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domingo, 19 de septiembre de 2021

Nuevos hallazgos en la Isla del Fraile de Águilas lo revelan como un yacimiento "único" en el Mediterráneo


ÁGUILAS.- La segunda campaña de excavaciones en la isla del Fraile de Águilas, que se ha llevado a cabo desde el pasado 6 de septiembre y culminan hoy, continúa revelando los secretos de un yacimiento único en el Mediterráneo occidental.

En esta ocasión, los arqueólogos han descubierto nuevos enterramientos de época islámica, pertenecientes probablemente a los siglos XII- XIII, y una gran pileta de salazones tardorromana, según han explicado los directores del proyecto, Alejandro Quevedo (Universidad de Murcia) y Juan de Dios Hernández García (Museo Arqueológico de Águilas).

La campaña, promovida por la concejalía de Patrimonio Cultural y Cultura del Ayuntamiento de Águilas, con la Universidad de Murcia y el Instituto Balear de Estudios en Arqueología Marítima (IBEAM), ha contado con el patrocinio de la empresa OSS (Offshore Special Services), con sede en San Javier, que ha puesto a disposición los medios para el desarrollo de los trabajos de prospección subacuática.

El director de proyectos del Instituto Balear de estudios en arqueología Marítima, Javier Rodríguez Pandozi, ha explicado que la novedad este año ha sido la intervención en el ámbito submarino, gracias a la colaboración de la empresa OSS.

"La intervención arqueológica subacuática en la zona, ha sido muy positiva ya que esta campaña nos ha servido para entender mucho mejor el entorno marítimo de la Isla del Fraile", explica.

Alejandro Quevedo, de la Universidad de Murcia, ha destacado que "la importancia de la explotación de los recursos del mar queda patente con la aparición de nuevas ánforas con restos de pescado en su interior, algo que permitirá comprender la dieta y el tipo de pesca que practicaban los habitantes de la isla en la Antigüedad".

En este sentido, se han excavado dos grandes habitaciones que funcionaron como almacenes en el siglo V d.C. y que poseen más de tres metros de alzado, un estado de conservación excepcional para un yacimiento de estas características.

Uno de los aspectos más relevantes de la campaña "es la aparición de restos de época republicana", que, según los expertos, remontan la cronología de la isla a más de 2000 años.

El equipo de este año, formado por 20 personas, ha contado con estudiantes procedentes de diversas universidades españolas, entre las que se encuentran la Universidad Complutense de Madrid, la Autónoma de Madrid, Barcelona, Granada, Jaén, Navarra y Murcia.

La gran novedad de la edición 2021 ha sido la extensión de los trabajos al ámbito submarino. La isla del Fraile es el único yacimiento catalogado como Bien de Interés Cultural a nivel terrestre y subacuático en la Región de Murcia. Debido a su carácter insular, el estudio de su entorno marítimo resultaba fundamental para comprender sus diversas fases históricas.

De esta manera, en paralelo a los trabajos en tierra, el Instituto Balear de Estudios en Arqueología Marítima (IBEAM) ha desarrollado una campaña de prospección subacuática, dirigida por Javier Rodríguez Pandozi y Enrique Aragón Núñez, este último procedente de la Universidad de Flinders (Australia).

Los trabajos han permitiendo mapear la distribución de material antiguo y medieval en la bahía del Hornillo, con la intención de identificar las posibles zonas utilizadas como fondeadero.

viernes, 10 de septiembre de 2021

Descubren un santuario ibérico en una cueva de Santomera con utensilios como un sello de bronce con una cruz gamada


SANTOMERA.- Un equipo de arqueólogos dirigido por el doctor en Arqueología y Prehistoria José Ángel Ocharan ha descubierto un santuario ibérico en una cueva de la Sierra del Balumba de Santomera. Entre las evidencias que han permitido concluir que se trata de un espacio cultual usado entre los siglos IV y III antes de Cristo se encuentran varias cerámicas de lujo, vasos empleados en los rituales, un cuenco realizado en plomo y un sello de bronce con una cruz gamada, entre otras cosas.

