martes, 10 de agosto de 2021

El reto de reforzar la diplomacia económica / Ángel Tomás *


Una de las conclusiones a que nos ha llevado la crisis, que aún permanece activa, es que dentro de la reactivación imprescindible para volver a la actividad anterior de forma creciente y continuada, uno de los emprendimientos esenciales es la expansión al exterior, en la que el protagonismo en más del 80% corresponde al sector empresarial. Dentro del sector, las pequeñas y medianas empresas sin actividad en el extranjero, son las que iniciarán la salida bien en coordinación con terceros o estableciéndose en los destinos seleccionados.

La escasez de tesorería obliga a apoyarse en cuanto a los estudios de los mercados de consumo a los que se pretende acceder en las divisiones especializadas de la Organización Diplomática española, la llamada diplomacia económica.

El Ministerio de Asuntos Exteriores, Unión Europea y Cooperación, del Gobierno de España así lo ha entendido y lo ha establecido como prioridad política para la reactivación mediante el apoyo de la Red Exterior de España, como son: las Embajadas, los Consulados y las Oficinas Económicas y Comerciales, cuyos objetivos son colaborar y facilitar la salida de empresas españolas, impulsar la inversión extranjera en nuestro país y aumentar el turismo.

Centrémonos en la especialidad “salida de las empresas españolas” como reconocido elemento central de la diplomacia en el actual siglo, iniciado por el incremento de la demanda externa superando la recesión de la demanda interna. El crecimiento de la exportación y ubicación en el exterior del sector empresarial proporcionará superávit en la balanza por cuenta corriente, incremento en la recaudación fiscal y creación de puestos de trabajo. La mejora del PIB que todo ello ocasiona mejorará notablemente la posición de España dentro del grupo de las grandes economías de la Unión Europea.

La regulación legal consolidada se encuentra en la Ley 2/2014 de 25 de marzo, y 40/2015 de 1 de octubre, publicadas en el Boletín Oficial del Estado, en las que se definen entre otros el objeto y objetivos de la política exterior, los principios rectores de la acción exterior del Estado, los sujetos y ámbito de la acción exterior, organización de los servicios y las misiones concretas, situando la comercial en el centro de la diplomacia económica. En la segunda Ley se actualizan y reforman las vigentes.

España cuenta en la actualidad con 128 Embajadas en el exterior, a las que se unen 84 Consulados Generales y 96 Secciones Consulares en Embajadas, 103 Oficinas Económicas y Comerciales y 27 Centros de Negocio, disponibles para la entrada de empresas en el extranjero y su internacionalización.

Las Oficinas Económicas y Comerciales, encuadradas en el Ministerio de Economía, Industria y Competitividad, deben cumplir como Misión Económica Permanente el apoyo a la internacionalización de las empresas; y si bien informan, asisten, orientan, coordinan planes generales, organizan actividades colectivas, patrocinan reuniones internacionales e instituciones multilaterales, los estudios especializados con la necesaria extensión y profundidad que toda empresa necesita para su estructura, implantación e inversión no existen, solo llegan a ser orientativos, como más adelante expondremos.

Las Oficinas Oficiales deben montar servicios de equipos humanos técnicos que estudien e incorporen los resultados de los mismos, y cuantos datos de márketing específicos de su demarcación territorial en formato digital. Igualmente ilustrarán de la legislación legal necesaria al empresario español que pretenda instalarse en el país o países de la demarcación.

El empresario pequeño o mediano no puede permitirse acudir a agencias libres no oficiales, el único camino son las Oficinas Oficiales, que verán compensada su inversión mediante un aumento de la recaudación fiscal y el incremento del PIB nacional.

Todo aspirante a internacionalizarse debe acometer una serie de estudios previos sobre los que cimentar la estructura de su actividad en una nueva ubicación exterior, y solo con la colaboración de las Oficinas Comerciales Oficiales puede hacerlo posible, si bien deberá demostrar y comprometer su propósito de forma evidente. 

Expongamos algunos de ellos: 

Estudio de Comercialización del Producto: ( a) posibilidad y cuantía de consumo, b) competencia nacional y de importación de los mismos, c) posibilidad de superación de calidad competitiva. 

Estudio Comercial de Precios: ( a) nivel del mismo, b) elasticidad de la demanda con relación al precio, c) nivel de aceptación calidad-precio. Análisis de los Canales de Distribución. Planificación del Programa de Puesta en Marcha. Posibilidad de un Proceso de Innovación. Plan de Contingencias y sus Soluciones.  Análisis del Plan Económico-Financiero. 

A lo anterior debe acompañarse la posesión de una marca de ámbito necesario, seleccionar el lugar de ubicación y la posibilidad de una campaña publicitaria por canales y costos asequibles.

 Servicios de gestión actualizados de la diplomacia económica y comercial

Los apoyos efectivos y extensivos a la internacionalización de los empresarios por parte de las Agencias Públicas de la diplomacia económica, son las mejores decisiones políticas para el relanzamiento de nuestra economía, actualmente de estructuras incompletas, lentas y sin suficiente base de datos de márketing colaborativos actualizados.

El equipo humano diplomático comercial, aunque inteligente y bien formado, es incompleto y con insuficientes presupuestos, comparados con las importantes cifras de inversiones que el sector empresarial lleva a cabo en el exterior o con otras dotaciones presupuestarias de menos transcendencia y rentabilidad.


Es por tanto necesario que los contactos diplomáticos sean aún más efectivos y de fácil acceso a la necesaria información, puesto que gozan de más prestigio y credibilidad y bajo coste que las agencias libres. Las pequeñas y medianas empresas necesitan en las primeras fases de su nueva ubicación el asesoramiento y apoyo de la diplomacia comercial para su lanzamiento definitivo en el nuevo y competitivo mercado.

Uno de los más importantes objetivos de la política económica hacia el exterior debe ser el crecimiento empresarial y la creación de empleo, y por tanto el servicio diplomático comercial debe poseer una preparación técnica inmejorable y un banco de datos completo, digitalizado y actualizado.

El servicio de diplomacia para apoyo y asesoramiento al empresario debe estar separado del convencional y subcontratar consultores especializados del país si fuera conveniente para un mejor y más dinámico servicio de apoyo.

 

(*) Economista y empresario

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