ÁGUILAS.- El Ayuntamiento de Águilas ha celebrado hoy como «una gran noticia» para el medio ambiente que la Asociación de Naturalistas del Sureste (Anse) haya comprado días atrás, por medio millón de euros, 270 hectáreas de terreno del espacio protegido de Cabo Cope, que estaba en manos de la Sareb, mediante un crédito que piensa pagar tras una campaña internacional de captación de fondos y el respaldo de Adena (WWF).
El
concejal de Educación Ambiental, Ginés Desiderio Navarro, explicó que
la operación es «la mejor forma de celebrar el Día de la Tierra», que se
conmemora este miércoles, ya que añade «seguridad» a la «protección de un espacio único por sus valores de flora, fauna, geológicos y etnográficos».
Navarro
aseguró que el Consistorio está convencido de que esta operación de
compra de los terrenos por medio millón de euros «va a redundar muy
positivamente en la conservación de este espacio», situado en el parque
regional de Puntas de Calnegre y Cabo Cope, uno de los últimos reductos de costa virgen de la Región.
El
cambio en la propiedad abre, además, nuevas posibilidades en la
investigación científica de «ecosistemas frágiles, como son los últimos
espacios vírgenes del Mediterráneo», añadió.
Además este cambio
de titularidad de esas casi 300 hectáreas alrededor del «cabezo de Cope»
va a permitir a la Administración establecer líneas de colaboración con
Anse que redundarán en un «mayor conocimiento de ecosistemas de gran
valor» como es éste de la costa aguileña.
También apuntó que la noticia debe ser «un acicate para que la Comunidad se lance a definir y diseñar
con el concurso de todos los actores implicados el plan de ordenación
de recursos naturales (PORN) de Marina de Cope y Calnegre».
Anse comunicó que con esta operación espera garantizar la protección definitiva de Cabo Cope e impulsar la conservación del conjunto del parque regional de Cabo Cope y Puntas de Calnegre y la aprobación de ese PORN, tal como pretende con su batalla judicial la plataforma ciudadana Prolitoral para la modificación de los desvirtuadores planes urbanísticos de Águilas y Lorca respecto a la Marina de Cope y las pretensiones urbanizadoras de Iberdrola sobre terrenos de su propiedad en este paraje.
Los
terrenos, adquiridos a través de la Fundación Anse, incluyen un
conjunto de fincas que fueron propiedad de Bankia y que terminaron en
manos de la Sociedad de Gestión de Activos procedentes de la
Reestructuración Bancaria, el denominado «banco malo».
Las fincas
adquiridas suman unas 270 hectáreas de superficie y engloban a la casi
totalidad de los terrenos montañosos de Cabo Cope, entre la carretera
que conduce desde Calabardina a la Torre de Cope, a excepción de
pequeños enclavados con varias viviendas.
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