La svastika plasmada en el sello es un símbolo solar ibérico (un tetraskel levógiro) y representa un objeto de culto. "Son representaciones solares, concebidas mucho antes de que los nazis se apropiaran lamentablemente de la svastika", ha precisado el propio Ocharan, cuyo equipo está formado por integrantesde la Asociación Patrimonio Santomera y cuenta con la promoción del Ayuntamiento de este municipio.

"La svastika viene del sánscrito y hay imágenes de ellas del milenio V a.C. en la India", tal y como explica Ocharan, quien señala que se trata de un símbolo que era bastante usual en el mundo ibérico. Así, compara esta representación con los trisqueles asturianos o los lauburus vascos. "Son lo mismo: representaciones solares y de la luz, todo lo contrario a lo que representaba el símbolo nazi", puntualiza.

El equipo de Ocharan está trabajando desde 2019 en el fortín ibérico del Balumba y la excavación ha sido impulsada con el auspicio y el respaldo económico del Ayuntamiento de Santomera, así como con el apoyo de la Asociación Patrimonio Santomera y sus voluntarios, que son los encargados de trabajar en el yacimiento.

En concreto, este hallazgo se ha producido en la tercera intervención del equipo. Anteriormente, habían encontrado una de las torres defensivas más grandes del mundo Íbero. En esta tercera intervención, los arqueólogos han mantenido los hallazgos en secreto porque había riesgo de expolio.

Ocharan ha señalado que Balumba es un poblado ibérico cuyo origen se remonta hasta el siglo V a.C. pero que estuvo habitado, sobre todo, en el siglo III a.C. Su declive se produjo tras la segunda Guerra Púnica y la caída de Qart Hadasht (futura Cathagonova romana) en el 209 a.C.

El equipo de Ocharan encontró en los límites exteriores una cueva, denominada 'de Las Brujas', y comenzó a trabajar en ella. Aunque la cueva no es muy grande, estaba colmatada. Los estratos iniciales revelaban un espacio destinado a labores pirometalúrgicas consistentes en la elaboración de plomo, de carácter doméstico.

No obstante, a medida que avanzó la excavación, los arqueólogos encontraron condicionantes "extraños", como un lingote. "Son piezas especiales, porque no hay lingotes ibéricos salvo el que hemos encontrado en Santomera", según Ocharan. No obstante, este historiador estaría estudiando su paralelismo con otro lingote cuyo peso coincide con el de Santomera (3.450 gramos).

Aunque este paralelismo todavía está en fase de estudio, Ocharan cree que "es muy posible de que estemos ante un posible patrón en la estandarización de los pesos y medidas, lo que sería muy interesante". Además, el lingote de Santomera cuenta con una epigrafía que marcaría o una propiedad o un peso. En este caso, el peso estaría vinculado a los sistemas fenicio-púnicos.

Los investigadores han detectado en este lingote unas medidas basadas en el 'shekel' cartaginés (una moneda) y también ponderales. La propia torre defensiva hallada en el yacimiento del Balumba tenía unas dimensiones que se podían traducir a 'codos' púnicos (una unidad de medida).

Los arqueólogos también han encontrado otros productos metalúrgicos, como un crisol con la colada interior de plomo fundido, así como los restos en goterones vinculados a espacios donde se hacía fuego y relacionados con grandes contenedores para almacenar seguramente agua en la que enfriar los materiales.

Asimismo, han aparecido materiales terminados en plomo como lañas o 'glands', es decir, balas de plomo que se empleaban con hondas. "Pensamos que era un espacio destinado al trabajo del plomo, pero nuestra sorpresa sobrevino cuando bajamos a estratos inferiores y empezaron aparecer objetos muy vinculados al uso cultual", añade.

