MURCIA.- Las empresas de autobuses de la Región de Murcia están contribuyendo
a paliar las restricciones de movilidad que conlleva el Real Decreto de
estado de alarma, haciéndose cargo del transporte de los trabajadores
del sector primario a sus fincas y empresas agrarias. De esta forma, el
transporte de pasajeros pone de manifiesto su carácter estratégico y da
un paso al frente como colectivo comprometido ante la crisis del
coronavirus.
La Federación Regional de Organizaciones y Empresas de Transporte de Murcia (Froet)
explica que las firmas agrícolas, que habitualmente utilizan furgonetas
para el desplazamiento de sus trabajadores, se han encontrado con que sólo pueden viajar dos personas por vehículo, frente a las ocho habituales.
Por ello, las empresas de autobuses han diseñado planes específicos adaptados a cada demanda, tanto para el transporte de empleados a las fábricas o almacenes, como de jornaleros a las fincas de cultivo.
En total, cada autobús, que suele contar con 55 plazas, puede trasladar actualmente a 18 personas,
ya que el real decreto reduce a un tercio la ocupación, con el fin de
evitar la propagación del Covid-19.
Otra medida adicional adoptada en
todos los autobuses es que obligatoriamente tienen que dejar libre la
primera fila. Además, los pasajeros deben sentarse de forma intercalada,
guardando la correspondiente distancia de seguridad de 1,5 metros, y
entrar por la puerta trasera, evitando el contacto con el conductor.
Asimismo, los pasajeros no están
obligados a llevar mascarilla ni guantes, pero sí a guardar la
separación estipulada no sólo al sentarse, sino también al subir y bajar
de autobús. Los conductores tampoco están obligados a llevar mascarilla
y guantes, pero las empresas las están suministrando a sus chóferes
para mayor protección. Tras cada viaje, el autobús se desinfecta
utilizando lejía.
En la Región de Murcia hay
alrededor de un centenar de empresas de autobuses, de las que el 90% se
han sumado a esta iniciativa de transporte de trabajadores del sector
agrario. Según los cálculos de Froet, de los cerca de 800
autocares que hay en la Región, algo más de la mitad integran la flota
dedica a esta actividad.
En este sentido, la patronal regional del
transporte recuerda que el sector estaba sufriendo un importante revés
económico debido a la supresión de las rutas escolares, de los viajes
turísticos, deportivos o congresuales, así como a la paralización del
transporte discrecional. De hecho, había cerca de 700 vehículos
‘aparcados’ en sus cocheras por falta de trabajo.
Por ello, Froet considera que esta
reconversión hacia el sector agrario está siendo un “balón de oxígeno”
para paliar la situación. “Las empresas de autobuses están dando el do
de pecho para ayudar en esta crisis sanitaria, en la que todos somos
necesarios y tenemos que actuar con responsabilidad y compromiso”,
concluye.
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