MADRID.- Banco Sabadell comunicó el lunes 24 de diciembre
lo que puede considerarse la formalización del fin de una era en el
accionariado de la entidad. Una etapa que se ha saldado con pérdidas de
cientos de millones de euros para los representantes de la alta
burguesía catalana, publica hoy www.vozpopuli.com.
"En relación con el pacto parasocial de fecha 27 de julio
de 2006", informó el día de Nochebuena, a las 17.38 horas, la entidad
financiera, "los firmantes del mismo que pudieran ser titulares aún de
acciones afectadas por dicho pacto, han comunicado a Banco Sabadell que han decidido dejarlo sin efecto (...)".
El banco presidido por Josep Oliu comunicaba así el lunes, de tapadillo, el fin de una intensa relación accionarial que ha durado 12 años.
Corría el año 2006 y esto era una fiesta. La economía
española se acercaba a su etapa más sombría vivida en democracia, pero
aquí todo el mundo bailaba camino del precipicio.
Poco antes de que
estallara la burbuja inmobiliaria y financiera, la alta burguesía
catalana, imbuida también de ese frenesí que el boom económico todo lo
impregnaba, dio un paso adelante y se conjuró para defender a Banco
Sabadell de cualquier amenaza de inversores extranjeros.
Y posicionarse
en el capital de una entidad que tendría mucho que decir en una
previsible concentración del sector bancario español.
Pacto entre caballeros
El 22 de julio de 2006 se formalizó un pacto
-el mismo que ha sido formalmente cancelado este lunes- entre esos
accionistas de Banco Sabadell, inversores y empresarios catalanes, que
restringía la venta de sus acciones en el banco.
En
el caso de recibir una oferta por sus títulos, los firmantes no podrían
traspasarlos sin otorgar al resto un derecho de adquisición preferente.
Acordaron que el pacto tuviera una duración de 10 años, prorrogable cada cinco.
Lo firmaron el mismo presidente de Banco Sabadell, Josep Oliu; Miguel Bosser Rovira, empresario textil catalán, que tenía el 0,05% del banco; José Manuel Lara Bosch, presidente de Planeta, entonces con cerca del 2%; Isak Andic, fundador de Mango, con el 0,81%; Héctor Colonques, copropietario de Porcelanosa; Joaquín Folch-Ruiseñol, dueño de las pinturas Titán, con el 1%.
Al pacto se adhirió Enrique Bañuelos, que subido a la ola inmobiliaria, a los lomos de Astroc,
había adquirido el 3% de Banco Sabadell. El empresario asistiría a
mediados de 2007 al derrumbe de Astroc en Bolsa, cuyas acciones habían
pasado en un año de valer poco más de seis euros a más de 70. Pero logró
escapar a tiempo de la caída de Sabadell; en mayo de 2007 vendió cerca
del 6% que había alcanzado en el banco por 622 millones de euros.
Venta de La Caixa
La firma del pacto coincidía en esa época con los deseos que ya por entonces tenía La Caixa de desprenderse del 12,4% que poseía en Banco Sabadell.
Tanto Josep Oliu como los entonces presidente y director general de La Caixa, Ricard Fornesa e Isidro Fainé,
se afanaron durante ese año 2006 en encontrar accionistas de confianza
que ocuparan el espacio que La Caixa iba a dejar en Sabadell, y los
firmantes de ese pacto eran los elegidos.
El 22 de diciembre de 2006 La Caixa comunicó la venta del 12,4% que poseía en Banco Sabadell. La operación se valoró en 1.295 millones de euros y la caja de ahorros logró 651 millones netos de plusvalías. La venta se efectuó en dos tramos.
En una primera fase, el 4,99% de Sabadell fue comprado por la sociedad Famol Participaciones,
controlada por Josep Oliu, Joaquim Folch-Rusiñol, José Manuel Lara
Bosch, e Isak Andic. Y en un segundo tramo el dueño de Mango adquirió
directamente otro 2%, y el presidente de Planeta un 0,7% más.
Pérdidas millonarias
Ocho
meses después de la firma de ese pacto entre los accionistas catalanes
de Sabadell, el valor del banco en Bolsa alcanzó su mayor cota, entre
febrero y abril de 2007, más de 8 euros por acción. Los Oliu, Lara,
Andic, Folch veían como se revalorizaba su apuesta por la entidad.
Pero
el escándalo Lehman Brothers, el pinchazo
de la burbuja inmobiliaria y la crisis financiera hundieron el valor de
sus acciones en Sabadell al cabo de unos pocos meses.
En 2006 Famol Participaciones -Oliu, Folch-Rusiñol, Lara
Bosch, y Andic- habían adquirido 81,6 millones de acciones de Banco
Sabadell a un precio unitario de 6,09 euros, un valor total de 489,6 millones. En la actualidad, Banco Sabadell cotiza a 0,97 euros por acción.
El dueño y fundador de Mango participaba en Sabadell a través de la sociedad Mayor Vent, que posee el 40% de Famol Participaciones. En sus cuentas de 2015, Mayor Vent tenía una provisión por deterioro de 389 millones de euros.
Fábricas Folch, de Joaquín Folch-Ruiseñol, provisionó 49,5 millones en 2015 por su participación en Famol.
La familia Lara participaba en Famol a través de Jaipur Investment, con el 34,9% del capital. Además sumaban más acciones de Sabadell a través de la misma Jaipur Investment, y de Inversiones Hemisferio.
A 31 de diciembre de 2014, Jaipur Investment contaba con préstamos de las otras sociedades de los Lara por valor de 344,1 millones de euros. El pasado mes de octubre, la familia Lara se deshizo de toda la participación que le quedaba en Sabadell.
Fin del pacto
Los
firmantes de aquel pacto de julio de 2006 han ido desapareciendo del
consejo de administración de Banco Sabadell y de su accionariado.
Aunque
en 2016, al cabo de diez años, ese pacto fue renovado por otros cinco
años, el mismo ha sido cancelado este lunes 24 de diciembre, al haber
querido todos sus integrantes desprenderse de los títulos del banco.
En la actualidad son grandes fondos extranjeros los principales accionistas de Sabadell. Blackrock posee el 5,3%; Norges Bank, el 3,1%. El mexicano y millonario David Martínez Guzmán, controla el 3,1%.