Precisamente, Ocharan está muy familiarizado con este tipo de útiles porque su línea de investigación es el mundo cultual ibérico. Sin ir más lejos, ha excavado recientemente el yacimiento de La Nariz, en Moratalla (Murcia), que es un santuario ibérico que acaba de ser catalogado como Bien de Interés Cultural (BIC).

En Santomera han encontrado también objetos que están muy vinculados a los espacios sagrados, como pequeñas ofrendas consistentes en pequeños objetos de adorno personal, monedas, glandes reproducciones de armas en miniatura, fusayolas, ponderales y pequeños restos de malacofauna (moluscos como conchas y almejas).

Además, los arqueólogos encontraron una ofrenda muy concreta: un cuenco completo realizado en plomo y con decoración de una svastika vinculada a un sello de bronce. Ha señalado que este tipo de sellos "son muy característicos de espacios cultuales, tanto en necrópolis como santuarios".

De hecho, explica que este sello no es el único, sino que ha aparecido en varios yacimientos de la península, siempre vinculado a una necrópolis o santuario. En el caso del cuenco encontrado en la cueva de Santomera, estaba tapado por un molino barquiforme conservado de forma íntegra.

El cuenco, que tiene unos 15 o 20 centímetros de diámetro y unos 10 centímetros de profundidad, se conserva íntegramente pero aplastado. Actualmente, está en manos de los restauradores del Museo Arqueológico de Murcia y, cuando finalice su intervención, "es probable que encuentren en su superficie epigrafía o, por lo menos, decoración, porque se aprecian una serie de líneas verticales".

Con estos indicios, Ocharan aclara que "quedan pocas dudas del uso cultual de esta cavidad" que, además, cumple con otros requisitos. Por ejemplo, dispone de un nacimiento de agua y tiene una cierta orientación hacia el oeste, donde se pone el sol.

Además, en la cueva han hallado cerámica muy característica de lugares cultuales como los vasos caliciformes. Tal y como atestigua el geógrafo griego Estrabón, el oferente realizaría libaciones a la deidad en estos vasos como parte del ritual común en estos santuarios. Posteriormente, romperían el vasito y colocarían las ofrendas o exvotos a las linfas del agua que allí habitaban.

Vinculada a estos vasos suele aparecer cerámica de lujo, algo que también ha sucedido en la cueva de Santomera, donde han encontrado cerámica de importación Ática o un kylix de imitación ibérica que también formaría parte de la ofrenda a la deidad.

"Estos 'loca sacra' son la última manifestación de una religiosidad heredada de la prehistoria, con grandes influencias del mundo fenicio-púnico", añade Ocharan.

Finalmente, explica que la vinculación de las labores plúmbeas a espacios "sagrados" ya fue apuntada en sus trabajos de La Nariz. "Constituye una constante detectada en varios santuarios y desconocida hasta el momento", señala este doctor, quien cree que "no nos debe extrañar un cierto componente mágico o divino vinculado a la metalurgia".

 No en vano, recuerda que la Ilíada o la Odisea reservan estas labores al dios Hefesto, forjador de las armas de Aquiles.

Los arqueólogos esperan nuevas "sorpresas" en la cuarta campaña de excavaciones. De momento, está previsto que el Balumba sea la pieza del mes de octubre en el Museo Arqueológico de Murcia. Además, montarán un expositor en el Campus de la Merced de la UMU el 24 de septiembre, donde se mostrarán réplicas de los objetos hallados.

miércoles, 1 de septiembre de 2021

El proyecto arqueológico de la Isla del Fraile se consolida con el mecenazgo de empresas y la participación de especialistas internacionales


ÁGUILAS.- La próxima semana arranca la segunda campaña de excavaciones en la Isla del Fraile (del 6 al 18 de septiembre) promovida por la concejalía de Patrimonio Cultural y Cultura del Ayuntamiento de Águilas y la Universidad de Murcia. 

