MADRID.- Murcia se sitúa a la cola en indicadores de dominio
de habilidades digitales básicas Se observa una estrecha relación entre
los indicadores que miden las competencias y aprovechamiento digital de
estudiantes, empresas y total de la población.
Por lo general, las
comunidades autónomas con mejores puntuaciones PISA en matemáticas
presentan también una mayor proporción de graduados universitarios en
materias STEM (ciencias, tecnología, ingeniería y matemáticas, por sus
siglas en inglés), un mayor porcentaje de empresas que emplean
especialistas TIC o que proporcionan formación TIC a sus empleados, y
un mayor porcentaje de población con al menos habilidades digitales
básicas.
Madrid y Cataluña destacan en los indicadores de
aprovechamiento TIC y en las habilidades digitales de sus ciudadanos,
mientras que las regiones del sur peninsular, junto con Castilla-La
Mancha y Canarias, muestran resultados inferiores.
En cualquier caso,
existe margen de mejora para alcanzar un mejor aprovechamiento de la
digitalización, que pasa por reducir la brecha digital y por potenciar
las competencias digitales de los actuales y futuros trabajadores y
ciudadanos.
Las competencias y habilidades en el
uso de las tecnologías de la información y las comunicaciones (TIC) son
pieza clave para aprovechar las oportunidades que ofrece la
digitalización.
El continuo descenso de los precios de las nuevas
tecnologías en las décadas más recientes ha propiciado un rápido avance
en las dotaciones de equipamiento tecnológico en empresas, instituciones
y hogares.
No obstante, si bien disponer de más dotaciones e
infraestructuras tecnológicas es condición necesaria para avanzar en el
proceso de la revolución digital, no es suficiente si no se poseen y
aprovechan las competencias adecuadas para explotar al máximo las
oportunidades que brinda la digitalización.
En
este documento se presenta la situación de España y sus comunidades
autónomas en el contexto de la Unión Europea en una serie de indicadores
de dotaciones e intensidad de uso de las competencias asociadas con las
nuevas tecnologías y la digitalización en el plano educativo,
empresarial y del total de la población.
En el
plano educativo, los resultados recientemente publicados de PISA 2018
han vuelto a situar el foco de atención en las particularidades del
sistema educativo español, que en el marco de evaluación de los países
de la OCDE muestra signos de retroceso en matemáticas y ciencias.
Para
el caso concreto de matemáticas, las regiones con mejores resultados son
Navarra y Castilla y León, casi 9 puntos por encima de la Unión Europea
y más de 21 puntos superior al promedio nacional. La diferencia entre
estas regiones y Canarias —la peor posicionada— es de alrededor de 42
puntos, que equivale a más de un curso académico.
El dominio de las competencias afines a las
matemáticas o las ciencias está muy relacionado con la preferencia por
estudiar carreras en materias STEM. La proporción de graduados
universitarios STEM por cada mil jóvenes de 20 a 29 años era de 16,5 en
la Unión Europea en 2016 (último año disponible) y es de 12,8 en España
en 2018.
En La Rioja esta proporción es relativamente alta (25,6), y
también Madrid presenta una ratio elevada, de 19,9, seguida de Navarra y
País Vasco (16,6). Al contrario, esta es muy reducida en Baleares
(2,9), Castilla-La Mancha (4,1), Canarias (5) y Extremadura (5,8).
Si
comparamos estos indicadores se observa una relación positiva entre
ambos: mayores puntuaciones PISA van asociadas con una proporción más
elevada de graduados universitarios STEM entre la población joven.
Las
regiones del sur, junto con Castilla-La Mancha y Canarias presentan
peores resultados PISA y menor proporción de graduados STEM que el
promedio nacional, mientras que buena parte de las regiones situadas en
el norte peninsular junto con Madrid, muestran un mejor comportamiento
en ambos indicadores —excepto Galicia, Cantabria y Aragón que solo lo
hacen en el primero—.
