Mostrando entradas con la etiqueta Normalización. Mostrar todas las entradas
Mostrando entradas con la etiqueta Normalización. Mostrar todas las entradas

martes, 24 de agosto de 2021

La CARM obtiene la certificación de calidad ISO9001 para las 33 oficinas de la Agencia Tributaria de la Región de Murcia


MURCIA.- La Consejería de Economía, Hacienda y Administración Digital ha obtenido la certificación de calidad ISO9001 con Aenor para las 33 oficinas de la red de la Agencia Tributaria de la Región de Murcia. Durante un año se ha estado trabajando en implantar esta norma de mejora, unificación y homogeneización de los más de 30 procesos de atención al público con el fin de prestar un servicio de calidad a todos los ciudadanos de la Región.

El consejero, Luis Alberto Marín, indicó que "en la Administración regional estamos en un proceso de mejora continua para prestar el mejor y más eficiente servicio al millón y medio de murcianos. Nos autoimponemos esta labor y un ejemplo es la obtención de la certificación de calidad ISO9001 para el conjunto de las oficinas de la Agencia Tributaria de la Región de Murcia".

El alcance de este trabajo de mejora de calidad que ha certificado Aenor ha sido el servicio de información, emisión de recibos y cartas de pago, así como el registro y asistencia al contribuyente para tributos gestionados por la Agencia regional.

Los contribuyentes de la Región de Murcia pueden realizar sus trámites tributarios con la Comunidad Autónoma y con los 35 municipios que tienen suscritos acuerdos de colaboración con el organismo autonómico en cualquiera de las 33 oficinas, independientemente de cuál sea su domicilio.

"De esta forma, unido a la cita previa o la posibilidad de realizar trámites de forma telemática, es posible ahorrar tiempo y dinero a los contribuyentes, que evitan desplazamientos y a los que se les solucionan sus consultas tributarias, al tiempo que reciben una atención de calidad reconocida por una norma internacional y certificada por Aenor", puntualizó el titular de Economía, Hacienda y Administración Digital.

El consejero recibió la certificación de la norma ISO9001 por parte del director de la Región Mediterránea de Aenor, Ángel Luis Sánchez, en la visita a las nuevas instalaciones de la Agencia Tributaria regional en Fuente Álamo, un acto al que también asistió la alcaldesa de la localidad, Juana María Martínez.

Además de la mejora, unificación y homogeneización de los procesos que ha llevado a la obtención de la certificación, la Comunidad Autónoma inició un proceso de reforma de las oficinas de la Agencia Tributaria, como la de Fuente Álamo, dentro de su Plan Estratégico.

Estas instalaciones se integran en el nuevo proyecto 'Oficina Store', un tipo de oficina inteligente y digitalizada que se caracteriza por ofrecer una atención más próxima al ciudadano y por potenciar la calidad de los servicios que se prestan.

Se trata de un nuevo modelo que se integra dentro del Plan Estratégico de la Agencia Tributaria y que se va a ir implantando progresivamente en las 33 sedes con las que cuenta la Agencia Tributaria en la Región y que está funcionando ya en Abanilla, La Unión, Caravaca de la Cruz, Mazarrón, Jumilla y Fuente Álamo.

Los registros de la oficina de Fuente Álamo muestran que este año ha recibido la visita de 3.378 personas y ha resuelto un total de 4.553 consultas de los contribuyentes en las instalaciones situadas en la calle Maestros Alfareros 2.

domingo, 10 de marzo de 2019

La CARM recuerda la información que deben recoger las etiquetas de los productos

MURCIA.- La Consejería de Empleo, Universidades, Empresa y Medio Ambiente, a través de la Dirección General de Comercio, Consumo y Simplificación Administrativa, ha ofrecido a los ciudadanos una serie de pautas que deben tener en cuenta al examinar el etiquetado de los productos, que proporcionan información útil a la que tienen derecho. De manera genérica, dicha información debe ser clara, visible, legible y comprensible, además de estar obligatoriamente en castellano.