Según han explicado los directores del proyecto, Alejandro Quevedo (Universidad de Murcia) y Juan de Dios Hernández García (Museo Arqueológico de Águilas), "las expectativas son muy altas tras los buenos resultados obtenidos en 2020, en los que se descubrió una necrópolis islámica y un almacén de época romana con varias ánforas, algunas de las cuales conservaban su contenido original, salsas de pescado. Los objetivos de la próxima intervención se centrarán en estudiar el desarrollo urbanístico de la isla en la Antigüedad y matizar sus fases, así como analizar la intensidad de la inesperada ocupación medieval". 

La campaña contará con un equipo paritario formado por 20 investigadores y estudiantes, estos últimos procedentes de diversas universidades entre las que se encuentran la Universidad Complutense de Madrid, la Autónoma de Madrid, Barcelona, Granada, Jaén, Navarra y Murcia. 

"La segunda campaña de excavaciones arqueológicas arranca con mayor ilusión que la primera y se consolidan los hallazgos del año pasado. Desde el Ayuntamiento de Águilas, a través del convenio firmado con la UMU,se apuesta por la formación de los estudiantes universitarios y la puesta en valor de la Isla del Fraile desde el rigor científico y académico", ha señalado la edil de Cultura, Maido Simó.

Arqueología subacuática y colaboración internacional

La gran novedad de la edición de 2021 es la extensión de los trabajos al ámbito submarino. La isla del Fraile es el único yacimiento catalogado como Bien de Interés Cultural a nivel terrestre y subacuático en la Región de Murcia. Debido a su carácter insular, el estudio de su entorno marítimo resulta fundamental para comprender sus diversas fases históricas. 

Por todo ello, en paralelo a los trabajos en tierra se desarrollará una prospección subacuática en colaboración con el Instituto Balear de Estudios en Arqueología Marítima (IBEAM). El Instituto cuenta con una destacada trayectoria en Arqueología subacuática, habiendo sacado a la luz pecios emblemáticos como el de Ses Fontanelles (Mallorca). Participarán en la campaña sus directores, Javier Rodríguez Pandozi y Enrique Aragón Núñez, este último procedente de la Universidad de Flinders (Australia).

Debido al interés que suscita el proyecto de la isla del Fraile, que ya contaba con la colaboración del Laboratorio de Arqueología Forense de la Universidad Autónoma de Madrid (LafUAM), este año se suman al mismo nuevos investigadores procedentes de la Universidad Complutense de Madrid y de la Universidad de Jaén especializados en Arqueología de la Arquitectura y Geoarqueología respectivamente. 

Asimismo, cabe destacar la colaboración del investigador japonés Tomoo Mukai, especialista en ceramología del Centre Camille Jullian (Universidad de Aix-Marsella). Junto a esta última institución se prepara un proyecto conjunto de investigación sobre las cerámicas romanas documentadas en la isla (CERAFRICS. Consumption and Exchange of Roman African Ceramics in Southeastern Spain) para solicitar apoyo económico y científico a l'EHEHI École des Hautes Études Hispaniques et Ibériques de la Casa de Velázquez, institución francesa de Arqueología con sede en Madrid.

La investigación arqueológica de la isla del Fraile se enmarca en un convenio de colaboración firmado entre la Universidad de Murcia y el Ayuntamiento de Águilas financiado íntegramente por este último. Sin embargo, las necesidades derivadas del propio proyecto, con un notable incremento de especialistas y medios, han llevado a sus directores a abrir la financiación a empresas y fundaciones. 

La implantación de este modelo de micromecenazgo, habitual en el mundo anglosajón pero con menos arraigo en nuestro país, ha sido todo un éxito. Destaca el patrocinio de la empresa OSS (Offshore Special Services), con sede en San Javier, que pone a disposición los medios para el desarrollo de la campaña de prospección subacuática, de la que cubrirá los gastos. También el del grupo Culmárex, cuyas instalaciones piscícolas se encuentran a proximidad de la isla, donde los recursos del mar se explotaban ya hace más de 1.500 años. 

