida de uno de los hombres más prestigiosos en la política de Ecuador" y agregó que será la "historia quien lo juzgue".

Estas declaraciones las realizó Noboa pese a que tiempo atrás acusó a Febres Cordero, de "perseguirlo políticamente".

No hay comentarios: