CARAVACA DE LA CRUZ.- Este año la
petición fue de manera muy especial por la salud de todos y por un
futuro mejor, «teniendo presentes a quienes nos dejaron, pidiendo a la
Santísima y Vera Cruz que siga protegiendo a todos sus hijos», según concluyó
hoy el alcalde Juan Francisco García (PP) en la tradicional ofrenda de flores de cada 2 de mayo a la sagrada reliquia; fecha de los Caballos del Vino con su subida y bajada al castillo-fortaleza desde la Cuesta del Castillo y la Cuesta de la Simona, y que opta a convertirse en Patrimonio Inmaterial de la Humanidad por la UNESCO, según la crónica de La Opinión .
Sobre la situación actual, explicó el alcalde que «esta bandeja en una silenciosa capilla de la Vera Cruz es hoy nuestro corazón encogido por la nostalgia y recoge las lágrimas que se vierten desde las casas de tantos caravaqueños, vivan donde vivan».
A puerta cerrada y sin fieles se celebró la misa de aparición,
que tradicionalmente se celebra en el Templete. La eucaristía estuvo
presidida por el párroco Juan Alfonso Breis y auxiliada por Alfonso
Ortiz.
Durante su homilía Breis recordó la importancia del rito de aparición tanto para la ciudad de Caravaca, como para el mundo cristiano.
Durante su homilía Breis recordó la importancia del rito de aparición tanto para la ciudad de Caravaca, como para el mundo cristiano.
A
los pies del altar estuvo la bandeja de flores que todos los años la
Hermana Mayor entrega al alcalde de Caravaca para que la ponga a los
pies de la Cruz. En ella, van los deseos, anhelos y también los sufrimientos de todos los caravaqueños.
Este año la bandeja fue trasladada hasta la Basílica Santuario por la
Policía Local, y se quedó depositada en la Capilla de la Cruz, junto al
bastón de mando y el medallón del regidor caravaqueño, José Francisco García,
quien a través de un mensaje en redes sociales puso de manifiesto que
«sabemos que el día más gozoso del año suena a repiques de campanas,
estallidos de cohetes, pasodobles y alegre cascabeleo», añadiendo en
este sentido que «en la plenitud de la primavera, surge un milagro
llamado 2 de mayo».
García incidió en las «emociones que están recogidas
en la Bandeja de Flores, que desde hace siglos ofrece el alcalde a la
Vera Cruz en representación de todo el pueblo».