Así mismo, colaboran con el proyecto la Fundación Cajamurcia y, desde 2020, el Hostel Isla del Fraile (Taburete Group), en cuyas instalaciones se alojan y trabajan los investigadores. A este conglomerado se suma la ayuda desinteresada de Protección Civil Águilas que facilita el traslado diario de los miembros del equipo a la isla. El compromiso de las empresas con el patrimonio arqueológico y el impacto de los resultados de la anterior campaña, que fueron recogidos por medios tan destacados como El País o The Times, han hecho posible esta colaboración pionera en Águilas, forjando un modelo que aspira a crecer y consolidarse en el futuro.

martes, 13 de abril de 2021

Descubren en Santomera una de las torres defensivas más grandes del mundo íbero


SANTOMERA.- Un equipo de arqueólogos dirigido por el doctor en Prehistoria y Arqueología, José Ángel Ocharán, ha descubierto en la Sierra del Balumba de Santomera una de las torres defensivas más grandes del mundo íbero que podría haber alcanzado hasta diez metros de altura y que habría servido como fortín para controlar el valle del Segura y la Rambla Salada, dos vías naturales de comunicación en la Prehistoria.

En concreto, la excavación fue impulsada por la Asociación Patrimonio Santomera y ha permitido sacar a la luz una torre que mide unos ocho metros de largo por ocho de ancho. La altura, no obstante, se desconoce y es «difícil de estimar» porque los íberos construían sobre un zócalo de piedra al que le colocaban una parte superior de adobe. Todo el conjunto era coronado por una plataforma de madera.

«La parte de adobe y madera, obviamente, ha desaparecido», según hizo saber el presidente de la Asociación Patrimonio Santomera, el profesor de Geografía e Historia y arqueólogo, Miguel Pallarés.

No obstante, Pallarés explicó que se han reconstruido torres de hasta diez metros de altura en otros enclaves, y estimó que la de Santomera podría oscilar entre los diez y los seis metros. 

«Porque uno no construye torres con una base de ocho metros de ancho por ocho metros de largo para darle solo dos o tres metros de altura: es algo que no tiene sentido desde el punto de vista constructivo», afirmó.

Con todo, los responsables de la excavación no saben la altura a ciencia cierta y solo han podido hacer cálculos y aproximaciones, según Pallarés. El interior de la torre consta de una serie de contrafuertes para evitar su derrumbe donde se han detectado restos de adobe que corresponden a la parte superior de la estructura.

Este arqueólogo recordó que el Valle del Segura es una vía natural de comunicación desde la Prehistoria hasta nuestros días. Sin ir más lejos, hay ejes de comunicación con el Valle del Guadalentín, que accede al interior de Lorca y continúa hasta Andalucía. 

 Además, Santomera está enclavada en otra vía de comunicación natural, Rambla Salada, que conecta las cuencas neógenas de Fortuna y del Altiplano con el Valle fluvial del Segura. Hasta ahora, los arqueólogos no han encontrado una muralla asociada al fortín, por lo que el carácter defensivo vendría dado por la propia torre y la elevación sobre el terreno.

En base a toda esta información, los arqueólogos manejan la hipótesis de que este enclave podría ser perfectamente un punto de avance de control hacia otras ciudades internas como Coimbra del Barranco Ancho (Jumilla) o Lorca, que también era una ciudad ibérica.

La desembocadura del río Segura era un punto estratégico y clave, con asentamientos fenicios e íberos. Además, el Valle del Segura está repleto de yacimientos como Los Saladares y las Laderas de San Antón de Orihuela, el Cabecico del Tesoro (Verdolay) y Monteagudo entre otros, así como la propia Sierra de Balumba, que era un punto estratégico. En cuanto a la conexión con Rambla Salada, Pallarés recuerda que enlazaría con el Castillejo de los Baños y el Santuario de la Cueva Negra.

