martes, 14 de septiembre de 2021

Cinco claves para entender el problema del Mar Menor, una de ellas pasar a los biofertilizantes


 MURCIA.- El actual estado de salud del Mar Menor, tras un deterioro progresivo a lo largo de la última década está siendo objeto de preocupación y debate público. Debido a las condiciones especiales que se produjeron a causa del primer DANA del otoño que aconteció en la región, se ha despertado la alarma social, promoviendo la toma de acciones legislativas, administrativas y ecológicas para poner soluciones de un problema terriblemente complejo.

Tras ese grave suceso, ha habido un intenso debate social, científico y político que está provocando la duda en la gente que intenta entender qué ha sucedido realmente en este antaño bello paraje, y cómo hemos llegado a la situación actual.

¿Qué leyes lo protegen o deberían protegerlo?

En 1987 fue aprobada la Ley de Protección y Armonización de Usos del Mar Menor; que intentaba frenar la excesiva expansión urbanística que se ha dado históricamente en la zona, así como evitar los vertidos a la albufera e impedir la contaminación procedente de los desechos agrícolas, mineros y ganaderos de las zonas circundantes. 

Sin embargo, en 2001 el Gobierno regional consiguió paralizó y relegó dicha ley, con la aprobación de la Ley Regional del Suelo, quedando el Mar Menor desprotegido hasta el presente año, en el cual se ha aprobado hace poco el plan de “vertido cero”.

¿Qué es lo que ha provocado el colapso de la albufera?

El deterioro progresivo de este bello paraje se ha debido a varias causas que resumiremos en 5 puntos:

1. La falta de una legislación que protegiese al Mar Menor ha tenido como consecuencia una increíble expansión urbanística en la zona, con la construcción de varios puertos deportivos y la consiguiente desnaturalización del paraje. En 1973, el ensanche y dragado del canal del Estacio para permitir el paso de embarcaciones desde el Mar Mediterráneo al Mar Menor provocó la alteración de la salinidad y la temperatura del mismo, con el consiguiente daño ecológico. Este solo fue el comienzo de una serie de numerosos atentados ecológicos.

2. Los vertidos provocados por la expansión de la agricultura de regadío en el Campo de Cartagena, así como los producidos por las antiguas actividades mineras y por la industria ganadera, son arrastrados por las ramblas en los periodos de lluvias, yendo a parar al Mar Menor finalmente. 

Esto ha provocado la aparición de una explosión de algas unicelulares a consecuencia de la presencia de fertilizantes, producidas por un fenómeno de eutrofización, lo que a su vez desencadenó en el oscurecimiento de las aguas más profundas con la consiguiente muerte de las praderas de Posidonia sp. y Caulerpa sp. que proporcionaban oxígeno al agua.

Los vertidos de la industria minera también han ido colmatando poco a poco el fondo de la albufera con sedimentos.

3. La presencia de embarcaciones recreativas provoca el vertido de hidrocarburos y en algunos casos, como las motos de agua, remueven el fondo marino.

4. La apertura del canal del Estacio y otras obras han provocado la entrada de especies invasoras procedentes del Mar Mediterráneo, con el consiguiente detrimento de las que normalmente suelen habitar en el Mar Menor. Un ejemplo es el del alga Caulerpa prolifera, que al resultar tóxica para las especies herbívoras de la albufera no es consumida y se extiende sin control.

5. Finalmente, y como golpe de gracia, en octubre se produjo un DANA que provocó la entrada masiva de agua dulce y sedimentos arrastrados por las ramblas al Mar Menor, lo que removió el agua anóxica que se había acumulado en el fondo debido a la mencionada eutrofización. A consecuencia de ello, los peces y demás fauna marina se asfixiaron y nadaron hasta la orilla para intentar obtener más oxigenación, para acabar finalmente muriendo.

¿Qué solución tiene el desastre del Mar Menor?

Las soluciones a este grave problema medioambiental son complejas, y puede que hayamos llegado ya a un punto de no retorno en el que la albufera nunca llegue a ser lo que originalmente fue, pero un buen comienzo debería ser el diseño y cumplimiento de una correcta legislación en materia urbanística y de vertidos.

Uno de los problemas más importantes del Mar Menor son los vertidos de nitratos y fosfatos procedentes de los fertilizantes usados en la agricultura. El uso de nuevos métodos de aporte de nutrientes como el empleo de biofertilizantes podría representar una posible solución al problema.

Biofertilizantes basados en bacterias fijadoras de nitrógeno y solubilizadoras de fosfatos que ayudan a que las plantas obtengan macronutrientes esenciales en su dieta sin representar ningún peligro ni contaminación para el medio ambiente.

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