En el caso concreto de los alimentos, deben incluir la lista de ingredientes, la cantidad neta en productos envasados, así como la fecha de duración mínima o fecha de caducidad. También deben figurar las condiciones especiales de conservación y de utilización, y el modo de empleo cuando su indicación sea necesaria para hacer un uso adecuado del producto.
Otros aspectos que también debe recoger el etiquetado son la identificación y domicilio de la empresa o del vendedor establecido dentro de la Unión Europea, mientras que en los productos originarios de países no pertenecientes a la UE el etiquetado deberá incluir el lugar de origen o procedencia del mismo y el lote. Asimismo, en todos los productos debe constar el precio final, incluidos impuestos o gastos adicionales.
El director general de Comercio, Consumo y Simplificación Administrativa, Francisco Abril, aconsejó a los consumidores "leer las etiquetas de todos los productos, sean de la naturaleza que sean, porque conocer su composición y sus detalles específicos evita accidentes y malas elecciones".
Además, es importante conocer los canales de información a los que se puede acudir en caso de producirse una intoxicación con un producto alimentario. El servicio de información toxicológica atiende las 24 horas del día, los 365 días al año, en el teléfono 91 5620420.
Entre las recomendaciones también se incluye la de examinar especialmente aquellas denominaciones de los productos alimentarios que puedan inducir a confusión, que omitan intencionadamente descripciones o que jueguen con palabras como 'natural', 'casero' o 'artesano'.

jueves, 8 de noviembre de 2018

El Comité Internacional de Pesos y Medidas se reúne esta semana para redefinir cuatro unidades científicas básicas

MADRID.- Recién terminada la Revolución Francesa, a finales del siglo XVIII, con la intención de crear un sistema de unidades universal -al menos para toda la República Francesa-, se decidió que un kilogramo sería la masa de un decímetro cúbico de agua destilada a una atmósfera de presión y 3,98 grados centígrados, una temperatura singular ya que que es la temperatura a la cual el agua tiene la mayor densidad a presión atmosférica normal. 

Con el tiempo, el kilogramo se extiende más allá de las fronteras de Francia y se hace tan popular que en 1875 se crea la Convención del Metro, en París, y con ella el Comité Internacional de Pesos y Medidas, que vela por la uniformidad mundial de unidades.
Sin embargo, la dificultad para reproducir el kilogramo «muestra» era tan complicado que se decide elaborar un objeto sólido que sirva de ejemplo para los demás.
Así nació en 1889 el «Gran Kilo» («le Grand Kilo» en francés, prototipo internacional del kilogramo para los científicos e IPK por sus siglas en inglés), que se construyó con forma de cilindro circular recto con una altura y diámetro de 39 milímetros cada uno y hecho a partir de una aleación de 90% platino y 10% iridio.
Durante 129 años, «le Gran Kilo» ha sido el referente universal para definir el kilogramo. Pero esta situación cambiará la próxima semana, ya que el cilindro base lleva un siglo fluctuando de peso.

Esto se debe, precisamente, a su naturaleza física. Los últimos análisis indican que hay una diferencia de unos 50 microgramos entre el estándar conservado en Francia y sus réplicas repartidas por todo el mundo.
Aunque pueda parecer una cantidad ínfima, supone un problema para llevar a cabo determinados estudios científicos, y supone también un problema . Así, se ha decidido que se calcule en base a constantes fundamentales, un valor adimensional, estrictamente universal, que es siempre exactamente igual.
Por ello, se ha elegido la «constante de Planck» (que recibe el nombre de su descubridor, Max Planck), una constante física que representa al cuanto elemental de acción y que juega un papel central en la teoría de la mecánica cuántica.
«En realidad no importa lo que pesa un kilo si todos trabajamos exactamente con la misma norma. El problema es que hay ligeras diferencias en todo el mundo, el IPK y sus 40 réplicas están creciendo a un ritmo diferente, apartándose del original», contaba Peter Cumpson, profesor de Sistemas Microelectromecánicos (MEMS) en la Universidad de Newcastle hace unos años, cuando se advirtió de que el «Grand Kilo» y las cuarenta réplicas que se repartieron por el mundo para homogeneizar la unidad de masa habían variado su peso .
De la misma forma, está previsto que el comité, formado por representantes de 57 países, también aprueba la revisión de otras unidades básicas como el amperio (la unidad de corriente eléctrica), el mol (la unidad de la cantidad de materia) y el kelvin (una unidad de temperatura).
Los cambios, que no se notarán en nuestra vida cotidiana pero que servirán para hacer mucho más precisos los estdios científicos, entrarán en vigor a partir del próximo mes de abril de 2019.