Debido al estudio parcial de la zona y el control de visibilidad que tiene el fortín de Balumba, «podría ser perfectamente un enclave estratégico que controlara el acceso a través de esas vías de comunicación«, aclaró. El enclave se situaría, asimismo, en un territorio fronterizo entre la Contestania y la Bastetania, que eran tribus íberas. »Hay que tener en cuenta que la Edad del Hierro era una época de lucha por el control del territorio«, afirmó.

Pallarés recordó que, hace dos años, la Asociación que preside comenzó a desarrollar un proyecto con el fin de estudiar, investigar, proteger y divulgar el patrimonio de Santomera. Y es que el municipio es un lugar con una riqueza arqueológica de «gran valor». Hace dos años, la Asociación comenzó una prospección en la que localizó más de 25 yacimientos arqueológicos.

Asimismo, esta entidad se embarcó en la excavación arqueológca del poblado ibérico de la Sierra del Balumba, para lo que contó con el director del proyecto, el doctor en Prehistoria y Arqueología, José Ángel Ocharán Ibarra, y con la colaboración del Ayuntamiento de Santomera.

Pallarés recordó que el poblado ibérico comenzó a explorarse en la década de los años 70 en virtud de una excavación de urgencia llevada a cabo por la Universidad de Murcia y, más concretamente, a cargo de la doctora Ana María Muñoz Amilibia y del doctor Pedro Antonio Lillo Carpio junto con la Dra. Mila Ros Sala.

En concreto, la excavación se localizaba en la cantera de la Fontanilla y, en ese primer proyecto, se excavó un sector correspondiente a la Edad del Bronce y otro datado en la época Ibérica, la intervención paralizó la cantera y el yacimiento quedó olvidado. En 2009 se declaró Bien de Interés Cultural (BIC).

Ahora, 50 años más tarde, la Asociación contactó con especialistas en el mundo ibérico como el doctor Ocharán y se propuso obtener una financiación para retomar la excavación. «Al ser un poblado ibérico, la consolidación de los muros y la estructura requiere una inversión», declara Pallarés.

Finalmente, a través de los Presupuestos participativos del Ayuntamiento de Santomera, la Asociación planteó la propuesta y los propios vecinos votaron a favor de invertir en la puesta en valor del yacimiento. Además, la Asociación firmó un convenio con los propietarios del cabezo y con el Consistorio para arrancar la primera campaña el verano pasado.

El yacimiento se sitúa en la sierra del Balumba, y abarca tres cronologías: el Bronce Medio (aproximadamente 1800-1500 a.C.); el Bronce Final (1000 a.C.); e Ibérico (siglos IV y III a.C.). La Asociación se centró en el estudio de la parte más rica del yacimiento, la correspondiente al periodo Ibérico, que es la que mejor se conserva porque la zona ha sufrido muchos expolios.

Bajo la dirección de Ocharán, el equipo emprendió una segunda campaña de excavación. «Nosotros pensábamos que podía haber algunas viviendas de gente más poderosa debido a que correspondía a la parte superior del cabezo, pero nos llevamos una sorpresa porque topamos con una torre», señaló Pallarés. 

Los arqueólogos concluyeron la naturaleza defensiva de la torre dada su morfología, la potencia de los muros y su disposición.

Además, han intervenido en una parte del poblado en la que aparece algún tipo de hábitat y están explorando una cueva que en un principio se estimó como posible vertedero pero dados los resultados se decantan por el trabajo del plomo. 

El objetivo es llevar a cabo una investigación científica del poblado, pero también ponerlo en valor paralelamente, para lo que están reconstruyendo el enclave y estableciendo un recorrido para que se puedan hacer visitas guiadas y escolares en los próximos días. En un futuro, se plantea su musealización.

