miércoles, 5 de enero de 2022

Macron advierte de que tiene ganas de “joder” a los franceses no vacunados y desata la reacción de sus oponentes políticos

PARÍS.- El presidente francés, Emmanuel Macron, ha confirmado en una entrevista su estrategia principal para combatir la pandemia de coronavirus: vacunar, vacunar, vacunar y hacerle la vida imposible a los no vacunados hasta que cambien de opinión. O, más literalmente, “fastidiarles” o “joderles” la vida a los que siguen resistiéndose a ponerse las dosis para protegerse y proteger a los demás. 

Así se puede traducir el nunca elegante verbo de emmerder, elegido por el mandatario en sus declaraciones en el diario Le Parisien, que ha adelantado la noche del martes la entrevista y que rápidamente ha creado una fuerte controversia y un gran revés para el Gobierno: la sesión parlamentaria que discutía de emergencia la ley para aprobar el pasaporte de vacunación fue suspendida una vez más tras conocerse las controvertidas declaraciones del mandatario.

“Yo no estoy a favor de joder [emmerder] a los franceses. Me quejo todo el día cuando la administración lo hace. Pero bueno, a los no vacunados sí que tengo muchas ganas de joderlos. Y vamos a seguir haciéndolo hasta el final. Esa es la estrategia. No voy a meterlos en prisión, y no los voy a vacunar por la fuerza. Pero hay que decirles: a partir del 15 de enero, ya no podréis ir a un restaurante, no podréis tomar una copa ni ir al teatro, no podréis ir al cine…”, explicó el mandatario en referencia al proyecto de ley que en esos momentos seguía discutiéndose aún en el Parlamento para que, a partir de mediados de mes, el actual pasaporte covid, que permite el acceso a lugares públicos cerrados mostrando la vacunación completa o un test negativo, pase a ser exclusivamente un pasaporte de vacunación.

En Francia, los entrevistados tienen derecho a releer sus declaraciones antes de que se publiquen. “La entrevista fue releída por el Elíseo, pero no ha habido retoque alguno”, confirmó a la cadena BFMTV un responsable de Le Parisien.

Actualmente, unos cinco millones de “refractarios”, como los llama Macron, siguen negándose a vacunarse en Francia, donde la vacunación ya está abierta a todas las edades desde los cinco años. En el mismo día en que Macron conversaba con siete lectores de Le Parisien que son los que le han realizado las preguntas, Francia batía un nuevo récord de contagios, 271.686 en las últimas 24 horas.

La prensa francesa destacó rápidamente esa voluntad de emmerder presidencial y sus rivales potenciales en las presidenciales de abril (Macron ha dicho que tiene “ganas” de presentarse a la reelección, pero que todavía no ha llegado el momento de declarar sus intenciones) no han tardado en criticar, tanto desde la izquierda como desde la ultraderecha, una forma de hablar cuanto menos poco elegante.

“El presidente es el garante de la cohesión nacional. Hoy es el promotor de la división nacional (…). Es una falta política y una falta moral grave en un país que él ha continuado fracturando”, declaró poco después desde la Asamblea Nacional, donde como diputada Marine Le Pen asistía a los debates sobre el pasaporte vacunal y quien ha criticado unas palabras “vulgares”.

“Presidente, yo dejaré de joder a los franceses. El presidente saliente habla abiertamente de joder a una categoría de franceses”, tuiteó su rival en la extrema derecha, Éric Zemmour.

Mientras que el entorno de la candidata conservadora Valérie Pécresse coincidía en afirmar, según la cadena BFMTV, que el presidente “divide cuando el país nunca ha estado tan fracturado”. 

 “No es el papel de un presidente seleccionar entre buenos y malos franceses. Hay que aceptarlos como son, dirigirlos y unirlos sin insultarlos”, respondió una “indignada” Valérie Pécresse, la candidata presidencial conservadora

 La candidata socialista, Anne Hidalgo, ironizaba sobre las constantes aseveraciones del mandatario de que quiere unir al país. “Reunir a Francia”, tuiteó la también alcaldesa de París bajo una copia de un teletipo destacando las nuevas declaraciones de Macron.

“Confesión asombrosa de Macron. Está claro que el pasaporte vacunal es un castigo colectivo contra la libertad individual”, comentó el líder y candidato presidencial izquierdista Jean-Luc Mélenchon, que agregó que “mientras que la OMS aboga por ‘convencer más que obligar”, para Macron se trata de “fastidiar ante todo. Desolador”, lamentó.

Para el ecologista Yannick Jadot, Macron ha cometido una “falta política” al querer convertir la vacunación en un “plebiscito” sobre su mandato. 

El maremoto que ha provocado la entrevista salpicó a la Asamblea Nacional, donde los diputados tenían previsto pasar la noche discutiendo el proyecto de ley de pasaporte de vacunación tras la interrupción inesperada de la sesión la noche anterior, hecho que fue duramente criticado por el Gobierno. Esta vez, sin embargo, la razón llegaba directamente del Elíseo y de las palabras de su inquilino en la entrevista.

“Queremos saber si estamos aquí para enmendar un texto de ley que busca joder a los no vacunados”, abrió la polémica el candidato presidencial comunista y diputado Fabien Roussel.

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