En concreto, se trata de un conjunto piezas de esculturas de mármol blanco datadas entre finales del siglo I a.C. y el siglo I d.C., a excepción de una de ellas, que pertenece al siglo III/II a.C. y está hecha de piedra calcarenita. El lote fue declarado inexportable a través de una Orden Ministerial en 2019, previo informe de la Junta de Calificación, Valoración y Exportación de Bienes del Patrimonio Histórico Español.

Estas piezas permanecían en paradero desconocido desde 1903, cuando vecinos de Osuna (Sevilla) las encontraron durante unas excavaciones en un pozo cercano al teatro romano.

La descripción de los descubrimientos recogida en la prensa local de la época y algunas referencias publicadas por los arqueólogos Arthur Engel y Pierre Paris, junto a las fotografías del británico G. Bonsor, sirvieron para elaborar un estudio que se hizo público en un congreso nacional sobre escultura romana en Hispania, celebrado en Murcia en 2005.

En este sentido Huermur ha presentado alegaciones apoyando su declaración BIC como "mejor forma de proteger y conservar este legado cultural, y considerando que este excepcional conjunto escultórico marmóreo presenta un especial interés para el Patrimonio Histórico Español", todo ello en el mismo sentido que los informes técnicos del Ministerio de Cultura.