El objetivo de la Asociación es poner en valor el rico patrimonio de Santomera. Y es que el municipio cuenta con tres poblados, uno Calcolítico, dos del Bronce y otro del Hierro. «Está representada la Edad de los Metales, lo que representaría un referente económico y turístico en cualquier otro municipio», señaló Pallarés, quien advierte que lo que pone a un pueblo «en el mapa» es su cultura.

jueves, 11 de marzo de 2021

Cultura aprueba la extracción del pecio 'Mazarrón II' y su tratamiento en Museo de Arqueología Subacuática de Cartagena


MADRID.- El Ministerio de Cultura y Deporte, a través de su Dirección General de Bellas Artes, ha aprobado este jueves das el visto bueno a la extracción, conservación, restauración, difusión y exposición del pecio 'Mazarrón II' y su tratamiento posterior en el Museo Nacional de Arqueología Subacuática Arqva de Cartagena (Murcia).

Así se ha acordado en la reunión mantenida por el grupo de trabajo constituido junto a la comunidad autónoma de la Región de Murcia y en el que ha participado también el Ayuntamiento de Mazarrón, tras dos años de labor de seguimiento.

En un comunicado, el departamento dirigido por José Manuel Rodríguez Uribes ha adelantado que para "establecer el mejor sistema de extracción, conservación y restauración del pecio, para posteriormente exponerlo y darlo a conocer a la ciudadanía, las administraciones implicadas van a realizar unas jornadas internacionales a lo largo de este año".

Según el Ministerio de Cultura, el objetivo es "crear un equipo interdisciplinar de reconocido prestigio", en el que esté representada la UNESCO. En este sentido, ha detallado que "las labores de conservación y restauración" se realizarán en ARQUATEC, en el Museo. "La decisión acordada es fruto de años de estudio y reflexión sobre las alternativas posibles para la futura conservación del pecio", ha celebrado.

En este sentido, se llevaron acabo una serie de trabajos de mantenimiento tras el paso de la borrasca 'Gloria', ya que era necesario "actuar con urgencia" para acometer "nuevas labores de protección general del yacimiento, especialmente, en la caja protectora".

En 2020, el Ministerio explica que se hicieron, en colaboración con el gobierno regional, dos acciones "para la estabilidad del pecio y de la caja que, hasta la fecha, lo protege". También se creó el grupo de trabajo que, en 2021, ya se ha reunido en tres ocasiones.

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En dicho encuentro se concluyó que, gracias a las intervenciones del pasado año, "la situación del pecio había mejorado, por lo que se había ganado una ventana de tiempo para decidir la mejor manera de conservarlo". El pecio, fechada en el siglo VII a. C., fue descubierto en 1994 en la Playa de la Isla, en la localidad murciana de Mazarrón.

La comisión de seguimiento del Plan Nacional de Protección del Patrimonio Cultural Subacuático, cuya labor es asesorar al Ministerio de Cultura y Deporte, consideró en 2019 que, con la información existente, "no se podía aprobar la extracción", a la que sí era favorable la comisión científica creada por el gobierno regional de Murcia.

Entonces, recomendó estudiar "otras vías" para "poder mantener la conservación 'in situ'", lo cual dio generó un acuerdo para que ambas comisiones se reunieran de cara a tomar una decisión al respecto. La Consejería de Educación y Cultura puso en marcha una misión científica para determinar el estado de conservación del pecio, ante la aparición de ciertos indicios que apuntaban a que la estructura metálica que la protege" había perdido estabilidad y podría aplastar al pecio".

Finalizadas las actuaciones, en septiembre de 2019 se celebró una reunión entre representantes del Ministerio de Cultura y Deporte, la Comunidad Autónoma de la Región de Murcia y el Ayuntamiento de Mazarrón, en la que se acordó realizar nuevos estudios y redactar un proyecto integral antes de tomar la decisión definitiva.

lunes, 30 de noviembre de 2020

Un proyecto de la UMU lleva la Arqueología a varios centros ocupacionales de Murcia y Almería

 MURCIA.- Un proyecto de la Univerisidad de Murcia (UMU) titulado 'Desenterrando Prejuicios' traslada la Arqueología a varios centros ocupacionales de Murcia y Almería para acercar esta ciencia a personas con discapacidad intelectual.