La Rioja, y en menor medida Navarra y País Vasco,
se sitúan a su vez en una posición relativamente mejor que la UE en
ambos indicadores.
En el plano empresarial, el aprovechamiento de las
competencias relacionadas con las TIC y la digitalización se puede
aproximar a través del porcentaje de empresas que emplean especialistas
TIC. Este porcentaje es en España 2,6 puntos menor que en la Unión
Europea (17,4% vs 20%).
Por regiones, destacan Cataluña y Madrid, con
porcentajes alrededor del 23%, mientras que las comunidades con menor
proporción de empresas con especialistas TIC son Castilla-La Mancha,
Canarias y Extremadura (todas ellas por debajo del 11%, casi la mitad
del porcentaje del promedio europeo).
Las
regiones con mayor porcentaje de empresas que emplean especialistas TIC
presentan también mayor proporción de empresas que ofrecen formación TIC
a sus empleados.
Para este indicador los porcentajes son especialmente
altos en Madrid (27,4%), Aragón (26%), Cataluña (25,6%) y País Vasco
(24,2%) —por encima del promedio de la Unión Europea del 23% y del
promedio español de 22,4%—.
En las últimas posiciones del ranking se
sitúan Extremadura (13,8%), La Rioja (15,5%) y Canarias (15,8%).
El
fenómeno de la revolución digital ha irrumpido con fuerza durante las
últimas dos décadas. Esta revolución altera la manera de vivir,
consumir, trabajar y relacionarse de las personas.
Por ejemplo, cada vez
hay más plataformas de participación ciudadana y de interrelación con
las administraciones públicas y de salud a través de internet y
aplicaciones móviles; la digitalización de las tareas en el puesto de
trabajo hará necesaria la adquisición de ciertas habilidades para poder
trabajar en entornos cada vez más computerizados; la búsqueda y
contratación de trabajo se hará cada vez más online, etc.
Una
vez situadas las regiones españolas en el plano educativo y empresarial
en cuanto a las competencias TIC y su aprovechamiento, es de interés
analizar las competencias digitales de la población en general.
La
Comisión Europea, a través de Eurostat, construye un indicador sintético
de habilidades digitales que se materializa en el porcentaje de
población con al menos habilidades básicas. España se sitúa en la media
europea en este indicador global (57,2%) en 2019, si bien el dato último
de la UE corrresponde a 2017.
Por comunidades autónomas destaca Madrid,
con un porcentaje cercano al 67%, seguida de Cataluña (63%) y Navarra
(62%). Asimismo, regiones como Cantabria y País Vasco, algo más alejadas
del dato de Madrid, presentan porcentajes de población con habilidades
digitales por encima del promedio europeo y español. En el extremo
opuesto destacan Galicia, Castilla-La Mancha, Murcia y Canarias, con
porcentajes de alrededor del 50%.
En este contexto en el que existen en España importantes diferencias
entre regiones en competencias digitales y su aprovechamiento a nivel
empresarial, tanto las políticas como las iniciativas privadas han de
potenciar las oportunidades que ofrece la digitalización al mismo tiempo
que se intentan minimizar sus riesgos.
No todo el mundo tiene la
capacidad de utilizar las tecnologías digitales de manera óptima, lo
cual entraña una nueva forma de desigualdad: una brecha digital que
puede llegar a ampliar la desigualdad socioeconómica existente.
En
consecuencia, es necesario poner el foco de atención en la educación, no
solo entre los alumnos en el ámbito formal, sino también en el resto de
la población (educación no formal e informal, formación continua,
etc.), para además combatir el desempleo, mejorar la productividad y
reducir las desigualdades territoriales y sociales.
Existe margen de
mejora para alcanzar un mejor aprovechamiento de las oportunidades que
brinda la digitalización, y pasa por reducir la brecha digital y por
potenciar las competencias digitales de los actuales y futuros
trabajadores y ciudadanos.
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