BARCELONA.- El ERE del Banco Santander llega al ecuador del proceso y las partes han conseguido acercar posturas.
Desde que se anunció que habría recortes, los sindicatos han conseguido
reducir en el 7% el número de afectados, hasta los 3.464 -unos 249
menos- y mejorar hasta el 75% del sueldo las compensaciones en caso de
prejubilación.
Sin embargo, desde los sindicatos UGT y CCOO todavía
consideran que las mejoras son insuficientes para poder llegar a las
condiciones que se aplicaron en el Expediente de Servicios Centrales,
pese a que valoran positivamente las mejoras que ha ofrecido la entidad
presidida por Ana Botín.
El banco está siendo sensible a la negociación del sindicato y su
voluntad sería reducir al máximo posible las salidas forzosas y llevar
la negociación a buen puerto, primando las prejubilaciones. En
principio, se debería tratar de alcanzar un acuerdo en lo que queda de
mes para cumplir con los tiempos que marca el Estatuto de Trabajadores y
para cumplir con los plazos que se han establecido: tratar de cerrar la
reducción de plantilla en diciembre de 2019.
De cara a la reunión del martes 11 de junio, los sindicatos exigen la retirada de todas las medidas de movilidad geográfica
que excedan los 75 kilómetros, ya que la dirección todavía mantiene el
radio de hasta 100 kilómetros, así como una mayor reducción del
perímetro de personas afectadas y alcanzar el 80% del salario
pensionable para los tramos superiores.
Este porcentaje del salario fue el que se alcanzó en el ERE de los
Servicios Centrales, de febrero de 2018, cuando las condiciones fueron
mejores para los trabajadores que se acogieron a las prejubilaciones y a
las que se quieren acercar los sindicatos en este nuevo Expediente de
Regulación de Empleo.
"Valoramos como un gesto positivo que se haya incorporado el
colectivo de 52 años al tramo de indemnización de personas entre 52 y 54
años, pero las condiciones económicas aun distan de ser similares a las
que garantizaron la adscripción voluntaria anterior", explicó CCOO en
un comunicado tras la última reunión.
El Santander ya cedió mejoró la semana pasada tanto en las condiciones económicas, al reducir el número de afectados por el ERE, tal como adelantó Economía Digital.
El banco presidido por Ana Botín espera llegar a un acuerdo con los
sindicatos, dado que las condiciones son interesantes y, además, pueden
acogerse a ellas también los antiguos trabajadores de Banco Popular.
De hecho, la necesidad de este ajusto de empleo proviene,
principalmente, de la adquisición del banco presidido en su última etapa
por Emilio Saracho.
El Banco Santander ofrece en este momento el 75% del salario
pensionable para quienes opten por una prejubilación y tengan entre 58 y
61 años frente al 70% con el que arrancó las negociaciones. También se
podrían acoger al 72% más el 58% del complemento voluntario, mientras
que antes ofrecía el 65% del salario más el 50% de los complementos,
manteniendo el convenio especial con la Seguridad Social hasta los 63
años y sin primas.
Además, la semana pasada, incorporó a su oferta el tramo de 52 años
al colectivo de 53 y 54, así como aumentó las indemnizaciones. Para el
colectivo de entre 55 y 57 años la actual propuesta se eleva hasta el
70% del sueldo, frente al 65% anterior.
También podrían recibir 68% más el 50% del complemento voluntario (anteriormente propuso el 65% o el 55% más complementos voluntarios), también con convenio con la Seguridad Social.
Asimismo, los empleados de 52, 53 y 54 años podrán dejar la entidad
con el 60% del salario pensionable de seis anualidades, con un tope
máximo de 380.000 euros (antes 350.000) y un convenio especial con la
Seguridad Social hasta los 63 años.
Durante una mesa de negociación, la entidad declaró su previsión de
cubrir el ERE en un 60% con el tramo de 52 o más años, quedando para el
tramo inferior el 40% de la cantidad propuesta.