El objetivo de esta iniciativa es trasladar a los centros ocupacionales las vivencias de la primera etapa de un proyecto de excavación arqueológica. En ella, varias personas con discapacidad intelectual trabajaron, sobre el terreno, en el yacimiento arqueológico de la Cueva del Arco (Cieza), según han informado fuentes de la universidad en un comunicado.

Durante las visitas se han realizado varios talleres y recreaciones de excavaciones arqueológicas, bajo un riguroso protocolo para respetar todas las medidas de seguridad establecidas ante la COVID-19.

Según el profesor de Prehistoria de la Universidad de Murcia (UMU) Ignacio Martín Lerma, "estas simulaciones juegan un papel muy importante, ya que permiten que los usuarios de los centros que no tienen un alto grado de autonomía puedan disfrutar también de la experiencia arqueológica a pie de campo".

Los participantes de las distintas sesiones han podido aprender a tallar piedra cómo en su día hicieron los pobladores de la Cueva del Arco de Cieza, donde se ha realizado esta iniciativa.

Además, los participantes han aprendido a analizar las piezas encontradas en la excavación como verdaderos científicos. Todo ello con el apoyo y bajo la atenta supervisión de Sergio Rodríguez Dengra, usuario del centro ocupacional ASPRODALBA (Vera, Almería), que en la fase inicial del proyecto trabajó junto al equipo científico-técnico en el yacimiento ciezano. Su presencia en estas actividades es el claro ejemplo de que es posible hacer Arqueología sin barreras, han informado desde la institución docente.

Para Martín Lerma, "la arqueología es sinónimo de pasión y la pasión no entiende de razas, ni de sexo y mucho menos de capacidades". Bajo esta premisa, el propio docente junto a la Unidad de Cultura Científica y de la Innovación (UCC+i) han puesto en marcha una serie de visitas a centros ocupacionales de Murcia y Almería para que los usuarios de estas instituciones puedan ponerse en la piel de auténticos arqueólogos.

Se trata de una iniciativa que forma parte del proyecto Arqueología y discapacidad intelectual: desenterrando prejuicios, que pretende acabar con las ideas preconcebidas que se tienen en torno a las personas que forman parte de este colectivo, haciéndoles partícipes del conocimiento científico.

Además, con el objetivo de también conozcan este proyecto familiares, amigos y otros usuarios de los centros ocupacionales, al finalizar cada jornada han hecho una exposición con los materiales resultantes de los talleres.

Ignacio Martín Lerma ha confesado que "gracias a dirigir este proyecto ha vivido momentos muy emocionantes al ver cómo los usuarios de los centros se volcaban en las actividades y se entusiasmaban al hacer un hallazgo".

El investigador y divulgador ha destacado la importancia de hacer no solo una ciencia, sino también una divulgación más inclusiva " a través de este tipo de iniciativas demostramos a las personas que desafortunadamente suelen quedar alejadas de las disciplinas científicas, que dedicarse al estudio de la Historia o a la Arqueología no está reñido con tener discapacidad intelectual".

En esta línea José Manuel López Nicolás, vicerrector de Transferencia y Divulgación Científica de la UMU, hace hincapié en la importancia de trabajar para que la ciencia llegue a todos los colectivos: "no nos equivoquemos, la ciencia no llega a todos los grupos de población. Por ello este proyecto es tan necesario".

Las visitas se han realizado en centros ocupacionales que pertenecen a Plena Inclusión, una red nacional de organizaciones que vela por el cumplimiento de los derechos de las personas con discapacidad intelectual. Este proyecto cuenta con la financiación de la Fundación Española para la Ciencia y la Tecnología (FECYT) - Ministerio de Ciencia e Innovación.